Prólogo

⊹⊹⊹

         Veo la imagen de mis padres en la oscuridad.

        Siento como su recuerdo me atormenta, ordenándome inmediatamente a olvidarlos y a concentrarme en mi momento.

        Giró y vuelvo a enfrentar al pequeño público frente a mí. Por una milésima de segundo, posó mi mirada en sus rostros fervientes en severidad, juzgando y calificando cada uno de mis movimientos.

         Alzó mi pierna derecha al cielo y luego hago lo mismo con la izquierda, avanzando después lentamente a uno de los extremos del escenario, con elegancia y delicadeza como era de esperarse. El final se acercaba y estaba aterrada.

         ¿Qué haría? 

         ¿Qué haría con ésta realidad cubierta por mentiras, desilusión y fracaso? 

         ¿Qué haría?

         Lo siguiente, es desenvolver mi cuerpo en un conjunto de piruetas. Son diez y me detengo. Elevó el rostro y juego un poco más con mis brazos, mientras el movimiento de mis pies sigue lento y seguro por un par de tramos cerca de dar el final.

        Troto un par de centímetros para respirar y lanzarme a mí misma en el aire, y enseguida, repetirlo, aterrizando sobre una de mis piernas y no sobre la dos como era lo debido.

         Logró de inmediato equilibrar mi cuerpo y alzó el rostro inexpresiva, aturdida y rota. Me mantengo firme en mi lugar y la música a mi alrededor se desvanece dejando vacíos ecos a su paso.

Había mentido.

Había acabado y había mentido.

Había, nuevamente, fracasado.