Aymirit: Bebida a base de hierbas y sangre humana. Es difícil de conseguir, por lo que muy pocos vampiros la consumen.
Chiquillos: Referencia que hacen los vampiros a “hijos” convertidos, por ellos o la persona de la que se habla.
2010 - Al norte del Atlántico (Punto de vista de Sein Abadi)
—... No entiendo cómo es que nunca has intentado hacerte con el control de la región luego del fallecimiento de Morand. Su mujer es una vampira muy joven — comentaba Xander, el líder de toda la zona americana, el cual era un hombre alto y rubio, con barba y de aspecto nórdico.
Sein, se hallaba sentado frente a Xander, bebiendo Aymirit. La verdad era que no había considerado la idea de derrocar a Meribeth hasta hacía muy poco, tardó un tiempo en enterarse de la muerte de su esposo y luego de eso no tuvo nunca oportunidad de acercarse a ella.
— Es una mujer huidiza — respondió recordando las veces que vigilara fuera de su casa y luego de verla salir ella se desvanecía sin que viera cómo o por dónde se había ido.
— Pero es demasiado joven como para tener tanto poder — esta vez habló Bardu, la mano derecha de Xander.
— Sí, pero creo que heredó las artes oscuras de Morand — explicó jugueteando con la pequeña copa de bebida en sus manos.
— Que un vampiro practique la brujería es más aberrante que los necromantes mismos — aseveró el dueño del lugar.
Esto era porque los vampiros solo podían manejar magia negra, y para cualquier vampiro que se preciara de ser civilizado, era algo inaceptable.
— Acordemos que Nicholas Morand no era la mejor persona del mundo — ironizó Sein.
— Probablemente, Meribeth Morand tampoco — concordó Bardu.
— Creo que deberías hacer el intento. ¿Ella cuantos años tiene? ¿Unos doscientos? Es mucho más joven que la menor de mis chiquillas.
— Lo pensaré, por ahora tengo otros asuntos.
— ¿Continúas teniendo relación con los Tradicionalistas?
— De momento sí, aunque considero que están tan locos como lo estaba Morand, no sé cuánto tarden en darse cuenta de que no concuerdo con sus ideales.
— Con solo verte es suficiente, si parece que hubieras nacido en esta época — rio Bardu.
— ¿Lo dices por mi ropa? Creo que me veo bien, además así los humanos me ven como uno de ellos.
Sein solía vestir como dictaba la moda actual, mientras que sus dos acompañantes llevaban ropas de estilo antiguo y confeccionadas a mano.
— Dime, ¿sigues en el Sahara? — Le preguntó Xander.
— Sí.
— ¿Y la viuda de Morand no te ha notado?
— A ella no le importa quien ande en sus territorios mientras no cause problemas y yo soy bueno para pasar desapercibido.
— Además, es una de las zonas más tranquilas — dijo Bardu.
— Por supuesto que lo es, le temen tanto como le temían a su marido — afirmó Sein.
— Por algo será — aceptó el rubio.
— Sabes, Arquimimo me ha citado, en la abadía de St. Mitchel.
— ¿Y para qué? Creía que se habían tranquilizado.
— Estuvieron un tiempo bastante apaciguados, pero se ve que han recobrado fuerzas. Dice que tiene un encargo para mí y que me va a interesar — comentó sin mucho ánimo.
— Ese hombre no se cansa de iniciar empresas fallidas. Me pregunto cuándo entenderán que deben actualizarse y asimilar los tiempos en los que vivimos.
— Piensan que porque pueden manipular a algunos humanos poderosos están por encima de todos.
— Han perdido el juicio — concluyó Bardú.
— Si Aren los tolera en su territorio, no deben causar demasiados problemas.
— Suelen ser muy discretos.
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Editado: 08.05.2023