Vincent
Nos encontrábamos despidiendo del sobrino de Elena y su hermano, Elena estaba llorando incontrolablemente, yo intentaba tranquilizarla pero no podía.
Y la deje es un sentimiento que nadie puede evitar.
— Te quiero mi niño — Susurra Elena mientras abrazaba a Tayler
— Cuídala — advirtió Tayler
—Siempre lo hago
— Eso espero
Elena comenzó a caminar dejándome atrás,
era algo raro en ella
— Elena...— Llame
— Dime — Respondió sin voltear a verme
Sabia que estaba mal, se que no quería separarse de su hermano.
Me acerque a ella, abrazándola fuerte mente. No quería que se sintiera mal, aunque sea unos minutos o horas.
Estos días había cambiado, pero no quería preguntarle al respecto. Hoy llevaba una blusa manga larga, cubría su cuello y brazos. Unos vaqueros color mezclilla, que resaltaba su cadera. Continuaba abrazándola, ella siguió caminado hasta llegar al auto.
Antes que entrara la detuve, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, limpie su mejilla y bese sus labios delicadamente, su piel comenzó a erizarse, pero continué, sus labios Tenían sabor a fresa.
Al separarme sus ojos estaban cerrados, antes de que los abriera, me abrazo. Sus manos rodearon mi espalda y cintura.Luego subió al auto, y llegamos al aeropuerto, traté de no quedarme dormido.
Era hora de subir al avión pasar las horas esas de mierda.
Elena se quedó dormida en mi hombro, parecía que se había rendido ante el sueño.
En el avión continué leyendo el libro que Elena me en presto era «Así empieza todo»
Mientras leía, Elena me abrazo. estaba demasiado cariñosa. No es que no lo sea pero algo raro está pasando en ella, puse el libro en una mesita, y abracé ala pelinegra. Ella alzó su mirada hacia mi, y beso levemente mi mejilla y volvió a mirar el suelo de el avión.
— Sabes eres mi pequeña rara
— Lo tengo muy claro — dice con un tono de
voz tierno.
Su manos se encontraban junto ala mía, se acurrucó en su sabana, y cerró sus ojos.
Ahora mismo mi vida corre peligro junto a ella.
En cualquier momento caeré en la tentación de dejarla, y hacer mi vida con otra mujer
No cambia nada en estos momentos ella quiere ser feliz pero yo extrañare sus mal humores , sus berrinches, las noches tristes extrañare todo lo que la hace ser ella.
Creo que me alejaré nuevamente.
Pero será en estos momentos. No la haré sufrir mas por mi.
Se que somos almas gemelas, pero no se que haré sin su presencia. No se que qué haré...
¡Soy un maldito egoísta !
Acabaré con mi vida de la peor manera. Matando mis sentimientos hacía la persona que amo.
Como quisiera saber que es lo que realmente siento.
[...]
Horas después de estar en el avión, llegamos a Los Ángeles. El viaje más largo de mi maldita existencia. Elena no volvió a dirigirme la palabra, mientras estábamos en el avión. Ella me dejo bien claro que solo quería llegar a su casa y que me fuera a ala mía que quería estar sola.
Al paso de una hora y media la dejé en su casa y yo me fui ala mía. Realmente quiero a Elena y no quiero incomodarla mas.
Al llegar a mi casa estaba mi exesposa, solo quiere joderme.
— ¿Que quieres? — pregunte sin interés
— Hablar — sonríe
— ¿De que ? — voltee a verla a los ojos
— Voy a ser mamá — anuncio con cierta alegría.
»No me interesa«
— Felicidades Dama — reí
— Hay vete al infierno— comenzó a reírse
— Bueno eso era — dije mientras buscaba las llaves de mi puerta
— No...algo más
—¿ Que ? — levante la ceja
— Te amo
»Yo te ame «
— ¿hasta aquí tienes que venir a decírmelo?— comencé a reírme
— No estoy bromeando...
— Sabes muy bien, Que amo a Elena.... El día que terminamos nuestra relación fue por que no soportaba más estar a tu lado — sus ojos comenzaron a cristalizarse— Lo nuestro fue maravilloso pero todo tiene su final y lo sabes perfectamente...
— No puedo olvídate — insiste
— Eso no me lo dijiste la misma noche que te encontré con Samuel...
— Eso fue esa noche nada más...
— Te acóstate con mi mejor amigo en ese entonces... Sabias que Samuel era como un droga para mi, me apoyaba en todo, cualquier puta cosa que se me ocurría, las veces que nos íbamos a tomar hasta la madrugada. Lo conocí cuando teníamos como unos diez o ocho años. — pase mis manos por mi cabello
— Eso no lo sabía — susurró
— ¡¡¡CLARO QUE LO SABÍAS!!! — Grite
— Y este niño que estoy esperando es de el — comenzó a llorar
— Que se haga responsable
— No lo quiere
— Aborta — la mire — Si no quieres tener la criatura aborta, no es la mejor opción — negó con su cabeza — bien no lo abortes... Cuando des a luz al niño me das los papeles y lo adopto.
— No... no, no — negó varias veces —Haré eso, abortare — abrí los ojos como platos — Acabare con la vida de el feto
— No lo hagas — intenté que cambiara de opinión
— Tu mismo me dijiste que abortara..
— Pero no es la mejor opción— repetí
— Hablaré con Samuel