1 MES DESPUÉS
[POV JEONGIN]
Me despertó la luz del sol que entraba por la ventana, agradecí al cielo de que hoy los niños no fueran a clase, era sábado y Jay iba con su padre a la empresa, Jake se quedaría conmigo y tendría que llevarlo de paseo como era de esperarse.
Hyunjin no estaba en la cama, de hecho, estaba dándose una ducha. Me levanté y me puse la bata de seda que estaba en la silla de alado de la mesita de noche. Entré al closet y saqué el traje azul marino que Hyunjin se pondría y lo dejé en la cama. Ya tiene más de un mes que Hyunjin ha fingido quererme, Jake ya empezaba a hablarle un poco y eso le hacía feliz a Hyunjin, siempre que se iba al trabajo me daba un beso y también cuando regresaba, lo más extraño es que no le importaba si los niños nos veían o no, él lo hacía siempre y sin falta.
La puerta del baño se abrió y me dejó ver a un Hyunjin que solo tenía una toalla atada a su cintura y dejaba su torso desnudo con algunas gotas que escurrían en él, yo me sonrojé enseguida y aparté la vista viendo de nuevo el traje sobre la cama.
—Veo que aún te provoco esa reacción —supuse que tenía una sonrisa burlona en sus labios y sentí arder mis mejillas, me negué a mirarle y lo notó —Jeongin… —iba a decir algo pero yo le interrumpí con mis palabras, supuse que diría algo acerca del divorcio y me negué a escucharlo.
—Iré a ver a Jay —le dije y me di media vuelta dispuesta a salir de la habitación, pero Hyunjin me tomó del brazo he hizo girarme hacia él, me puse tensa en él momento en que me estrechó en sus brazos y mis manos tocaron su torso desnudo y húmedo, su mano de él me levantó mi mentón e hizo que le viera a los ojos, en ellos ví ese brillo que no había visto desde un buen tiempo, su pulgar acarició mi labio inferior y yo di un suspiro tembloroso.
—Buenos días —susurró y yo cerré los ojos pensando que estaba jugando conmigo, en ese momento recordó esas horribles palabras que dijo Hyunjin ese mismo día que el doctor le dijo sobre su plazo de vida, “Quiero el divorcio”.
Abrí los ojos al sentir unos labios presionar los míos y me negué a recibir su beso hipócrita, me se separe bruscamente de Hyunjin y le vi furioso viéndole a los ojos.
—No tienes por qué fingir cuando no estén los niños —le espete con voz molesta, el me miró incrédulo sin creer lo que acabo de hacer, me alejé de él rechazando su beso, cosa que nunca había hecho en mi vida con él.
—¡Jeongin no! —exclamó exasperado y con su mano derecha empezó a jalarse el cabello caminó de un lado para otro —No —dijo casi en susurró y al fin se sentó en el borde de la cama y cubrió su cara con ambas manos, se veía desesperado como debatiendo algo en su mente.
—Iré a preparar el desayuno —dije casi audible y desconcertado.
Di media vuelta y salí de la habitación, me recargue en la puerta y suspire.
—Es solo una mentira —dije convenciéndome a mí mismo, sabiendo que estaba perdiendo en esta batalla.
Como era de esperarse Jay salió de su habitación con ese traje negro costoso, al verme sonrió y caminó hacia mí.
—Buenos días papi, se te hace tarde para el desayuno —dijo y yo me agache para darle un beso en esa regordeta mejilla.
—Lo sé mi vida, prometo que haré rápido ese homelet que tanto te gusta —le dije y ambos bajamos a la cocina, él se sentó en la mesa y me vio moverme de aquí para allá preparando su desayuno.
— Buenos días, papá —saludó el niño y yo volteé a mirar a la entrada donde Hyunjin estaba con su impecable traje gris, yo me sonrojé al verle tan guapo como siempre.
Serví el desayuno en los platos y los fui a dejar en el comedor, regresé a la cocina por unas tazas y unos vasos y volví al comedor.
—¡Si se enfría el desayuno no será mi culpa! —les grité desde el comedor a padre e hijo quienes aún seguían en la cocina.
Ellos aparecieron después de unos segundos y se sentaron, yo me senté a lado de Hyunjin y empecé a leer el periódico de él.
—¿No desayunaras? —me preguntó Hyunjin viéndome serio.
—Comeré con Jake cuando despierte —le respondí y volví la vista al periódico, en este se veía una fiesta de hace poco, donde salía Hyunjin junto a varios hombres empresarios donde anunciaba su trato de ayuda para una fundación de niños con hambre, le dirigí una mirada a Hyunjin y sonreí viéndole, chupándose los dedos por la comida. —Quien diría que el famoso empresario Hwang Hyunjin se chupara los dedos —le dije y el me vio y sonrió al igual que mi hijo, sonreí débilmente y volví a dejar el periódico en la mesa —Iré a limpiar la cocina —dije mientras me levantaba de mi silla e iba a la cocina.
Ví algunos trastos sucios y empecé a lavarlos, en ese momento me vino un recuerdo abrumador a la mente, era de Chan y yo cuando éramos pequeños, correteábamos en la cocina mientras mi madre cocinaba, ella no se había dado cuenta de nuestra presencia, ya que se mantenía concentrada en sus pensamientos, recuerdo que el agua que hervía me salpicó y la gota caliente cayó en el dorso de mi mano, me había dolido y chillé un poco de dolor, mi madre se dio cuenta y enseguida secó la gota, había quedado una pequeña seña a penas visible que vio Chan cuando estábamos trepados en el árbol, él tomó mi mano y besó la lastimada,
—Esto no arruinará tu belleza Jeongin —había dicho y yo me ruboricé al instante, esas fueron sus primeras palabras románticas que dijo desde entonces.
Sonreí inconsciente y metí mi mano en el chorro de agua que salía del tubo y quitó la espuma del jabón, miré fijamente mi muñeca derecha y ví esa marca a penas visible, la acaricié con mi dedo índice y esa sonrisa bobalicona no se borraba de mi cara.
—¿Qué vez que te hace sonreír como un tonto? —escuché detrás mío y sentí el duro pecho de Hyunjin detrás de mí, tomó mi muñeca y miró la pequeña marca y la acarició con su dedo pulgar, —¿Es esto? ¿Qué tiene de importante esto, Jeongin? —volvió a preguntar y yo alejé mi mano de la suya-