Un sueño perdido

Capítulo 8: Regalo

Natasha

Al llegar a mi apartamento recibo otro ramo de rosas rojas, ¿qué quiere Ryan? Han pasado años y ahora vuelve, no sé por qué, pero no quiero saberlo. Cuando nuestra hija murió, no pasó ni un mes para que él anduviera con mujeres por ahí, yo lo necesitaba y él solo me daba la espalda, me gritaba diciendo que lo superara y un día hasta me dio una bofetada, ese día supe que me había casado con un monstruo y que lo había descubierto demasiado tarde.


— Hola Mariano— Saludo cuando entro a mi oficina a la mañana siguiente

— Los novios quedaron encantados mi Nati— Me dice de forma alegre, yo solo sonrío débilmente

— Ya lo sé, hablé con ellos ayer, ahora deben estar de luna de miel en el crucero ese

— Sí, y tu también necesitas un crucero


— De qué hablas?— pregunto, él sonríe

— Nati no te has tomado vacaciones en mucho tiempo, pareces cansada y


— el trabajo me entretiene Mariano

— ¿Cómo estás? —Melissa y Alexia entran a mi oficina


— ¿Por qué lo preguntas?


— supimos lo que ayer paso con Ryan—Dice Alexia mirándome con sus grandes ojos


— No sé qué demonios quiere, pero no pienso volver con él

— Y dime, ¿no vas a hacer nada por nuestro guapo fotógrafo? — pregunta Melissa con una sonrisa coqueta

— ¿De qué hablas?


— Ryan rompió la cámara Nati, su cámara, pobre hombre—expresa Alexia

 

— ¿Y qué voy a hacer? No puedo volver el tiempo atrás — Le digo, aunque ya sé lo que ellos quieren que haga


— Oh mi Nati, no sientes ganas de hacer algo por ese buen hombre tallado por los dioses, con ese pelo, esos tatuajes, esos músculos, esos

— Basta Melissa— Digo haciendo una mueca de desagrado

— Ya sabrás qué hacer Natasha— Dice de forma seria Alexia, ella siempre tan seria


Mis amigos se van, me quedo pensando un rato hasta que decido salir de mi oficina

—Danilo, llévame al estudio de Deeks— él asiente y arranca el coche, de camino ahí hago algunas llamadas, mañana tendré a unos clientes importantes y todo debe estar impecable, después de todo Mariano tiene razón, desde que monté la agencia no he dejado de trabajar ni un día. También paso por una tienda y compro lo que necesito

Al llegar al estudio Dexter no está, yo miro la habitación donde realiza las fotos y camino por ella, la curiosidad me gana, encuentro varias fotos sobre el escritorio y comienzo a observarlas


— ¿Espiando?—Me sobresalto y las fotos caen de mis manos

— Me has asustado— Le digo y me agacho a recogerlas


— No fue mi intención —él también comienza a recoger y nuestros dedos rozan, me pongo de pie enseguida y dejo las fotos sobre la mesa

— ¿Solo haces fotos en ropa interior? — pregunto ya que todas las chicas de las fotos estaban semidesnudas

— No, pero casi todas las piden así — Me dice sonriendo—¿qué haces aquí Natasha?

— Vine a traer algo—Digo y extiendo la bolsa hacia él


— ¿Un regalo? ¿Me haces un regalo?— pregunta cogiéndola, no me gusta como me mira ahora mismo y retrocedo, aunque él se acerca y quedo contra el escritorio.


— No es un regalo—Digo casi en un susurro, él está a solo pocos centímetros de mi— Lo hago por la agencia


— Entiendo—él se aleja y yo respiro con tranquilidad, abre la bolsa y saca la cámara de ella—Waw, esto es fenomenal

— es una de las mejores

— y más caras —Dice él y me mira— Gracias Natasha— sus ojos brillan y por unos segundos no logro apartar la vista de ellos

— ¿Dex?— Ambos miramos hacia la puerta, hay una chica de pie ahí, mirándonos a ambos — ¿interrumpo? 


— No Alicia — Dice Dexter que parece nervioso— Ella es Natasha, mi jefa


— Oh mucho gusto— la chica extiende la mano hacia mi y yo correspondo al saludo— Soy Alicia, la novia de Dex.


La palabra novia se queda en mi mente,¿ella es el ángel al que se refería ayer?


—Bueno, yo ya me voy, mañana ve a la agencia Deeks— Digo sin mirarlo y salgo de ahí


Llego a la agencia y entro a mi oficina para sorprenderme con la visita que ahí se encuentra

— ¿Papá? — Digo de pie en la puerta, él se levanta y me abraza


— te extrañé Nati


— Y yo a ti, ¿qué haces aquí? — pregunto confundida


— Hija, tu madre está muy triste, creo que deberías ir


— mi madre dijo cosas horrendas, papá, no quiero verla— respondo tomando asiento en el gran sofá


— Ya lo sé, pero ella es así, habla sin pensar, quiere disculparse, ve allá por favor— Me suplica mi padre, él siempre ha sido un buen hombre, aún no entiendo que hace casado con Natalia


— Ok, iré —expreso luego de unos segundos— pero si mi madre hace otro de sus comentarios juro que no volveré a hablar con ella


— Gracias mi pequeña—nos abrazamos y él se va.


Dije que iré, pero no dije cuando así que tendrán que esperar un poco


— Se ve rico— exclamo entrando al local donde trabaja Alexia, ella está preparando un pastel, sonríe

— Está rico,¿quieres un trozo?


— uno pequeño— digo, ella me da un trozo y lo pruebo, definitivamente mi amiga es la mejor haciendo esto


— Está estupendo


—¿Qué sucede? Casi nunca vienes hasta aquí, aunque solo tienes que coger un elevador


— Mi madre quiere hablar, dice que para disculparse, mi padre suplicó para que fuera a la casa

— Deberías ir—Dice retocando otro pastel

— No creo que salga bien— digo, conozco a mi madre y ella no se disculpa

— No pienses siempre lo peor amiga, dale una oportunidad, todos merecemos una— comenta y tengo la ligera impresión de que no solo se refiere a mi madre, Alexia es hermana de Ryan, ¿pero acaso conociendo nuestra historia puede llegar a interceder por él? No digo nada y sigo comiendo mi pastel.



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En el texto hay: romance, secretos, niña

Editado: 11.03.2023

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