Me quedé mirando a Judith, Lucía un vestido rojo ajustado de tiras delgada, seré sincera envidio sus tetas, yo parezco una plancha y ella es tan ¡Pufff!, Pero bueno así es la vida a unas les da tetas y a otras culo.
Nuestras miradas chocan y sonríe de lado, le devuelvo la sonrisa.
—Hola a todos, en especial a mi prima Cacidi—Saluda con la mano y todos voltean a mirarme
Soy de las personas que no me gusta ser el centro de atención saludo con vergüenza.
—Bueno, a parte de ser la cena navideña, hoy también les voy a presentar a mi prometido, a mi futuro esposo—Extiende su mano y de la cocina sale un hombre con un esmoquin negro, mis ojos se salen de órbita al ver su rostro.
Él toma su mano y la jala hacia el dándole un beso en los labios.
Lucas toma mi mano y la aprieta un poco fuerte—Tranquila.
La mirada de Frank se encuentra con la mía, él sonríe.
—Ese desgraciado—Susurro—Las lágrimas amenazan con salir, miró a Lucas, y el en un gesto tierno acaricia mi mejilla—No llores él no merece tus lágrimas.
Sin darme de cuenta ya una lágrima había recorrido mi mejilla, como puede ser posible, ¿Por qué de tantas mujeres se tuvo que meter con ella?
—La boda será en un mes, esperamos que todos asistan.
Me giré para salir de hay no soportaba ni un segundo más.
Camine a la cocina.
—Cacidi, ven no puedes dejarte vencer así, no puedes dejar que te vean así.
—No...No puedo Lucas esto es una humillación—Mi voz se cortó—Dime...Dime... Desde cuándo están esos dos.
Lucas guarda silencio.
—Dimelo Lucas.
Él suspira y da un paso hacia mí toma mí rostro entre sus gruesas pero delicadas manos—Tienen más de un año, cuando el te propuso ellos estaban peleados pero a la semana se reconciliaron, Cacidi mírame no te derrumbes por eso.
Lucas me abraza mientras mis cuerpo se mueve debido a mi sollozó.
Alguien carraspea detrás de nosotros
—Hola prima.
Me seco las lágrimas con el antebrazo, tomó aire “Vamos dile que es una zorra”.
—¿Qué quieres Judith?
Ella abrió la boca para hablar cuando llegó Frank —Hola Cacidi, te lo iba a contar todo pero no me dió chance—Él mira a Lucas—Y desde cuándo sales con alguien.
—Salimos desde hace 6 meses—Responde él.
Sabía lo que Lucas intentaba, Frank me había cortado hace tres meses.
Frank se queda pensativo
—Si hermano, ojo por ojo y diente por— diente—Lucas me toma de la mano y salimos de la cocina.
—Eres genial—Musitó.
Los meseros nos ofrecen vino, aceptó Lucas también agarra unas.
—Alguna vez has bebido.
Niega con la cabeza se da un trago de golpe y lo escupe a un lado sin darse de cuenta que escupió a Frank no puedo evitarlo y suelto una carcajada.
Frank frunce el ceño.
De un momento a otro Lucas había bebido tres copas y estaba mareado, tomó otra y le dije
—Ya deja de estar tomando tanto vino.
Con los ojos entre abiertos y una gran sonrisa en su rostro me responde
—¡Pingüino!, ¿Qué pingüino?, En donde—hipo—esta.
Sonrió y el vuelve a poner sus manos en mi rostro—Sabes que... Qué... Te ves hermosa cuando sonríes—Se acerca un poco más y las piernas se me ponen como gelatina, nuestro aliento choca y se mezclan con la punta de su nariz roza la mía pero somos interrumpidos por un grito y reconocí muy bien esa voz era mi madre enojada
—Cacidi Margarita, explica ¿Qué es esto?me muestra un teléfono y en la pantalla está el vídeo de la tienda de ropa justo la parte en donde estoy gimiendo, y rogando para que los dos me quiten el vestido para luego pasar a donde salgo corriendo sin pagar.
—Yo... Yo... Eso mamá..
.—Ella me interrumpe—Aparte sabemos que ese tal Lucas no es tu prometido.
La bomba está a punto de detonar y empieza el conteo regresivo
5.
4.
3
—Señora, no podré... No podré ser el prometido de Cacidi...—Hipo, Lucas se tambalea un poco—Pero la quiero más que ese pendejo que lo que hizo fue utilizarla—Señala a Frank.
Este se siente ofendido y se lanza encima de Lucas lo toma por el cuello de su suéter—Golpearme a ver si eres... Si eres tan hombre, estabas con Cacidi porque sabías que ella era un genio para la publicidad y tu novia Judich... Te mandó a que te acostaras con ella para sacarle información de su empresa.
—¡¿Qué?!— los miró a ambos.
—Si Cacidi, Frank Y Judich querían montar una empresa de publicidad y como sabían que la tuya es la mejor se quería. Adueñar de tus ideas, verdad Frank.
Frank y Judith intercambian miradas, pero a mis padres les importa un pepino Judith es su sobrina Favorita.
—Cacidi te dimos otra oportunidad y nos fallas así tú no tienes arregló.
Iba hablar pero Lucas se me adelantó
—Señora déjeme decirle, que tiene a una hija espectacular, es la mejor en publicidad, su empresa es la número uno en marketing, y eso de la tienda fue mi culpa... Además... Qué van hablar ustedes, les gusta criticar y humillar a Cacidi pero ustedes están libre de pecados, como dijo Cristo “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Mi madre abrió la boca y tenía el ceño fruncido Lucas no dejo que dijera nada
—Y saben ¿qué?... Cacidi y yo nos vamos porque está cena navideña está muy aburrida...
Lucas tomó mi mano y me jalo a la salida.
Pero antes de irnos me regresé le propine un golpe en la barriga a Frank y le tiré una copa de vino a Judith —En tu cara perra
Se detiene justo enfrente de mí—¿Estás molesta?
La nieve cae sobre nosotros y hace un poco de frío, ya había empezado anochecer y el cielo estaba de un azul oscuro con la luna en su punto lleno, la luz que nos brindaba era hermosa.
Miré a Lucas directamente a los ojos
—¡Como!, ¡como! voy a estar molesta si acabas de defenderme, tu...Lucas... Gracias.
Sin decir una palabra se lanzó sobre mí y besó mis labios, un beso suave y delicado, con sabor a vino.