El sujeto

Mientras Shen contempla el sol entrar por la ventana de su aposento, vagamente escucha una voz que no para de revotar en su cabeza como avispas furiosas picando y volando constantemente por todos lados -"escúchame Shen, los dos juntos no podemos convivir en un mismo lugar, veremos quien tiene más fuerza"-, esa voz con un tono a muerte y escalofrió que lograba hacer que traspire todo su cuerpo.

Una figura se postra en el marco de la entrada, un hombre alto como el marco de la entrada, de pelo largo hasta los hombros, ojos oscuros como la noche, vistiendo un atuendo negro y una tela roja que le cubre todo el cuello y en su cintura la funda con la espada del rey. A su vez el día se torno noche y un viento apago todas las velas del lugar pero seguía estando iluminado, Shen estando confuso se levanta de su cama y toma un cuchillo que estaba debajo de su almohada.

- ¿Quien eres? 

-Yo soy tu espada.

-¿Mi espada?, deja de bromear sabandija ¿quien eres?, contesta o muere.

-Morir a causa de un muerto, no me hagas reír.

Shen aprieta el cuchillo y sin temer enviste al sujeto pero al logar casi tocarlo, el sujeto esta en apoyado en una de las paredes a lado de la cama...

-Eres lento rey Shen, muy lento- mostrando una mueca que reflejaba satisfacción y ansias de pelear-.

Otra vez Shen intenta embestirlo y otra, otra, otra vez pero nada, no es capaz de acercarse, ni menos de tocarlo. Cansado ya de intentar Shen pregunta...

-Si eres mi espada, ¿por qué estas como persona y seguro tienes un nombre verdad?

-Ahh, el rey hizo dos buenas preguntas, responderé solo una por ahora, soy el reflejo de lo temes la persona que el mundo esquiva hasta el final de sus tiempos.

-Me haz hecho reír, también eres poeta, ¿qué más escondes?

-Digamos que aun debes entrenar si quieres lograr dominar los demás reinos, claro si no te vuelves loco y termino matándote como tu antecesor.

Shen sientes las terribles palabras del sujeto y intenta atacarlo pero antes de poder moverse, el sujeto estaba frente suyo y un segundo más tarde lo habría rebanado como un pedazo de pan y Shen se halla postrado en el suelo sangrando viendo sus tripas y eses en el piso. El sujeto de atuendo negro y tela roja desapareció y el rey cerro su ojos.

Un grito de dolor se escucha y rápidamente entran los sirvientes a la habitación del rey preocupados, Shen abre sus ojos y todo envuelto de sudor, piensa -Fue solo un sueño- mira su espada real a un costado de la cama y no pasa nada, un viento entra por las ventanas reales y con el trae un mensaje que solo llega a los oídos del rey - Yo creo que fue un sueño, mi querido Shen, veremos quien es el más fuerte-...