Capítulo 17
-Bien, entonces tenemos lo siguiente – Tengo a Soph parada al frente de mi con esas pizarras que usan para los crímenes aunque no entiendo de donde la sacó. Mejor no pregunto. Se mueve de un lado a otro uniendo puntos de la fiesta que pasó hace 2 meses, con quienes hable y la descripción que le di. Aunque busco imágenes que consiguió de internet según yo le iba diciendo de lo que me acordaba. Cuando unió todo tengo que admitir que si se parece un poco al Él. - ¿Qué tal me quedo?
- ¿Segura que no te equivocaste de carrera? – pregunte al ver cómo le quedo todo.
- Muy segura, pero en mis tiempos libres veo un poco de estas series de criminales y casos difíciles de cerrar. – se encoge de hombros restándole importancia. – Así que ya sabes que puede pasar si no acepta – se da vuelta mientras sigue en lo suyo. Arrimo un poco la silla para atrás al ver su cara de psicópata.
- Que bueno es saber que puedo contar contigo – le digo.
- Para lo que necesites.
- Pero no entiendo porque tanto protocolo, solo tenemos que preguntarle al dueño de la fiesta si tiene algún conocido que se parezca y listo ¿no crees? – le pregunte.
- Si podemos, pero le quita la diversión a eso – levanto una ceja.
- Sophia Isabella Cooper
- ¡No digas mi nombre completo!
- Bueno, deja de ser exagerada y vamos de una vez ¿Tienes el numero del dueño?
- Obviamente tengo el número del dueño ¿Por quién me tomas?
- Cierto. No debí preguntar – ruedo los ojos mientras busco mi teléfono y las llaves de la casa.
- No ruedes los ojos sabes que no me gusta – dice de tras de mí.
Cierro la puerta, y me subo al auto de Soph. - ¿Cómo sabes que rodé los ojos? – le pregunto.
- Es como parte de tu naturaleza – dice detrás del volante, con una mano maneja mientras que con la otra busca en número de cierta persona. – Aquí esta – coloca el teléfono entre su hombro y su oreja mientras maneja - ¿Hola? Eh sí, soy Sophia ¿Te acuerdas de mí? Me imagine, tomamos juntos varias clases. ¿Ahora si? Bueno, necesito un favor tuyo. – rueda los ojos, después dice que soy yo – No esa clase de favores Marco– Iugh no quiero saber que pensó el tal Marco - ¿Nos podemos ver? Llevare una amiga - ¡Que no seas asqueroso! No es sobre eso, es otra cosa. – Me da un vistazo – Vale, mándame la dirección – cuelga.
- Que conversación tan rara – comento.
- Si pues, Marco es así. – En eso llega un mensaje a su teléfono – Revisa cual es la dirección y colócala en el GPS – me tiende su teléfono, coloco la clave y la dirección. En menos de 2 minutos estamos en una cafetería muy bonita, no muy lejos de casa. Como que vendré más seguido por estos lados. Al entrar el olor a café recién hecho nos pega, miro a mí alrededor y mi decisión de venir más seguido se fortalece. Este lugar es sinceramente hermoso, en el costado izquierdo de la cafetería tienen un estante de libros clásicos, desde donde estoy alcanzo a ver uno de mis favoritos. En el costado derecho se encuentran todas las mesas y al final tienen como un bar. Cuando le pregunto a Soph me dice que es una Cafetería-Bar puedes tomar tanto café como alcohol, prefiero el café, el alcohol ya no lo tomare mas. Lo juro.
- Mira, podemos sentarnos mientras llega Marco, me dijo que estaba cerca – dice mientras levanta la cabeza de su teléfono
- Valee – encontramos una mesa sola para tres y nos sentamos, en ese momento se acerca una mesera y nos pregunta que vamos a pedir – Un café cargado con un panecillo – respondo
- Que sean dos por favor – después de anotar, se despide y se va a ordenar nuestros pedidos. – Oh mira, allá esta – Levanta la mano para que Marco nos vea. Yo estoy de espaldas a la puerta así que espero que el llegue para poder verlo.
- Buenas tardes señoritas – Una voz gruesa suena a mis espaldas, y de repente se sienta en la silla que tengo al lado. Volteo a verlo y tengo que admitir que es guapo. Alto por lo que puedo ver, castaño, y con rasgos definidos, tiene los ojos castaños oscuros. Tan igual a los demás pero tan diferente – ¿Ya ordenaron?
- Si Marco, acabamos de ordenar. Te presento a mi mejor amiga Caroline – me señala. Me tiende la mano y para no ser descortés se la acepto.
- Hola Caroline – me da un beso en la mano y sonríe de una manera coqueta, con eso se acabo el encanto – Soy Marco Wilson, me alegra conocerte.
- Dime Caro, más corto – disimuladamente quito mi mano de la suya.
- Esta bien Caro – volteo a donde Soph que esta aguantándose la risa - ¿Qué necesitaban? – pregunta mirando a la estúpida de mi mejor amiga.
- Queríamos saber si conoces a una persona, es que mi amiga aquí presente tiene algo de él y tiene que decirle – le doy una patada por debajo de la mesa – Auch – dice mirándome mal.
- Conozco a mucha gente – dice el – Pero si me dices como es tal vez pueda decirte quien es – Mientras Soph busca en su cartera la imagen que recreamos llega la mesera con nuestros pedidos, en cuanto ve a Marco usa una voz seductora que por un momento Soph y yo la vemos rara.
- Aquí tienen – nos entrega nuestros cafés – Hola Marco, tienes tiempo sin venir por aquí. – dice mientras juega con la punta de su cabello ¿Qué tienen las mujeres que hacen eso?
- Si, disculpa que no haya podido venir, ya sabes la Universidad me consume pero prometo venir más seguido – Le guiña un ojo. Mujeriego.
- Eso espero – le da un beso en el cachete – nos vemos después.
- Dale linda – la mira un rato al irse después vuelve con nosotras – ¿en donde quedamos? – nos pregunta en eso Soph le entrega la imagen.
- En esto. Ese es, según los recuerdos de Caro el chico que buscamos. – toma de su café, el mío ya va por la mitad ¿Qué esperaban? Me encanta el café y mientras Marco coqueteaba con la mesera yo disfrutaba de mi café.
- ¿Segura que es él? – pregunta
- Claro – respondo.
- Si, es mi hermano mayor. Sean Young – Nos dice mientras le devuelve la foto a Soph, en cuanto escucho eso me atraganto.