El asombro fue en ambos sentidos.
Tanto Lucía como Manuel estaban sorprendidos por aquel furtivo encuentro.
Manuel es un hombre de treinta y un años ya.
Ellos se saludan con cariño, conversan un poco se hacen preguntas sencillas sin profundidad.
El pregunta por sus padres y ella tímida como siempre lo fue con el, le cuenta que se encuentran bien, disfrutando del retiro de padre.
Mientras ella no se atreve a preguntar nada, eso porque no desea saber las respuestas.
Pasaron el resto del día hablando del puesto que asumiria conociendo los diferentes departamentos de la compañía así como a sus nuevos compañeros de trabajo.
Fue presentada ante su nuevo equipo de trabajo, la chica que seria su secretaria y asistente, bellamente vestida e impecable como las otras chicas.
Al terminar las presentaciones y el proceso de inducción, ya más calmado y más tranquilo, habiendo superado la impresión del primar encuentro.
Se acercó a ella y muy bajito la invito a cenar esa noche y así platicar y ponerse al día sobre la vida de cada uno.
Daban las cinco de la tarde y el dia laboral llegaba a su fin.
Lucía se mostraba muy nerviosa pues los recuerdos de su amor por el, hacían revivido de golpe así como el dolor de haberlo perdido, sin tan siquiera haber empezado.
Se reunieron en la entrada de la empresa y se dirigieron al auto de Manuel
Se dirijieron a un pequeño local ubicado en las afueras de la ciudad, cálido, sin musica estruendosa que interrumpiera su platica.
Manuel se encontraba muy nervioso ya que estaba dispuesto hablar con la verdad.
Su verdad.
En el camino no cruzaron paladra y la tensión se sentía por todo el auto.
Al llegar al restaurante buscaron una mesa algo alejada buscando privacidad.
Se sentaron uno frente al otro, y se les veía los nervios a flor de piel.
HOLA dijo Manel.
HOLA respondió Lucía.
Con una tímida sonrisa Lucía miraba a los ojos a Manuel.
El decidió hablar primero.
Le dijo que tenia que confesar una verdad.
Que le escuchara sin interrupción que si ella hablaba de seguro se le iba la valentía y no podría confesarse.
Lucia con expectativa solamente asintió
Entonces Manuel empezó a hablar.
Lo primero es el amor que le profesaba y la verdadera razón por la que se fue del pueblo.
No aguantaba más estaba enamorado de ti pero tu tan solo tenias once años.
Me fui con el dolor en el alma más intenso que he llegado a sentir.
Cuando iba de visita siempre lo hacía acompañado, de esa forma no tendria que verte.
A Lucía le corría una húmeda lagrima por sus mejillas, ya que se había dado cuenta de que el sufria en el pasado.
Manuel continuo hablando.
Muchos años después conocí a una chica, Lorena, es mi esposa ahora tenemos una hermosa niña de un añito.
Ella es dulce y tierna conmigo lo cual me hizo creer en el amor nuevamente.
Lucía respiro profundo y no pudo evitar que le salieran un par de lagrimas.
Cuando se calmo y lo pudo mirar le confeso su amor y el dolor que le causó su partida.
Oculto que aún lo amaba y decidió respetar su matrimonio.
Hablaron hasta agotar el tema, después de ahí quedo como tema pasado.
Decidieron no volver a hablar de el y continuar con sus vidas, después de todo Manuel era un hombre casado ahora.
Durante un rato más hablaron de la vida, de las aspirsciones y metas.
Volviendo a ser los amigos que eran antes.
Buenos amigos como debió siempre.
FIN
BUENO AMIGOS LLEGAMOS A EL FINAL.
SI TE HA GUSTADO.
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Y DEMEN SU APOYO SIGUIENDO MI PAGINA.
ESPEREN LA 2' PARTE.
MI GRAN AMOR.
PRONTO!!!!!
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Editado: 02.05.2023