Cuando desperté, Sebastián no estaba, lo más loco era que al parecer todo era como una película de acción. Parecía que el cielo ahora estaba inundado por un cielo rojizo, apenas note el color extraño, me pare de golpe, busque al Sebastián por todos lados pero no lograba ver lo,-- ¡! Sebastián! sabía que era lo único que ahora tenía que importarme, pues sabía que jamás me perdonaría haber perdido al mejor amigo de Carol.—¡!Sebastián!! Replique, gritando como si mis días dependieran de ello. Baje la mirada para ver a Julián, y para mi sorpresa Julián había desaparecido.
Al ver lo que estaba ocurriendo, mi corazón salto sentía como si un rayo me hubiese golpeado en el corazón. Los nervios empezaron a afectar mis pensamientos, empezó avanzar mientras veía como el cielo rojizo, inundaba todo el valle, -- ¡! Julián! Julián!, llame en varias oportunidades pero nadie respondía.
Camine dejando atrás el lugar de donde había despertado, empecé a buscar con la mirada señales de Julián o Sebastián, pero para mí mala suerte todo el valle se encontraba vacío. Los arboles tapaban mi vista periférica hacia lo lejano.
Seguí buscando un buen tiempo, pero nada pasaba --¡!carajo!!--, ¡¿cómo es posible de que haya pasado esto?! Grite con una rabia hirviente. Pero a pesar de que la rabia se había apoderado de mí, no puedo contener las lágrimas en mis ojos, el miedo y la ira se habían apoderado de mí completamente. Además era la segunda vez que estaba solo en esta rara situación.
---debo hacer algo, pero pronto—me dije a mi mismo, para así poder alentarme. Las cosas poco a poco se estaban escapando de mis manos, pero aun con el problema encima y con las emociones invadiéndome, no debía dejarme tumbar fácilmente. Camine sin rumbo, pues sabía que ahora solo debía dejar que mi instinto me condujera al lugar correcto. Luego de haberme calmado un poco, decidí mirar a los alrededores, pero me topé con la sorpresa de que a lo lejos una tormenta se estaba acercando, cada vez con más velocidad.