Al estacionar el auto frente a la vereda, puedo contemplar desde la ventana el inmenso hospital. Mirándolo así sin más tendría 30 pisos, realmente era enorme.
-"Muy bien, bajemos"- nos afirma Pablo justo momento antes que abra la puerta y salga. El resto hacemos lo mismo.
-"Aaahww"- bosteza Nick. -"Después de estar dos horas y media sentado me dió un calambre..."- se acaricia la pierna derecha y bosteza de nuevo-" y sueño."
-"Vamos Nick, debes resistir a la noche, encontraremos a las chicas y así podremos saber qué demonios está pasando aquí."- dice Lucas un poco alterado, debe de estar perjudicándole todo esto. Marcus salta emocionado.
Agarro mi katana que se encontraba dentro del auto y me dirijo a las rejas del hospital, es un poco diferente a los 2 anteriores que ví, este está aún más arruinado; tiene paredes de ladrillos, en algunas partes contiene musgos, rejas negras y altas, sacándome unas 4 cabezas de altura, está destruido pero es aún funcional. Me estremesco, esto me da mala espina.
-"Tranquilo Max, todo irá bien"- me dice Gime apoyando su mano en mi hombro y dándome una sonrisa cerrada de lado. Ella no está muy convencida con lo que dijo.
Los chicos se quedan a nuestra altura, contemplando el hospital.
-"Muy bien, adelante"- nos anuncia Lucas. Todos nos dirigimos a paso confiado por el sendero de piedra que nos lleva hacia la puerta, ésta también es alta y de madera, un poco rota. Los chicos y yo hacemos fuerza para abrirla mientras que las chicas inspeccionan por los alrededores. Miro por un agujero que se encontraba en la puerta y noto que hay un piso a cuadros blancos y negros. Definitivamente esto me da mala espina.
-"AAAAH"- escucho a gritar a Sara. Me giro hacia ella y veo que le pateó la cabeza a un muerto, se encontraba cerca de una ventana cerrada, alrededor de yuyos. "¡Por tu culpa no tengo mi brazo!"- le grita con rabia mientras le dispara en la cabeza, ella sabe cómo defenderse.
-"¡Sara! No malgastes balas."- le grita Pablo para que la escuche, ella solo levanta las manos en forma de provocarlo.
Finalmente pudimos abrir la puerta. Al hacerlo, ésta soltó un horrible chirrido que retumbó dentro del lugar. La primera vista que tenemos es una recepción, por fuera parece como si estuviese abandonado pero realmente hubo gente aquí hace unas horas. Preparo mi katana estando alerta y doy un paso al frente, de nuevo, el sonido retumbó por todo el hospital.
Me dirijo a una caja dónde se encontraban los interruptores para poder tener algo de luz, agarro con cuidado los cables y los junto para así crear un cortocircuito. -"No hay electricidad, maldita sea"- digo frustrado tras intentar varias veces. Giro mi vista hacia el mostrador, decido acercarme, una rata saltó por ahí y me sobresalté. Esfuerzo mi vista para poder encontrar algo con lo que aluminar. ¡Sí! -"Chicos, encontré unas bengalas"- enciendo una. Inmediatamente veo un cartel, "Manicomio Sharpell, fundado en 1996", quién sabe lo que podríamos encontrarnos aquí. Arranco el cartel del mostrador y me dirijo hacia Lucas, se lo muestro.
-"Demonios..."- posa su vista en mis ojos, él me hace señ para que me dirija hacia la izquierda, le hago caso, me giro para volver a verlo, le lanzo un par de bengalas y noto que escondió el cartel en su mochila.
Ya no escucho el sonido de Gime asustándose con todo lo que se encuentra, fue ahí cuando me concentré en lo que tenía delante, cuerpos, por todos lados. Voy caminando intentando no pisar a nadie cuando giro mi cabeza a la derecha, me agacho instintivamente, un montón de muertos se encontraban en esta habitación. No tenían ojos, por lo que no debían verme.
-"GGGGRHR"-"AARHHGG"- solo gruñen, tienen batas blancas y deambulan a paso lento por toda la sala. Me acerco gateando hacia la puerta, me asomo un poco. -"GRGGH"- quito la vista, pasó un muerto cerca de mí. Vuelvo a asomarme, y noto que hay una camilla. Arriba de ella se encuentra una chica pelirroja, no se mueve, sólo está dormida. Los muertos no la atacan.
Tengo que sacar a la chica de allí. Veo a mi alrededor desesperadamente y me encuentro una enorme piedra. La lanzo por el lado contrario a dónde se encontraba la salida. Los muertos van corriendo a donde se escuchaba el sonido, una vez se fueron entro a la habitación.
Compruebo que la chica esté respirando y estoy en lo cierto. -"Hey, despierta"- le muevo el brazo suavemente, ésta tiene un montón de cables a su alrededor, traspasan su campera amarilla, ¿qué demonios?. La joven se mueve un poco gruñendo, le vuelvo a mover el brazo. -"¡¿Qué carajo quieres?!"- se levanta precipitadamente gritando, yo le tapo la boca mientras que ella me pega.
-"AAAGHRR"-"GRAAAAAH".
Los muertos llegaron, se encuentran a escasos centímetros de nosotros. Cerré por un momento los ojos, dejé la katana fuera, al abrirlos. Veo que la chica tiene los ojos como platos al notar la situación, luego su mirada se cruza con la mía y le hago una seña para que haga silencio y que viera que no tienen ojos. Suelto la mano de su boca. Le quito todos los cables, ella hace muecas de dolor, la ayudo a bajar de la camilla.
Intentamos no chocarnos con ningún muerto, éstos también llevaban cables y marcas extrañas en sus brazos, creo que son números y letras. Logramos salir e inmediatamente cierro la puerta, ésta hace un ruido muy fuerte, precipitando a los muertos para que vengan a nuestra dirección.
Miro a ambos lados. Veo a una persona, pero le sangran los ojos. "Ayúdame..."- me dice llorando. Como vió que nos la quedamos mirando, ella tuerce su torso, quedando igual a una araña, se aproxima rápidamente hacia nosotros. "WHOOOOOAAAA"- *silencio absoluto*, le corté la cabeza con mi katana, aún sigo respirando rápido cuando la chica dice -"¡Estamos rodeados!". Yo me adelanto dejándola atrás. Respiro hondo y traspaso la katana por el estómago de un muerto que venía hacia nosotros, ella en cambio le pega a puño cerrado a otro.
-"Guau, se te da bien"- le halago en el peor de los momentos.
-"Tengo un ex-novio acosador, así que"- se detiene para pegarle a un muerto. -"tuve que tomar clases".
No le presté mucha atención ya que venían dos muertos a la misma vez, con mi katana, tomo todas mis fuerzas y les corto la cabeza a ambos. Veo que se aproximan un montón más.
Los muertos logran tirar la puerta que se encontraba detrás nuestra, se están acercando mucho, no podré con ellos -"No creo que lo logremos"- digo desesperado buscando una salida.