Un Toque Dulce.

Capítulo 20. Molestia y miedo.

Kate.

–Wow, esto es muy colorido y llamativo –dijo Bahar, al ver el interior del restaurante-bar al que asistimos.

–Así son la mayoría, pero te aseguró que la pasaremos bien –respondí, pidiendo una mesa.

El plan del día de hoy, es presentarle a Bahar a mi equipo de amigas, que son Meredith, Anya, Farijh y Young Mi, sólo que esta última dijo que estaba ocupada con lo del caso sobre la custodia de Rosie, así que se disculpó por su ausencia. No fue ningún problema, este es un caso importante para todos, así que no discutí con ella ni me enojé.

Al sentarnos en la mesa, Bahar no dejaba de ver la decoración, y por supuesto, a algunos hombres que se encontraban en la barra. Sim a mi amiga le encanta mirar a os hombres, y ellos a ella, es algo habitual. A veces hablan, a veces quedan en salir, a veces sólo se queda en miradas coquetas, pero ella sabe hasta dónde llega y a hacerse respetar, aunque sea muy coqueta.

Recibo un mensaje de Meredith, que dice que llegará un poco tarde, ya que su sesión se atrasó un poco. Respondo que no hay problema, que venga con cuidado. Como ya tengo el teléfono en la mano, me preguntó si será buena idea mandarle un pequeño mensaje a Jin, pero al ver la hora, sé que no lo verá, ya debe estar en su presentación. Guardó de nuevo el celular, concentrándome en mi amiga.

–Amiga, hay muchos hombres guapos aquí –susurró emocionada.

–Así es, son bastante atractivos –coincidí, al mirarlos de manera discreta.

–Tu novio también es atractivo, y tiene una energía llamativa.

–Jin no es mi novio.

–¿No? Juré que si lo eran –dijo sorprendida.

–No, sólo me dio a entender que le gusto, y de algún modo, para no romper la magia del momento, le di a entender que a mí también.

–Ah, pero va a explorar lo que tienen, ¿verdad?

–Sí, eso es lo que vamos a hacer.

–Eso es muy lindo, pero, aun así, aclara las cosas, no vaya a ser que tu imagines una cosa, y él algo distinto.

–Lo haré, n te preocupes –la tranquilicé, palmeando su hombro.

–De todas maneras, me cayó bien, tiene una risa peculiar, pero divertida.

–Es uno de sus sellos distintivos.

–Uh, ya me dan ganas de volverme su fan. ¿Alguna canción que él cante solito?

–Unas cuantas, te las envió más tarde.

–Excelente, pero quiero ir al baño, así que ahora regreso –se excusó apenada, yéndose.

Desde que conozco a Bahar, me di cuenta que es una persona un tanto selectiva, y un poco más en la música. Nunca ha escuchado K-Pop, y nunca la he obligado, pero ahora que parece mostrar un genuino interés, me hace feliz. En parte lo hace para entender mis gustos, y creo que para ver qué tan bueno es BTS, pero espero que lo haga también, porque le llamé la atención.

Un golpe seco en la mesa me asusto, haciendo que alzará la vista, sorprendiéndome de ver a Clayton frente a mí.

–Clayton, ¿qué haces aquí? –lo cuestioné.

Su mirada tardó en enfocarse en mí, y cuando lo hizo, noté que estaban rojizos y vidriosos. Nunca lo vi así, ¿estaría drogado?

–K-Katie… necesito hablar contigo… –arrastró las palabras, tambaleándose un poco.

Su aliento impregnado en alcohol golpeó directo a mi rostro, asqueándome de inmediato.  Parece que se terminó toda la botella, el alcohol en su aliento era tan intenso, que por poco acabó vomitando.

–Qué asco –murmuré, cubriendo mi nariz –. ¿Estas ebrio? –no fue mi mejor pregunta, pro necesaria, o eso creía mi cerebro.

–Sólo tome un par de vasos.

Como si fuera alguna clase de revelación, recuerdo que me dijo que no tenía mucha tolerancia al alcohol, y tomando en cuenta el estado en el que se encuentra, estoy segura que fueron más que un “par de vasos”.

–Clayton, no estás en las mejores condiciones para que hablemos –dije de manera tranquila –¿Qué te parece si vas a casa, descansas y hablamos otro día?

–N-no, ya esperé demasiado –fue su respuesta, un rechazo a mi propuesta de manera directa.

–Clayton, debes escucharme…

–No, tu escúchame a mí –me interrumpió –. No quiero que sigamos así, no quiero que sigamos separados. Dame una oportunidad más, una, por favor –suplicó, arrodillándose a un lado de mí.

Las miradas curiosas de algunas personas se posaron en nosotros, lo que me hace sentir pena ante la situación, pero no por eso, voy a caer en los juegos y palabas de Clayton-

–Lo siento, pero ya es tarde.

–No, no, no es tarde –negó, tomando mis manos –. Yo te amo muchísimo, con todo mi corazón, nadie te amará como yo, ni siquiera ese chico con el que estas saliendo, estoy seguro de que sólo quiere usarte.

–Un momento –lo detuve, soltándome de su agarre, que, gracias a Dios, no era tan fuerte como la vez pasada. Tal vez era por el licor en su sistema, que hacía que no fuera tan consiente de su cuerpo, lo que ayuda a que no sea tan fuerte –. No me gusta nada de lo que dices, así que es mejor que te vayas.



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En el texto hay: esperanzas, amor, bts

Editado: 02.02.2021

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