Capítulo uno

Frunzo el ceño mientras mi representante repite una y otra vez las razones por las cuales hacer una colaboración con algún cantante puede darle un gran impulso a la banda.

Como si Top Flair necesitara más impulso del que ya tiene. Las personas deberían entender que cada cosa llega a su momento y que si tiene que pasar pasará. No hay necesidad de forzar un ascenso que va muy bien por sí solo.  

—Creo que un cantante masculino sería lo ideal p… —Detengo a Christina, mi agente, antes de que pueda agregar nada más.

—Ni lo sueñes. No voy a trabajar con alguno de esos niños con ínfulas de Super Man, que se creen la última gota de agua en el desierto. No necesitamos una jodida colaboración, estamos en el mejor momento.

No me gusta el asunto de las colaboraciones. No lo hemos hecho nunca y eso no significa que en el futuro no pueda suceder pero no va a ser de este modo.

No me gusta planear cuando se trata de música. Mucho menos cuando ella quiere que componga una canción junto a alguien que no conozco y que por supuesto no me conoce.

La música necesita fluir por sí misma.

Es instintiva. Por algo escogimos ese nombre para nuestra banda.

La puerta se abre de golpe y Wyatt entra en la oficina como si se tratara de su habitación.

— ¿De qué hablamos? —interroga sentándose a mi lado y cruzando sus piernas sobre el escritorio.

Chris rueda los ojos acostumbrada a su comportamiento.

—Nicole se niega a hacer una colaboración —me acusa.

Pongo los ojos en blanco. No sé que la hace pensar que el que ella me acuse me va a hacer cambiar de opinión.

— ¿Estas siendo una perra presumida que se niega a hacer dúos por miedo a ser opacada, bombón?

—Es imposible opacarme, Wyatt. Así que no, solo no quiero forzar las cosas.

Sonríe ante mis palabras disfrutando particularmente de mi confianza.

Es algo difícil de entender, pero, incluso cuando mi música y mis canciones son algo que la mayoría de las personas conocen; soy egoísta con ello.

Son muy pocas las personas a las que les permito acompañarme en el proceso de creación de una nueva canción, y eso es lo que Christina me está pidiendo. Ese es el momento en el que me encuentro más vulnerable.

Un golpe seco seguido de una maldición me saca de mis pensamientos.

Una sonrisa se apodera de mis labios cuando Owen hace su entrada, cojeando y murmurando por lo bajo.

 — ¡Llegas tarde! —lo regaña Christina.

—Hola, Owen, es tan bueno verte, ¿Te hiciste daño con la silla que muy amablemente deje justo en el medio para que te la llevaras por delante con tu rodilla? Solo te pido cortesía y no dejar objetos con los que pueda matarme en mi camino, Christina. Si haces eso por mí, puedo ser el hombre más puntual —espeta, tomando asiento en el último lugar disponible.

Owen tiene esta increíble habilidad de llevarse por delante cualquier cosa. No importa que sea y que tan lejos parezca estar; de alguna forma, terminara estrellándose contra ello.

Esa es la razón por la que no conduce y siempre lleva un chofer.

De hecho, esa fue la forma en que nos conocimos y como él termino siendo mi guitarrista y voz de apoyo.

 Iba conduciendo el auto de su padre y de alguno modo, logro estrellarse contra el auto de Wyatt. Estaban en una gran discusión cuando Wy noto la guitarra en el asiento delantero del auto y lo obligo a tocar a cambio de no cobrarle nada por el choque.

No estuve ahí, pero lo demás es historia.

Owen es el mejor guitarrista del mundo, y no solo lo digo yo.

—Estoy seguro que llegaría incluso más temprano si dejas en su camino alguna modelo caliente con la que pueda estrellarse —se burla, Wyatt. No está bromeando, yo estoy segura de que así seria.

Chris mira del uno al otro con una de sus perfectas cejas levantadas y entonces, niega con la cabeza sin decir nada.

Esa es su manera de lidiar con ellos para no enloquecer.

—Volvamos al tema. Realmente, una colaboración es muy buena idea, Nicole.

Gimo y tiro mi cabeza hacia atrás.

—Esa es una idea excelente —concede Owen —.Estaba pensando en la manera de plantearlo, pero, ahora que lo mencionas…tengo algo en mente.

Ella sonríe tanto que creo que su rostro se va a partir en dos.

Es espeluznante.