Mientras Ellen le da vueltas a la llave todo su cuerpo tiembla no tiene idea con que escenario pueda encontrarse la última vez que se siento tan nerviosa sostenía la mano de su madre mientras esta agonizaba del dolor y le decía sus últimas palabras, los quejidos se vuelven más fuertes y en su mente solo pueden pasar escenarios caóticos de cómo podría estar Nicolás, sin más preámbulos Ellen deprisa gira la perilla de la puerta encontrándose con algo que jamás imagino que sus ojos llegarían a ver.
Nicolás se encuentra en el mueble de la sala con su amiga Isabella la cual se encuentra encima de sus piernas ambos sin ropa en la parte superior de su cuerpo, besándose y acariciándose tan desenfrenadamente como ella jamás lo ha hecho , pero lo que le duele aún más es ver a Nicolás sostenerla entre sus brazos, esos en los que tantas veces ella se refugió buscando paz y amor cuando más lo necesitaba, en ese mismo instante ella siente como su corazón se quiebra en pedazos, y es que la imagen que esta ante ella es inimaginable pues Ellen nunca pensó que su novio por mas de 1 año esa persona con la que compartió tantos momentos especiales e incluso la muerte de su madre fuera capaz de hacerle esto.
Él fue su amigo por 4 largos años antes de si quiera decirle que ella le gustaba, fueron compañeros en la preparatoria y estaban juntos a todas horas, y Isabella quien siempre se les unía la que decía ser la mejor amiga de Nicolás desde su infancia, esa con la que se reunían por muchas horas y en la que ella le deposito su confianza aun y cuando Amelia siempre le decía que ella no le gustaba, ella no comprendía como esto le estaba pasando, que había hecho ella para merecer tanto dolor en su corta vida.
Su cabeza es todo un lio solo piensa en el daño que ambos le han hecho justo en este punto de su vida, no puede creer como todo esto ha pasado delante de sus ojos y ella no lo había notado, cuantas veces pudo haber ocurrido? Desde cuando me están viendo la cara?
Ellen siente que mientras ve esa aberrante imagen de esas dos personas que decían ser amigos y sin embargo se entregaban a la pasión en el mueble de la sala que tantas veces ella vio películas con Nicolás han pasado días, pero aún ellos no la escuchan, pues están muy centrados dándoles rienda suelta a su apasionado encuentro y es allí cuando las llaves resbalan de su mano producto del temblor de su cuerpo junto con los sollozos y las lágrimas que bajan en cascada de sus mejillas y que nublan su mirada, haciendo así que la pareja que se encuentra en el sofá gire hacia ella.
Nicolás de manera muy deprisa baja a Isabella de su regazo quien enseguida gira en dirección a la puerta y le regala una sonrisa cargada de desdén y cinismo a Ellen, sin embargo su pareja intenta taparse en un acto de desesperación, al mismo tiempo que le dice a Ellen
Ellen no deja de llorar y su única acción ante lo que miran sus empañados ojos es girar sobre sus talones y correr a la máxima velocidad que le permiten sus pies. Correr como si se escondiera de algo como si el hecho de escapar fuera a desaparecer el dolor que habita en su mente y en su corazón es increíble que esto haya pasado es increíble que no se haya dado cuenta cuánto tiempo estaría pasando esto, Nicolás ese que siempre estuvo ahí para ella desde ese momento ya no lo estará es que por muy mal que ella se encontrará no podía permitir o no había ninguna explicación lógica para lo que ante sus ojos había estado pasando va deprisa las escaleras y mientras lo hace el cielo en la parte externa de los edificios empieza a nublarse y de este caen gotas como las que caen de sus ojos por el inclemente llanto en qué eje se encuentra sumida
Detrás de ella siente que vienen pasos que van de una manera muy deprisa y empieza a escuchar su voz esa voz que muchas veces fue su consuelo esa voz que le regaló tanta felicidad y hoy se ha convertido en una daga una daga que atraviesa su corazón o lo que quedaba de este después de la muerte de su madre.
Esto solo hace que se detenga un segundo y tome sus tacones con los que había asistido a su graduación dentro de sus manos levanta su vestido y corra hacia la calle mientras las gotas de la lluvia caen encima de ella
Nicolás intenta perseguirla pero está se pierde entre las calles hasta que siente que ya no la va alcanzar o que no ha podido seguir su rastro se pone a caminar un poco más despacio hasta conseguirse con un parque entonces se sienta en una de sus bancas y piensa que ahora en este momento no tiene nada lo único que le quedan sus amigos que también deben hacer su vida y de los que ella no debe depender siente que no tiene horizonte que no tiene luz y es que es increíble como ha pasado en menos de dos meses a cambiar su vida de manera tan drástica.
En ese preciso instante entre tan incesante lluvia una hermosa anciana con un vestido floreado de color amarillo y sujetando un paraguas entre sus manos se sienta a su lado y le dice.