[POV JEONGIN]
Sentí que la oscuridad me fue abandonando poco a poco, la claridad fue tomando lugar, esa luz se fue haciendo más y más inmensa hasta que me segó por unos momentos. Cerré los ojos y poco a poco los volví a abrir. Mis ojos se fueron acostumbrando a la claridad y miré a mi alrededor.
Las paredes eran de un color blanco, los muebles igual, el olor era de antibióticos y alcohol. Supuse enseguida que estaba en el hospital, pero ¿Por qué?
Por mi mente pasó un recuerdo, era Lía diciéndome que estaba embarazada de Hyunjin.
Cerré los ojos al sentirme dolido. ¿Por qué tenía que pasarme esto?
La puerta se abrió y entro una enfermera, ella al verme me sonrió.
Veo que ya ha despertado —dijo y caminó hacía mi checando el aparto que estaba a mi lado que hacía un sonido. —¿Cómo se siente? —dijo y yo asentí con la cabeza indicándole que estaba bien, tenía seca la garganta y mis labios estaban resecos. Un respirador estaba en mi cara para permitirme respirar normalmente.
—Llamaré al doctor para que lo venga a revisar —volvió a decir la enfermera y yo asentí.
Estaba cansado, agotado, cerré los ojos por sentir de nuevo un cansancio. Quería ver a mis hijos, ¿Dónde estaban mis niños? Espero que estén bien.
La puerta se abrió varios minutos después y un hombre alto de cabello negro entró junto a la misma enfermera de hace un momento, era el doctor Kyungsoo .
—Hola de nuevo señor Hwang —habló el médico y se acercó a mi quitándome el respirador —¿Cómo se encuentra?
Pasé mi lengua por mis labios para humedecerlos un poco pero no funcionó del todo.
—Estoy sediento —le dije y el asintió.
—Enseguida la enfermera le traerá un vaso de agua —la enfermera salió, —Señor Hwang, tiene que estar tranquilo, ésta usted estrenando su nuevo corazón y debe cuidarlo muy bien —al decir esto el médico me quedé boquiabierto, ¿había escuchado bien?
Un nuevo corazón.
—Y… y… —no podía pronunciar palabra alguna mi boca estaba seca y sentía un mal presentimiento.
Sentí que me faltaba el aire poco a poco y el médico deprisa se acercó a mí. Me volvió a poner el respirador y monitorio el aparato de mi corazón para después sacar una jeringa y un frasco de un cajón. Observé como la jeringa absorbió el líquido del frasco y los dedos del doctor golpeó la jeringa y probó que esta estaba bien.
Después se acercó a mí e inyectó el líquido en la bolsa de suero que tenía.
—Debe descansar, cuando despierte estará más relajado y podrá ver a su familia —dijo y tiró la jeringa a un bote de basura.
—¿Quién… quien fue el donador? —dije en un susurro, ya que no tenía fuerzas para pronunciar bien las palabras.
Sentía mis ojos pesados y por más loco que fuese sentía mi cuerpo flotar. El doctor abrió la boca para responder a mi pregunta, pero cuando me respondió yo no pude escuchar absolutamente nada, solo vi borrosamente como pronunció un nombre que no pude entender ni siquiera descifrarlo.
Todo se volvió negro y yo me dejé llevar sintiendo tranquilidad absoluta y me dejé caer en la profunda oscuridad.
—Debemos decirle después —escuché la voz de mi hermana.
—Aun así se alterará y no quiero que le pase algo. Tendremos que guardarle el secreto por unos días —dijo mi madre con voz dolida.
—Sospechará, me va a interrogar y tendré que decirle —respondió mi hermana.
Abrí los ojos y frente a mí estaban ambas mujeres. Ellas al verme sonrieron y mi madre se acercó a mi dándome besos por todo la cara como cuando era niña.
—Oh mi niño, que bueno que despertaste —dijo mi madre y volvió a llenarme de besos la cara.
—Qué bueno que despiertas hermana, tenía miedo a que no lo hicieras —dijo Tzuyu tomando mi mano y dándole un apretón a ésta, con mi otra mano libre quité el respirador que tenía.
—¿Y mis hijos? ¿Dónde están Jake y Jay? ¿Quién los cuida? —dije urgida por ellos.
—Tranquilo, están con una niñera, ellos están bien —yo sonreí de lado más tranquilo.
—El doctor me dijo que tengo un corazón nuevo, ¿Es verdad? —les pregunté y ellas se vieron entre sí.
—Sí, te operaron —respondió mi hermana y quedé sorprendido.
—Pero si no había donador, ni siquiera tenía oportunidad de tener un trasplante, la lista de donadores era muy corta. —dije.
De pronto miré a Tzuyu y la pregunta que le había dicho al doctor Kyungsoo anteriormente se pasó por mi cabeza.
—¿Quién fue el donador? —pregunté casi en un susurro y ambas mujeres frente a mi palidecieron y se miraron entre ambas —Díganme quien fue el donador —dije más exigente y ellas no pudieron decirme.
Una enfermera entro y me miró con una sonrisa.
—Si me permiten revisar al paciente, solo será un momento —dijo dirigiéndose hacia mi madre y hermana.
Segundos después ellas se fueron y la enfermera empezó con su rutina de revisión. Tardó unos minutos y se fue sin decir nada más que el cómo me sentía.
En realidad, sentía intriga por el donador, ¿Quién era capaz de dar su vida a otra persona? Solo aquella que verdaderamente te ama, pero en esta ocasión ¿Quién tuvo el valor de dar su vida por la mía?
Pasaron unos minutos largos hasta que la puerta se abrió. Levanté mi mirada y vi como dos pequeños de cabellos negros corrían hacía mí con una gran sonrisa de oreja a oreja.
—¡Papi! —gritaron ambos al unisonó y subieron a la cama abrazándome, cada uno a mi lado.
Cerré los ojos disfrutando del calor afectivo que me daban mis hijos tan ansiosamente. Los abrí después de unos largos segundos y miré a mi familia reunida, estaba mi madre y mi padre quien me sonreía feliz de verme despierta, mi hermana y su esposo quien estaba a su lado abrazándola y quien también me sonreía, miré a los padres de Hyunjin quienes sonreían satisfechos por verme bien.