Un Toque Dulce.

Capítulo 12. Momento especial.

Jin.

–¡Ya volvimos! –gritó Hobi, llamando mi atención a la puerta de la cocina, viéndolo entrar con unas bolsas.

–¿Consiguieron todo lo que les pedí? –pregunté, acercándome a la mesa donde dejó las bolsas.

–Sí, Namjoon se aseguró de traer todo, ya trae lo demás con Taehyung.

–Muchas gracias, Hobi, de verdad me han ayudado bastante.

–Es un placer, aunque fueron muchas cosas las que nos encargaste. ¿Vas a cocinar tu solo?

–No, le pedí a Kate que me ayudará.

–¿Mi hermanita vendrá? Qué maravilla, será una cena deliciosa –expresó emocionado, haciéndome reír.

–¿Ya se decidieron en la decoración del lugar? –pregunté curioso.

–No lo sé, eso lo dejamos en manos de Jimin, JungKook y Anya.

–¿Anya decorando? ¿Y ese milagro?

–Dijo que vio ideas muy buenas en internet.

–Bueno, será una buena decoración en ese caso.

–¡Jin Hyung! –me llamó Tae, entrando a la cocina –. Mira a quien me encontré –anunció, entrando con Kate a su lado.

–Hola, ya llegué –fue su saludo, sacudiendo su mano.

–Pensé que ibas a llegar más tarde –dije confundido, mirando el reloj en mi muñeca.

–Me dejaron salir temprano.

–En ese caso, bienvenida, hermana. Espero que tú y Jin hagan una cena increíble –dijo Hobi con una sonrisa.

–Superaremos sus expectativas –aseguró, recogiendo su cabello en una coleta alta, guiñándole un ojo.

–Listo, creo que ya es todo –se escuchó la voz de Namjoon, dejando una caja en la mesa –. Oh, hola Kate –saludó amable al verla –, no te vi llegar.

–Cuando llegué, estabas tratando de tomar la caja, puede que haya sido por eso.

–Sí, es lo más probable.

–¿Terminaron de hablar? Necesito a mi asistente –dejé en claro, haciéndolos reír.

–Iremos a ver a los demás, para ver si la decoración esta lista, para comenzar a llevarla –anunció Tae, saliendo de la cocina.

Asentí ante sus palabras, mientras que Kate se despedía de ellos, sacudiendo su mano con alegría.

–Entonces, ¿lista para esto, Aprendiz Turner? –bromeé, llamando su atención.

–Sí, Chef Kim –me siguió el juego, haciéndome reír.

–Bien. Comencemos a lavar y desinfectar las verduras y frutas que usaremos, mientras lo hacemos, te iré explicando cada platillo, para no perder el tiempo, ¿de acuerdo?

–Tu ordena, yo obedezco –ah, me gustan esas palabras, por lo que comenzamos a preparar las cosas.

Por lo general, cuando es algún cumpleaños o evento especial, cocino con ayuda de los chicos, una vez Anya me ayudó, así que estoy curioso del modo de reaccionar de Kate, porque suelo ser demasiado mandón, exigente y perfeccionista. No juzgan esa faceta de mí, pero si los desespera, así que veremos cómo lidia con eso la pequeña Turner. Estoy un poco nervioso por ello, pero también emocionado, este es uno de los pocos lugares donde puedo ser yo mismo.

Al principio, no hablamos mucho, sólo lavamos, desinfectamos y comenzamos con los preparativos para los platillos. Mientras cortamos y pelamos algunos vegetales, voy diciéndole cada platillo favorito de Farijh que quiero hacer (cortesía de Meredith, quien fue la que se los preguntó de manera cautelosa), mientras que Kate asentía ante mis órdenes, sin perder la concentración.

Lo confieso, me sorprende su capacidad de adaptarse a mi modo intenso de ser, como acata cada orden con extrema obediencia y no pone ningún, pero. Podría decir, que es la mejor asistente con la que he trabajado, pero aún es temprano para decirlo, eso creo.

–Echa esas zanahorias cuando el agua hierva, deja que se cocinen por sólo diez minutos, no quiero que estén muy blandas –ordené, señalando una de las ollas en la estufa –. Hazme el favor de cortar la carne en cubos y echarla al marinado, piezas medianas, por favor, no todos tienen boca grande.

» Y también, no olvides revisar la pasta, sólo faltan dos minutos para que se termine de cocer, no quiero que quede muy aguada.

–Sí, Chef –respondió, picando la carne en cubos pequeños, fijándose de vez en cuando en el reloj, para hacer las cosas en tiempo y forma.

–Oye, Turner –la llamé, sazonando un caldo –. ¿Cómo has podido memorizar todo eso tan rápido?

–Ah, es que tengo buena memoria. Puedo memorizar rápido las ordenes, así no tengo que ver el papel o preguntar a cada instante –respondió con una sonrisa.

–Esa es una buena cualidad, además, tienes buen ritmo de trabajo.

–Gracias, tuve que aprender a trabajar rápido, por culpa de la diva del cocinero.

–¿Ah? –expresé confundido.

–Suele faltar en ocasiones en el trabajo, y a veces solemos llenarnos tanto, que tengo que ser su asistente, ya que soy la única con experiencia en la cocina.

–Supongo que no es una tarea sencilla.



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En el texto hay: esperanzas, amor, bts

Editado: 02.02.2021

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