57 CAPITULO

Ya regreso Eduar con el hielo y me lo pusieron con un pañuelo para que no me quemara y es Sebastián quien lo sostiene.

—Reachel: déjame y yo lo aguanto debes de estar cansado— le digo— no, yo lo hago tú no te puedes mover— dice despreocupado— me golpe el pie no las mano ni el cuerpo, ¡claro que si puedo moverme!— le digo mirándolo incrédula— ¡ya dije que no!— dice con el ceño fruncido y yo solo bufo y mejor no le insisto más porque la respuesta va hacer la misma ¡no!

—Laura: ahora que vea a esa Moila la muñequera que le voy a dar le va a quedar pequeña— dice con una mirada matadora y con cierto tono de voz de venganza, ¡vamos! Dicen las demás en unísono y como arte magia aparece Moila con sus amigas como si nada en el mundo ha pasado, verdaderamente el descaro en la persona a veces se pasa a un nivel máximo, viene con su cara pelada les juro que me dan gana de arrancarle el pelo, pero lástima que no puedo por mi pie pero si no me diera el gusto arrancándole una por una sus greñas, pero si se quienes se lo van a disfrutar era mejor que no se hubiese aparecido por acá ni sabe lo que les espera, pero como dicen que el asesino siempre regresa a la escena del crimen a ver si dejo algún rastro pero resulta que ya lo tiene vigilado y yo sí que me voy a dar el gusto, y una vez la ven no esperan ni un minuto más y se abalanza hacia ella.

—Cristina: esto es por la piscina— le da un bofetada  y ella hace un gesto de dolor y además  queda sorprendida por su acción— ¡QUE TE PASA ESTUPIDA!— le grita agarrándose su mejilla por el dolor— ni se te ocurra ponerme un dedo más encima— la amenaza y le regresa la bofetada a Cristina y yo me alarmo de que no se vaya a formar un escándalo y venga la profe— y está por dejar caer a Reachel en los juegos , por Cristina y porque te lo mereces estúpida— advierte Carolina y le da un puñetazo en el ojo a Moila y ella tambalea y sus amigas la sostiene y ahí fue el momento del disturbio, Moila agarro por el cabello a Carolina y Carolina reacciona y también la prensa por su pelo y Cristina se le une y se van acercar las amigas de Moila para prensarse en pelo de Cristina y Carolina y Laura al igual que Sofía reaccionan y comienza a jalarse el pelo y en rin esta dos contra una y otras dos en parejas.  

—Reachel: ¡chicos hagan algo, sepárenlas por favor!— les digo al borde de la desesperación mirando a Fernando, Kevin, Stiven, Carlo que están todos juntos, si quiero que le dieron su merecido a Moila pero no quiero que mis amigas salgan perjudicadas, de verdad estas actividades no sirvieron para nada, quedamos en lo mismo.

—Kevin: yo creo que es momento de separarla ya vimos suficiente y nos divertimos.

—Reachel: hay por favor dejen de comportarse como unos estúpido y sepárenlas ya estuvo bueno, Sebastián— lo miro— ¿por favor diles?— lo miro con suplica— chicos por favor— demanda con un tono de voz serio.

Los chicos los separaron pero al momento de separar a Laura y Sofía ellas le da una patada en la pelvis y la con el impulso la lanzan al agua, todos lo que estamos aquí quedamos sorprendido por la acción, al parecer tengo amigas compulsiva por un lado es bueno y por otro no Kevin y Stiven separan a Cristina y a Carolina de Moila están todas espelucadas y y con la respiración acelerada, y Fernando y Carlo le gritan a Moila que se vaya, si porque con esas fiera que están que vuelven atacar no la pueden aguantar por mucho tiempo.

—Cristina: ¡suéltame Kevin déjame terminarla!— le dice aun con rabia en su voz y tirando patadas por el aire pero Kevin no la suelta— te suelto pero si me prometes que te vas a calmar— le dice— ¡yo a ti no te tengo que prometer nada!— le responde con enojo y tratando de quitarle las manos de Kevin de ella— bueno no te suelto, ¡tú veras!— le dice— ¡vale, vale! Yo me calmo— dice levantando las manos al aire  rindiéndose y Kevin la sienta en una de las sillas, la suelta y se queda parado frente de ella y ella se recoge el cabello de lo espelucada que esta— te puedes quitar y darme aire que lo necesito y tú me asfixias ¡gracias!— le dice reprochándole y Kevin se hace a un lado.

—Carolina: ¡ya me puedes soltar!— le pregunta incrédula a Stiven— el asiente la suelta y ella se sienta y él se queda al lado.

—Sofía: ya me puedes soltar Fernando ya logre lo que me propuse desde hace mucho— le dice a Fernando y el asiente y ella se aleja de él y se sienta a mi lado y Fernando se queda a lado de Stiven.

—Laura: ¡quita tus asquerosa manos de mí!— espeta con rabia a Carlos— si lo sé no te ayudo— le dice Carlo soltándola— yo no te pedí que me ayudara ¿o sí?— lo en cara y se miran desafiantes el niega y se aleja de ella y se sienta a recuperar el aire y recomponerse.

—Reachel: no sabía que contaba con amigas que tiene clase de artes marciales y otras son expertas en dar bofetadas o ¡no!, pero estaban que las mataban chicas— le digo sorprendida.

—Laura: no me digas que no te gusto como las dejamos— me mira incrédula.

—Reachel: no, claro que sí y les doy la gracias por lo que hicieron, pero sin duda falto yo eso aún no se acaba hasta que yo no lo haga la fiesta no acaba en paz— le digo solo imaginándome como la agarraría— bueno te hubieses levantado— dice— yo con ganas pero no ves que me tiene inmovilizada y con  un guardaespaldas de extrema seguridad — le digo señalando a Sebastián— por eso no fui a separar porque sé que si me alejaba se levantaba con el pie así— dice Sebastián— ya no me duele— le digo.

—Fernando: chicas ustedes iban era a matarlas, con ustedes no me meto, tengámosle miedo— dice y hace cara de horrorizado  después se echa a reír y todo los acompañamos liberando todo la tensión que creo este momento.