CAPÍTULO UNO

Pretendimos una amistad que claramente no funcionó.

Claro que al principio nos seguimos hablando con la idea de poder mantener, aunque sea una amistad y creo que esa fue razón suficiente para que las cosas no terminaran bien entre él y yo. No lo culpo, ni siquiera me culpo a mí, pero hay que ser sinceros con algunas cosas:

No puedes ser amigo de alguien por quien una vez sentiste algo.

Tampoco puedes pretender que nada sucede, lo que muestran en las películas americanas no es real porque ni siquiera miden el daño emocional que se genera porque de una u otra manera terminas preguntándote una y otra vez si pudieron hacer algo para que funcionara. Y no, todo lo que hicimos ambos para que funcionara, no funcionó porque simplemente no era ahí.

Así que no me culpo de intentarlo, de intentar mantenerte en mi vida con la ilusión de que nada cambiara entre nosotros porque sabía perfectamente que importaría cuanto lo intentase siempre estarías presente como el chico por el que una vez me perdí entre los sentimientos, y no, no quería odiarte porque eres bueno, pero tu presencia y la mía en nuestras vidas causaba más estragos en la conexión que una vez tuvimos que aciertos en nuestras vidas.

Por lo que no fue necesario que sufriéramos por muchos meses─ claro que fueron varios meses─ porque él tomó la decisión de alejarse un día de mí y aunque debo confesar que me dolió ─y mucho─ fue lo mejor que pudiste hacer por los dos. Al final yo fui quien terminó contigo, chico Brown y tú cortaste por completo la conexión que aún existía, aunque ésta fuese débil, entre nosotros.

Y eso te lo agradezco.