Un Papá Rebelde.

Capítulo 24.

Jonathan.

Valentina se fue hace más de dos horas y ya me estaba preocupando, la llame a su celular pero no respondió.

Tal vez ella y él deben estar en un tipo de reconciliación en estos momentos.—Pensé.

Pero conociendo a Cameron sabe jugar muy bien cuando se trata de los sentimientos de Valentina.

Christopher estaba dormido muy cómodamente en mis brazos, debo admitir que si tiene un gran parecido al idiota de su padre pero mientras tenga salud todo estará bien.

—¿Cierto que si?—Tome su pequeña manito.

Oí la puerta cerrarse y con cuidado acuesto en la cuna al bebé, lo oí quejarse ya que estaba muy cómodo en mis brazos durmiendo.

Salgo de la habitación y me encuentro con Valentina hecha un desastre, vestía con ropa de hombre, su cabello alborotado y hasta venia descalza.

¿En dónde mierda se fue a meter?

Dejo caer su cuerpo en el sofá y rápidamente me acerco a ella.

—¿Qué sucedió?—Le pregunté, quito unos cuantos mechones de cabello de su rostro y note de inmediato su nariz algo hinchada y rojiza.—Valentina.

Hubo silencio.

Acaricie su mejilla y ella toma mi mano apretándola, supongo que no le fue muy bien. Apoya su espalda en el respaldo del sofá y ahora puedo verla mucho mejor, la ropa que traía puesta estaba sucia, note manchas de sangre cerca del cuello de la camiseta y cerca de sus labios.

—¿Crees que soy estúpida?—Habló por fin, pero su pregunta me dejo algo confundido.—Mejor no contestes, porque realmente si lo soy.

¿A qué viene esa pregunta?

—Nena, no sé qué es lo que sucedió entre tú y Cameron pero…—Me interrumpió.

—Perdí mi dignidad, soy débil, siempre fui un juego para él y mírame ahora.—Sonrió de medio lado.—Soy un desastre, doy lastima Jonathan.—Susurró.

—¿Qué es estas esperando realmente Valentina?—Le pregunto en un tono serio, ya me canse de verla así por ese idiota, pero yo me voy a encargar de que toda esa tristeza y dolor desaparezca.

Estoy dispuesto a todo por ella.

—Yo ya no espero nada.—Quitó las lágrimas de su rostro.—Puede que aun sienta algo por Cameron pero ya me cansé, ya es suficiente y por mí ya puede irse a la mismísima mierda.—Soltó molesta.

Me levante para ir a buscar el botiquín, comencé a limpiar su nariz para quitar el rastro de sangre seca que estaba en esa zona al igual que sus labios.

—Me sorprende escucharte hablarte así, debió haber sucedió algo muy fuerte para que hables en ese tono.—Ella me mira y me da un beso en la mejilla.

—Te quiero, te quiero mucho y créeme que tenerte a mi lado me hace muy feliz.—Dice y se levanta.—Iré a darme una ducha, lo necesito.

Se va a su habitación y yo me siento el sofá, revise las fotos que le envié a Valentina hace un par de meses y al parecer no funciono de mucho.

Tal vez deba buscar otra manera para que ella de una vez por toda termine odiándolo y la deje en paz.

 

Valentina.

Una semana después.

Siete y media de la mañana, me encontraba recostada en la cama dándole de amamantar a mi bebé, mientras mi pequeño se alimentaba comencé acariciarlo y mirarle a los ojos.

Tener a mi hijo conmigo es lo mejor que me ha pasado.

Acabo de una media hora deje a mi bebé acostado en su cuna cubriéndolo con su mantita, me inclino para darle un beso en su frente y me voy al baño para darme una ducha rápida.

Al terminar me visto, me cepillo el cabello y me asomo a la cuna para ver a mi pequeño hombrecito, comencé a jugar con sus piecitos y sus manitos.

En ese momento mi celular comienza a sonar y rápidamente lo tomo encontrándome con el nombre de la señora Wells en la pantalla.

—¿Hola?

Cariño hola, perdón por llamarte tan temprano.—De tan solo oír el tono de su voz note que algo no andaba bien.—Quería preguntarte si has visto a mi hijo, lo he llamado y llamado pero no me contesta su celular y estoy muy preocupada.

¿Por qué debería yo saber dónde está?

Cameron está bastante grandecito para saber lo que hace con su vida.

“Pero aun así no debería preocupar a su madre…”

Pero ese ya no es mi problema.

—Señora Wells yo no he visto a Cameron hace una semana.—Y así es, no lo he visto desde ese pequeño y alborotado día. Al único a quien vi ayer por la tarde fue a Eric quien me trajo al departamento luego de ir hacer algunas compras al super mercado, no me dijo nada sobre Cameron aunque claro yo tampoco pregunte por él.—Pero si gusta para que este más tranquila puedo pasar por la penthouse para ver si está ahí, debo pasar al pediatra de Christopher y puedo aprovechar el viaje.

Al otro lado de la línea logro oír la voz del padre de Cameron quien también pregunta por su hijo y eso me sorprende.

Por favor Valentina, te lo agradecería mucho y apenas sepas de él no dudes en llamarme.—Finalice la llamada y dejo mi celular sobre la cama.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.