Vuelvo a entrar al pequeño y estrechó cubículo para probarme el otro vestido, es de color rojo y la tela es de cuero, alzó una ceja noto que es muy pequeño y dudo en probarme esa pequeña prenda.
—Cacidi te estás midiendo un vestido o te quedaste dormida hay—Musitó Armando con una risita.
Escucho que Lucas también sonríe
—¡voy!, No soy Flash.
Me meto el vestido por debajo de las piernas pero cuesta para subirme, sigo intentando —Estúpido vestido no me ganarás—Suelto un suspiro.
Lo subo poco a poco hasta que llega a mis caderas y hay viene el grandísimo problema se me atora ni baja ni sube
—¡Mierda!—Murmuro—¡Ahora quién podrá defenderme!
—Todo bien Cacidi—pregunta Lucas del otro lado.
Miró al techo, y maldigo por lo menos diez veces—Si...si...—Tartamudeo mientras sigo peleando con el vestido.
—Dejame adivinar—dice Armando—No te queda.
—¡Cállate!... Si... Ya...—Vuelvo a subirlo un poco—Ya voy.
Tanto di que logré subirlo inhale una gran cantidad de aire, sentía mis pulmones como si hubiera corrido por media hora Eso te pasa por comer hamburguesas todas las noches con papas fritas—Se queja mi subconsciente—.
Salgo caminando como un pingüino el vestido me queda tan apretado que siento que me falta el aire.
Armando y Lucas intercambian miradas.
—Bien—Apenas salían las palabras de mi boca.
Ambos niegan con la cabeza —Muy ajustado—
Me regresó y de nuevo a luchar con el bendito vestido Raund dos, empiezo a bajarlo pero ahora sí estamos en un lío no bajá, vamos espichate, aguanto la respiración mientras meto la barriga sabes cómo cuando no quieres que se te vea un cauchito y metes la panza...
Para completar la fiesta mi teléfono suena me agachó para tomarlo y ¡Grashhh!, Sentí como el vestido se rompió en la parte de atrás—¡Mierda!—golpeo mi frente con la palma de la mano—Se rompió—digo entre susurros.
Giro mi cuerpo para verme el vestido por detrás rayos se rompió en el trasero.
Entre abro la puerta—Oigan chicos, vengan un momento—lo digo lo más bajo que puedo ambos se levantan.
Abro un poco más y me doy la vuelta
—tenemos un problema.
Ambos sueltan una gran carcajada—Par de imbéciles no se lo mostré para que se rieran es para que me ayuden—me cruzo de brazos.
Y ellos se muerden los labios para no seguir riendo, los veo a ambos con cara de pocos amigos.
Se acercan y comienzan ayudarme a sacarme el vestido alzó las manos Armando tira de un lado y Lucas del otro rezo para que nadie se acerqué.
—Rayos, qué comiste está mañana un toro.
—Callate, Armando y tira.
—Vamos, vamos, así ya casi—mi voz es un jadeó—Ahhh vamos, vamos yo sé que los dos pueden así...
Y por fin fui liberada de mi atadura pero en el esfuerzo Lucas y Armando cayeron hacia atrás con el vestido en las manos y para mí mala suerte la puerta se abrió, del otro lado dos señoras mayores se nos quedaron mirando con cara de horror.
—¡oh!, No, no,no es lo que...—la señora de que llevaba un gorro de navidad me interrumpió—Pervertidos, cómo van hacer esas cosas en públicos vallan a un hotel sinvergüenzas.
Sé que debo de estar más roja que un tómate, genial ésto no podía ser peor verdad.
Armando me lanza el vestido o lo que quedó de él miró la talla y hay está la respuesta el vestido es talla de niña.
Miró a Lucas con el ceño fruncido—Esto es de niña, por Dios Lucas—me quejo enojada.
—Ya entiendo por eso la chica que me atendió me dijo que era un pervertido—Se frota la nuca
Armando ríe de nuevo y ¡Bumm!la bomba explota.
—Los dos largó de mi vista, no los quiero ver a ninguno de los dos.
—No es para qué te pongas así Cacidi—Dice Armando en un tono serio.
—Claro como no son ustedes los que acaban de hacer el oso, ¡Largo!.
Armando se cruza de hombros—Por eso es que siempre estás sola, no tienes paciencia para nada—Se da la vuelta y se va—Vamos Lucas creo que estamos estorbando.
Veo como ambos chicos se alejan cierro la puerta del cubículo me miró al espejo y solo estoy en ropa interior bueno por lo menos no llevo las bragas que son de abuelas.
Suspiro, y sigo mirándome, ¿Qué hago?, O mejor dicho¿Qué estoy haciendo?... Esta no soy yo a mi no me gustan los vestidos, no me gustan los tacones, saben que a la mierda los estereotipos, me voy a vestir como se me venga en gana, no importa que sea una cena navideña, ni el compromiso de mi hipócrita prima, yo soy yo y eso no se va a cambia.
Muchos dirán a que me refiero, bueno me gusta usar pantalones, sientes anchos, y zapatillas deportivas, me gusta sentirme cómoda con lo que llevo puesto, que mi cuerpo se sienta felíz, y por un momento olvide eso, por un momento quería complacer a mi madre de verme en vestido y en tacones, pensé en el que dirá la gente cuando llegue vestida así... Pero como ya lo dije así soy yo y así seré siempre.
Me visto y salgo del cubículo a buscar a mi amigo y a Lucas.
Los veo en el lado de caballeros buscando entre las camisas.
Armando me mira con su cara de pocos amigos pero ya sé cómo nos vamos a contentar