En aquel enorme despacho, con la cabeza agachada, escuchaba el sermón.
- ¡Esto es una deshonra para nuestra universidad! ¿¡Donde te crees que estás!? ¡Esto no es tu barrio! ¡Aquí hay normas!
- Pero yo no....
- ¡Ni se te ocurra rechistar, porque te expulsamos! – hizo una pausa - ¡Romper la bandera y llenarla de roedores muertos....¿¡Estás bien de la cabeza!? Si fuera por mí, estabas de patitas en la calle y te arruinaría tu futuro laboral.
- L....lo siento mucho, no volverá a pasar - era lo único que podía decir....al parecer el director no me dejará decir otra cosa.
Entiendo su enfado, es horrible lo que ha pasado, pero no puede gritarme sin saber quién ha sido el culpable. Pero claro, soy la pobre, la rara y la "única" que traería problemas, ya que "sus niños" son muy buenos....estúpidos ricos.
Me encontraba sentada en el suelo del pasillo que daba a mi clase con la chaqueta en mis manos. Tras salir del despacho del director, fui al baño para lavar mis manos y ropa, pero era muy difícil de quitar y ahora tenía la camisa sucia, mojada y manchada. Me remangué la manga para ocultar las manchas que había en los puños. Al menos, de esta forma, se disimularían mejor.
Conforme más pensaba en las palabras que me había dicho el director y lo que había sucedido, más me enfadaba. No pensaba dejar esto así.
Fui en buscar del dichoso Hwang, solo podía ser su culpa.
- ¿Sabes dónde está Hyunjin? - le pregunté a una de las chicas que pasaba por mi lado, que casualmente nunca había visto hasta ahora.
- La verdad que no sé dónde está - dijo muy tierna, era la primera persona que vi aceptable - podrías mirar en la sala de los Stray Kids.
- ¿La sala de los Stray Kids? – pregunté sin entender nada.
- Eres nueva, ¿verdad?
Yo asentí con la cabeza.
- Stray Kids son un grupo de ocho mejores amigos que "reinan" la universidad, son los más ricos y de los que más depende el futuro del país - mi cara de sorpresa lo decía todo - incluso el director de aquí está bajo las órdenes de ellos.
- ¿¡Que!? – no pude evitar exclamar.
- De verdad, Stray Kids, como he dicho, está formado por ocho chicos que tienen una afición en común: bailar y cantar. Aunque su líder de su afición por el baile es uno de ellos llamado Bang Chan, el cabecilla del grupo es Hyunjin.
- Si....por desgracia a ese último lo conozco - respondí con sinceridad formando una risita en la cara de ella.
- Luego está Lee Minho lo reconocerás porque es muy guapo y tiene una cara muy delicada, tiene el pelo castaño. Han y Changbin parecen bestias pero, entre tú y yo, son de los más inofensivos. También está Seungmin, es muy callado y tímido, no pega mucho en ese grupo de malcriados, también está Félix, ahora se ha teñido de rubio y tiene pecas en la cara y, por último, el más pequeño es Jeongin, a pesar de ser el menor, es más maduro que muchos de ahí. Como consejo te digo que lo mejor es mantenerse lo más alejado de ellos posible. ¿Eres una fan?
- ¿¡Fan!? ¡Yo quiero matarlos! - dije sacudiendo los brazos.
Ella soltó una risotada.
- Me caes bien, todas las chicas de aquí e incluso la gran mayoría de los chicos, están locos por ellos. Yo tampoco les veo nada especial. Son guapos si, son ricos, ¡todos aquí lo somos!, pero ¿y? son unos infantiles y ridículos que hacen lo que quieren.
- Unos estúpidos malcriados. – hablé.
- ¡Exacto!
Ambas reímos juntas.
- ¿A qué clase vas? - le pregunté.
- A 1º A
- ¡Oh! ¡Esa es mi clase!
- ¿En serio? Podemos sentarnos juntas - dijo feliz.
- ¡Por supuesto! - respondí animada.
- Por cierto - se me olvidaba ya el motivo por el que le pregunté - ¿dónde está la base de ellos?
- ¿Realmente vas a matarlos? - dijo con cara de cómplice
- Me contendré, pero tengo que decirle varias cosas....
- Está en el patio exterior, entre los árboles. Sabrás cuando has llegado porque está vallado.
- ¡Perfecto! ¡Gracias! – respondí antes de irme.
- De nada, nos vemos en clase
- ¡Allí nos vemos!
Ni siquiera pregunté por su nombre, pero sin más espera, fui corriendo al patio exterior en busca de la "guarida".
Encontrarla fue más fácil de lo que pensé, de verdad que estaba vallada....pero de una forma exagerada, pues había luces de colores, decoraciones extravagantes....si quieren ocultarse, no lo hacen muy bien.
Puesto que la entrada estaba cerrada, salté la valla.
Una vez dentro, corrí hasta la puerta y la abrí de golpe. Entré a aquella casa, bastante impresionante y bonita, hay que decirlo, y me puse a escanear todo el lugar.
Había muchas fotos de ellos, decoraciones muy caras, un mini bar, sofás de calidad, una tele gigante....y mil cosas más.
- ¡¡Tú!! - grité señalando al Zapajo que estaba tumbado en uno de los sofás.
- ¡Oh! Se nos ha colado otra admiradora - respondió el azabache, creo que Bang Chan.
- Os lo dije, hay que reforzar la seguridad - dijo el pecoso sin apartar la mirada de un libro.
- Para empezar, podríais quitar todas las luces de colores y las decoraciones que adornan la valla. Cualquiera diría que queréis que entremos - dije molesta avanzando hacia ellos mientras capté su atención.
- Wow esta fan es muy divertida - dijo Han, creo.
- ¿¡Cuál es tu problema!? - le grité al estúpido - ¿¡El dinero no te deja pensar!? - grité una vez llegué a estar enfrente de él.
- Belleza, perdona si te hice daño - dijo mientras se levantaba - pero no puedo salir con todas vosotr....¡¡Tú!! – gritó una vez me miró a la cara y me reconoció.
Una vez más, le lancé la chaqueta a la cara.
Todos me miraban boquiabiertos. En ese momento me reconocieron.
"La repartidora que golpeó la entrepierna de Hyunjin"
Aquel día había aprendido dos cosas:
La primera era que no todos los ricos son unos estúpidos malcriados.
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Editado: 19.05.2023