Un profesor como regalo de Navidad [kaisoo]

Capítulo Catorce

La música resonaba en los oídos de Kyungsoo dejándolo sordo. Se alejó del equipo que tenían en la fiesta y se dirigió hacia un lugar más tranquilo. El traje negro se ajustaba a su cuerpo cuando andaba creando una sensación de que flotara. Era una de las invenciones de la amiga de Baekhyun que estudiaba diseño.

No tenía humor para estar allí, no después de conocer lo que Baekhyun le había ocultado y unir todo como piezas de un puzzle. Fue incapaz de pedirle al director el teléfono o la dirección de la casa de Kai por miedo a que sospechara algo. Y encima él no recordaba dónde vivía porque no se fijó cuando lo llevó a casa, preocupado como iba por ese cambio de actitud.

Ahora las cosas podrían ser diferentes; él ya no trabajaba en la universidad y él era  graduado. La alegría se veía nublada por la pérdida de Kai.

Baekhyun era el que había insistido en que fuera a la fiesta y, después de ser su paño de lágrimas, no podía hacerle un feo.

―¡Aquí estás! ―exclamó Baekhyun. ―¿Qué haces ahí parado? Es una fiesta.

―Quedamos en que vendría. No que me divertiría.

―Se supone que es el objetivo de una fiesta.

―Ya... Pues en mi caso haz una excepción.

―Mira Kyungsoo, eres graduado; ahora tu objetivo es encontrar trabajo, salir con chicos, aprovecharlos y disfrutar de la vida.

―¿Y cómo hago eso si sé que he perdido el amor de mi vida? ―Baekhyun suspiró.

―¿Te  sentirías mejor si le rompieras otra cosa a Jackson?

―No juegues con eso, Baekhyun.

―Fuiste tú él que jugó. Nada más verlo en el bar te echaste sobre él. Míralo.

Kyungsoo siguió la dirección que le indicaba su amigo hasta localizar a Jackson. Iba con un jersey de cuello alto blanco y unos vaqueros. Su cara aún conservaba la hinchazón y su nariz estaba protegida por una prótesis para evitar que se la rozara.

―Se lo tenía merecido ―masculló.

―Joder, Kyungsoo, no le diste ni tiempo a defenderse. Le atacaste y le rompiste la nariz.

―Él sonrió.

―Pero me quedé a gusto.

―Sí, y tu mano también. ¿Todavía te duele?

―No. Una semana más y me quitarán el vendaje.

Un hombre se acercó a ellos con algunas bebidas y se pusieron a charlar. Muchos de ellos se despedían esa noche de sus compañeros, unos ya graduados y otros continuando la carrera.

Ahora tendría que volver a casa y encontrar un trabajo. Quizás el cambio de ciudad lo ayudaría a olvidar.

―Kyungsoo... ―Baekhyun se puso delante de él sonriente. ―¿Y si pudieras pedir un deseo?

―Baekhyun... ―suspiró poniendo los ojos en blanco. ―Hoy no es ningún día especial.

―Es la fiesta de los graduados, el fin de los exámenes y... ¡Qué demonios!, di lo que quieres.

―Ya sabes lo que quiero. A mi profesor.

―Genial... Porque viene hacia aquí ―contestó dándole la vuelta a Kyungsoo y enfocándolo directamente a la mirada escrutadora de Kai.

Contemplándolo como si fuera una alucinación, Kyungsoo fijó la vista empezando desde abajo, en los vaqueros que ceñían las piernas y caderas de él; la camisa blanca que protegía un torso musculoso y amplio que varias veces lo había abrazado y protegido. Encima de ella llevaba un chaleco marrón que no hacía más que marcarse sobre el cuerpo. Siguió subiendo hasta su cara donde descubrió que aún continuaba mirándolo, pero se había detenido. La gente comenzaba a darse cuenta de su presencia y pronto todo se quedó en silencio mientras ellos se miraban sin percibir las miradas de otros.

Kyungsoo abrió los ojos sorprendido por el avance rápido de Kai hacia él y cuando lo cogió de la cintura y lo impulsó hacia él apropiándose de sus labios fue como si estallara en él un fuego que lo recorrió por todo el cuerpo.

Lo besó como nunca antes lo había hecho, dejando que su obsesión por él y su amor los embargaran a los dos.

―Tenía ganas de hacer esto... ―murmuró cuando se apartó de los labios. Ambos estaban jadeantes y llenos de pasión poco satisfecha con solo ese gesto.

―Kai...

―Baekhyun me dijo que estarías aquí.

―Él se volvió hacia su amigo que los miraba complacido por lo que acababa de pasar.

―Me contaste cómo era la casa así que entre mis amigos nos recorrimos toda la ciudad en busca de algo así. Aunque te acordabas de poco pudimos dar con ella y después solo hubo que hablar con él.

―¿Pero cómo?

―Hombre, uno tiene muchos conocidos en la ciudad. Solo era cuestión de preguntar y buscar. Aunque a unos cuantos les debo una sesión doble...

―Kyungsoo abrazó a su amigo agradecido por lo que había hecho.

―Ahora disfruta de tu hombre. Y recuerda que te debe una por tenerte semanas llorando por él.

―Si... Se lo haré pagar.

Baekhyun se despidió de ellos para dejarlos a solas, aunque el resto de la gente seguía mirándolos asombrados por esa relación.



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En el texto hay: kpop, academico

Editado: 02.05.2022

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