Allí estaban todos, era una boda sencilla sólo la familia y los amigos más allegados, estaba hasta el sacerdote preparado. Todos iban vestidos de blanco, ya que la boda era frente al mar.
—¿Cómo sabías que te iba a decir que sí?
—Porque yo lo sé todo sobre lo que pasa contigo.
—¿Por qué tan precipitado?
—Porque la primera vez esperé demasiado y no salió bien. Contigo no quiero perder ni un segundo más. Además nosotros desde que nos conocemos hemos hecho todo rápido, y no nos ha ido tan mal, así que ahora no podemos bajar el ritmo, cariño.
—Tienes razón, contigo todo es sorprendente y positivo. Lo mejor de mi vida ha sido conocerte, no quiero dejarte escapar nunca más.
—Ni yo a ti, te quiero.
—Yo también te quiero. En esta vida y en todas las que me queden, así lo haré.
Posteriormente se casaron y por fin Lucía tuvo su propia familia y un lugar en el mundo.
FIN