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Chapter two

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Gabriela no podía creer lo que su superior les pedía, era una cifra descabellada y muy poco probable de cumplirla.

—Es muy sencillo chicos solo deben esforzarse más, 12 casos en una semana es muy poco, sé que lo lograran—menciona el señor Miller con una resplandeciente sonrisa.

_ ¿Para qué obtener tantos casos? —menciona Patrick con el ceño fruncido ligeramente.

—Nada en particular solo quiero observar cómo llevan trabajos a presión, además no es tan malo musita el mayor—pueden tomarlo como experiencia.

— ¿Acaso no confías en nosotros? —es el momento de hablar de la chica.

—Claro que lo hago, si ustedes dos son los mejores abogados de la firma—señala a los aludidos.

—Está bien, acepto—con un largo suspiro menciona la pelinegra.

—Igual yo, hasta lograré más casos de lo solicitado—dice Patrick.

—En una semana veremos resultados—menciona Miller.

Luego se escucha un leve sonido proveniente al teléfono de su jefe, este procede atender la llamada, separándose del grupo.

— ¿Y entonces seguimos celebrando? —pregunta Francisco a los presentes.

—Claro, es una fiesta al fin y al cabo—dice eufórica la abogada Jhonsson.

— ¿¡Y si jugamos algo todos?!—exclama Nicole

—Yo paso, tengo demasiado trabajo por hacer—dice Patrick con la intención de emerger a su oficina nuevamente.

—Amigo por un solo día, te puedes olvidar del trabajo y relajarte, no seas tan cuadrado—le dice Francisco a Patrick, palmeando su hombro ejerciendo algo de fuerza.

—Déjenlo en paz, estoy segura de que le teme a la interacción social—declara Gabriela dedicándole una sonrisa cínica al aludido.

Al principio el rubio se notaba indeciso, luego de manera inesperada toma asiento justo al frente de Gabriela, demostrando valentía.

—Ya que somos muchos juguemos "Yo nunca "—dice Nicole.

— ¿Qué es eso, como se juega? —pregunta incrédulo el hombre, sin duda es inexperto en muchos aspectos sociales.

—Es fácil, es como jugar verdad o reto solo que acá debes beber—al notar que su espectador no entendió continúa explicando con mucha paciencia—hacemos unas rondas de preguntas, en las cuales, si lo mencionado tú lo has hecho, debes beber. Tan simple como eso.

— ¿Y si no hice nada de eso? —pregunta nuevamente el hombre.

—Pues simple, no bebes y ya—dice Nicole.

El hombre asiente ligeramente con su cabeza en señal de comprensión.

— ¿Quién quiere iniciar? —pregunta Francisco observando la pequeña mesa redonda que se formó en la habitación.

—Yo quiero—dice Verónica la recepcionista del lugar, una chica rubia espectacular—yo nunca he bebido hasta el amanecer.

Es el turno de Gabriela, la cual se nota entusiasta—Yo nunca me he sentido atraído por mi cliente—al mencionar esto todos los presentes la observan fijamente.

Como era de esperarse ella bebe de su trago, la acompaña Nicole y luego Francisco, el único que no ingiere licor como siempre es Patrick.

—Sigues tu Patrick—le menciona Gabriela al rubio.

—De acuerdo, yo nunca he...—el hombre se muestra indeciso, porque decir sin duda es nuevo en el juego—yo nunca he visto porno.

La frase es un poco indiscreta, a decir verdad, pero sus compañeros tan solo beben sin pudor alguno, los iris azules de Patrick recaen en Gabriela, la cual duda en su movimiento, pero al final consume.

La expresión de desconcierto de Patrick es monumental, se esperó muchas cosas de la chica menos eso, tal parece que el ver porno ya no es un tema tabú como lo era anteriormente.

—Me encanta este juego, además nadie te juzga por tus acciones—menciona Nicole inclinado su cuerpo hacia su amiga—Gabriela, esta va para ti—señala a la mencionada—yo nunca he tenido una relación sentimental por más de dos meses.

Aunque no es una frase extraña los únicos que no beben son Gabriela y Patrick, todos se les quedan viendo muy asombrados.

—Respecto a Gabi era muy predecible—menciona Francisco haciendo una breve pausa—pero señor James, no puedo creer que un dios como usted, terriblemente guapo, no haya estado con una mujer por un largo tiempo—Francisco se toca el pecho con una mano simulando estar sorprendido.

—No es algo que a ustedes les interese—farfulla Patrick, como si estuviera escupiendo veneno a su paso, tal como una víbora.

Es el turno de Daniel y menciona—Yo nunca he defendido a un cliente, sabiendo que es culpable—momento crítico en la conversación, en donde se debate el criterio como abogados, sin duda algunos mentirán por vergüenza.

Solo bebe Nicole, recibiendo miradas des aprobativas de sus compañeros—No me miren así, existen ocasiones en las que prevalece el dinero. No soy millonaria ok—deciden callar y solo miran a otros puntos del lugar.

El tiempo transcurre así entre risas, preguntas incómodas y mucho mucho licor.

— ¿Sabes Gabi? Es muy cómico que tus relaciones sean tan cortas, hasta mi abuela consigue novios en internet, por más tiempo que tú—comenta ebria Nicole, riéndose a carcajadas de la mala suerte de la chica.