-02-

Los caballos se detienen después de haber cabalgado un largo tiempo, al parecer he llegado a uno de los reinos vecinos.

Señor: ¡Bájate! –Me dice aquel hombre que me arrebató de mi hogar, lo fulmino con la mirada y me bajo del auto.

De un momento a otro me encuentro con un grupo de jóvenes que al parecer también fueron vendidos (o robados) al igual que yo…

Con la princesa…

Estoy en el reino de la familia Kim, al parecer mantuvieron su apellido como el nombre de su reino, en fin…. Mi plan es: primero, encontrar al príncipe, segundo, improvisar.

Sé que no es un plan perfecto o muy elaborado, pero las cosas siempre pueden cambiar, ¿no es así?, lo poco que hasta ahora he visto del reino es que hay una gran cantidad de árboles, se ve algo tranquilo, ¿Si yo fuera un príncipe inteligente en dónde estaría?  -Ah- me quejo, va a ser una larga búsqueda.

Mis pies duelen, he caminado por más de tres horas, me siento en una de las bancas de una plaza, una caravana de esclavos va pasando, me parte el corazón ver a personas que han sido obligadas a alejarse de su familia, de sus amigos, que son cruelmente arrebatados de los brazos que los aman, solo por unas cuantas monedas.

Los guía un señor alto con cadenas en sus manos, las cuales llevan al grupo del cuello, se detienen en medio de la plaza, como si fuesen un objeto de poco valor, así los tratan, los venden y se los llevan bajo una gran carga… en mi reino, es una conducta que con el paso de los años se ha ido terminando.

Quedan cinco esclavos, en sus ojos se ve una mezcla de miedo y dolor, ahora son tres y prontamente se convierten en dos, se acerca un joven alto, bien parecido, se lleva a los dos últimos dos.

No puedo soportarlo, me levanto y voy en busca del último, los sigo de cerca, el joven me encuentra escondida en medio de un árbol, al parecer ése es el príncipe.

Nam: ¿Puedo ayudarte en algo? –Me pregunta extendiendo una mano para ayudarme a levantar-

Tn: Lo siento… Príncipe –hago una reverencia- lo que sucede es que tengo curiosidad respecto a una cosa.

Él me observa con una espléndida sonrisa, espera a que yo comience a hablar.

Tn: Sé que es extraño príncipe, a que yo le hable, pero hay una pregunta que realmente he querido hacer, me disculpo a que lo seguí, pero no entiendo la razón por la cual a las personas se les debe privar de la libertad, digo que… ¿A usted no le parece injusto que ellos no puedan disfrutar de su vida y deban pasar su existencia siendo prisioneros, sufriendo trabajos, sólo porque queremos zafarnos de la responsabilidad y nuestro trabajo?

Nam: Señorita, su pregunta me ha dejado anonadado y a la vez un poco desconcertado, de la manera en la que usted lo describe, se ve como el peor de los crímenes, ¿Sabes que es la perspectiva? –Yo asiento- mientras ves a una persona arrebatada de su hogar, yo veo a alguien que de una u otra manera le hecho un mal a otra persona, me refiero a que, para llegar a ser esclavos deben haber evadido algún impuesto o deber demasiado dinero.

Tn: No se enoje príncipe Kim, pero no concuerdo con usted, mientras ustedes ven animales que les sirven para satisfacer sus necesidades, yo veo a una persona igual que nosotros, su corazones laten por un sueño, uno que ustedes le han arrebatado. Lo siento, pero no es cuestión de perspectiva, es de saber valorar la vida de las personas, a usted no le gustaría que lo alejaran de sus seres amados, que lo lleven a un lugar extraño donde no conoce a nadie y lo traten como basura… es… igual a asesinar a alguien, sólo que de una manera lenta y agonizante.

Termino de hablar, mis ojos se llenaron le lágrimas con cada una de las palabras que decía, me doy vuelta y lentamente me alejo del príncipe, dejándolo con la palabra en la boca… creo que ya es hora de volver a mi castillo y pensar en cómo voy a probar al siguiente príncipe.

En otro lado…

¡Cuánto quisiera que esto fuera un sueño! ¿A caso le iba robar el dinero a ese tipo? ¡Simplemente pedimos tiempo! Mis hermanos han de estar pasando trabajos… mi padre… aun enfermo.

¿Por qué tuve que nacer en éste lugar? ¿Por qué no se respeta la vida?

Mi corazón está doliendo, no me importa tener que trabajar, siempre lo he hecho, sólo que me parece injusto de que nos arrebaten de nuestro hogar, ¿No hay alguna manera de poder pagar la deuda y seguir viviendo? No tener que vivir como un moribundo.

Esta tarde, vi a una chica, ella habló con el príncipe con demasiada convicción, me alegra el saber que por causa de ella el príncipe pareció darnos un  trato algo mejor… estoy seguro de que si la volviera a ver de seguro la reconocería.