—Una semana, ya ha pasado una semana, ¿hasta cuándo va a fingir? -dejo Trent algo desesperado.
—Yo no creo que esté fingiendo -comenzó Trazzy.
—La he visto Traz (Treis), ella los controla. Nos ha mirado más de una vez y los demás lo han notado, pero no están haciendo nada. Además, ella nos da demasiada información sin pedirnos lo que sabemos a cambio. Da igual, no me creas, pero no le digas que sospecho de ella.
-Eh..., no voy a decir nada, si crees eso tendré cuidado, pero a mí no me lo parece.
-No quiero que te haga daño.
-No me lo hará.
[...]
12:00 p.m. - Trazzy.
-¿A dónde vamos? Creía que nos llevarías mañana, y a los dos -dijo pensando en las palabras de Trent.
-Lo sé, lo sé. Pero has dicho que él esta trabajando en los horarios y zonas de salida, y nosotras tenemos que actuar ya. La armería esta libre ahora, y lo mas importante: abierta. Hay que mirar que armas nos convienen más y buscar dónde están sus municiones para no perder tiempo luego -le contestó Angie.
-Vale... -dijo no muy convencida.
[...]
-Bien, ahora ya sabemos dónde están; ven, quiero enseñarte una cosa.
Trazzy no muy convencida la siguió. ¿Por qué dudaba ahora? ¿Sería por Trent? Sí, él tenía ese efecto sobre ella. Pero también lo sentía como una corazonada, como que no debía ir. Como si se estuviera metiendo en la boca del lobo, y, quizás, de alguna forma, lo estuviera haciendo.
Llegaron a casa de Angie, atravesaron el salón y bajaron una escaleras. Las bombillas no daban mucha luz, pero parecía un sótano.
-¿Qu-é hacemos aquí? -tartamudeó Trazzy. Aquello no podía ser bueno.
-¿Estás nerviosa? -preguntó la otra chica con cierto tonito burlón y escondiendo una peligrosa sonrisa- ya te dije que quería enseñarte algo.
-No estoy nerviosa, solo fue hipo -mintió- ¿qué cosa quieres enseñarme?, a ver.
-Esto -se giró apuntándola con un arma, una nueve milímetros que anteriormente había cogido de la armería. Trazzy dio un respingo de sorpresa y retrocedió lentamente- verás... Solí necesito que desaparezcas, nada más.
-¿Qué? ¿Por qué? Vamos a salir juntos de aquí, yo... ¡Si yo no estoy él no se irá sin mí, me buscará, lo descubrirá todo!
-Tienes parte de razón, solo que no descubrirá NA-DA -cargó el arma- estate quieta si no quieres tener una muerte lenta y dolorosa -ella hizo caso y paró de golpe- vamos, muévete. Sientate ahí -señaló una silla de madera con un ademán con su cabeza y la chica, de nuevo, le hizo caso.
Una vez sentada y atada de pies y manos podía gritar todo lo que quisiera pidiendo auxilio. El sótano estaba insonorizado y nadie podría escucharla.
-Sigo sin entender por qué has hecho todo esto. ¿También controlas a los demás? Y seguro que también mandaste matar a tu querido novio. ¿Realmente lo querías, te importaba, tu dolor era real? ¿O era todo un montaje? -la expresión de Angie era indescifrable y, aunque no tenía que por qué darle explicaciones, decidió hacerlo igual.
-Tú no lo entiendes. Aquí no se vive, se sobrevive. Eso es lo único que hago yo. Lo que os he contado no es mentira, pero no quiero irme, ni que os vayáis.
>>Keithan estaba de acuerdo conmigo, teníamos que haceros creer que este es un buen hogar, y para cuando os dierais cuenta de lo contrario ya sería tarde. Pero entonces habló con vosotros y se ablandó.
>>Aquella noche estábamos aquí, discutimos; yo lo quería pero, me agarró muy fuerte y cuando yo lo empujé para que me soltará tropezó y -hizo una pausa para respirar y calmarse mientras silenciosas lágrimas comenzaban a deslizarse por sus frías mejillas- y se cayó. Se golpeo muy fuerte la cabeza y... y de repente estaba muerto.
>>Fue por vuestra culpa..., ¡vosotros lo matasteis! -gritó- pero ahora él sabrá lo que se siente y yo lo consolaré. Él estará conmigo y no seré obligada a hacer nada con quien no quiera. He de admitir que no es como mi novio -prosiguió ya más calmada- pero me servirá. Es guapo, listo, está bueno... Siempre quise una niña guapa, muy guapa. Una mezcla de dos personas hermosas que no necesariamente se aman...
-Estás loca... -comenzó a llorar Trazzy- ¡no toques a mi novio! ¡No lo toques! ¡Déjame en paz! ¡Déjanos en paz! Solo queremos ir a un lugar normal... uno donde vivir juntos, felices y en paz. ¿Por qué nos haces esto? Dios...
-Vosotros ya nunca seréis felices. Tú vas a morir y él será para mí.