Un Toque Dulce.

Capítulo 40. Paz (Final).

Jin.

Muy pocas cosas pueden hacer que mis despertares sean toscos, uno de ellos, son los ruidos irritantes, y mi celular vibrando en la mesita de noche de manera continua es uno de ellos.  Como puedo, lo tomó y apenas abriendo los ojos, veo el nombre de Namjoon en la pantalla. Ni siquiera quiero hacer cálculos en la diferencia horaria, sólo contesto, quedando boca arriba para que escuche de manera clara como lo insulto.

–Te invitó a que me digas tu problemática, para después yo despotricar mi desprecio hacia ti –fue lo primero que dije, con voz más ronca de lo normal.

–Estoy en problemas–fue la respuesta de Namjoon.

–¿Qué rompiste ahora?

–¡Nada! ¡No hice nada!

–¿Entonces?

–Hay una chica dormida en mi habitación –soltó, y no sé si aún sigo dormido o qué, pero eso pareció a algo que soñaría, o al menos, que no creía que a él le pasara.

–¿Llevaste a una chica a la residencia? –pregunté, intentando entender el lio.

–No tuve otra opción, ella se veía muy mal.

–¿Qué tan mal?

–No podía caminar de lo ebria que estaba.

–Eso si suena mal –murmuré, recargando más cómodamente mi cabeza de las almohadas, presiento que esto se va a poner más loco –. Ahora, explica porque estas en problemas.

–Porque no encuentro una identificación o número que me ayude a localizar a algún familiar o conocido. Intenté con su celular, pero no logró hacer el reconocimiento facial por su maquillaje corrido y ya agoté las oportunidades de la contraseña. ¿Y si la buscan y creen que la secuestre? ¿Qué me aproveche de ella en ese estado? ¿Qué hago?

No es la primera vez que escucho a Namjoon desesperado, pero si la primera que está desesperado a causa de una chica. No entiendo muy bien que pasó, de hecho, ni siquiera sé cómo es que la conoció o se la encontró, tampoco que lo impulso a llevarla a casa. Cuando creo que no podemos tener más sorpresas, algo viene y me sorprende, debería acostumbrarme a ello.

–Cálmate, no ayuda que te pongas histérico –comencé a decir –. ¿Estás solo en la residencia?

–Sí, Jimin se fue con Farijh y Hobi tiene una cita con Elise.

–¿Cita romántica o amistosa?

–Romántica, me parece.

–Nuestra esperanza está avanzando, pero dejando eso de lado, tienes dos opciones: Esperar a que la chica despierte y te llamé pervertido, o llamar a alguna de las dos chicas para que te ayude, ya sabes, tal vez así se asuste menos y haya menos probabilidades de un posible escándalo internacional.

–Sí, eso hare, es una buena idea.

–De nada. ¿Puedo ir a dormir?

–Sí, sí, lo siento, tenía pánico y no sabía a quien llamar.

–No hay cuidado, pero luego quiero sobre cómo te atreviste a ayudar a esa chica y la cita de Hobi.

–Trato. Sigue descansando, te llamó luego –se despidió, cortando la llamada.

Sacudí un poco la cabeza, preguntándome como Namjoon se metió en semejante lio, uno que espero no afecte de ningún modo. Por ahora, no voy a hacer teorías, voy a dormir un poco más, no hay nada que me lo impida, a menos que sea Namjoon histérico. Debería acostumbrarme a que nuestros días ya no son tan tranquilos, pero no, cada día es una aventura nueva que me hace aprender cada día mas.

•••••

–Miren nada mas quien decidió aparecer –dijo uno de los primos de Kate, Sebastián, con una sonrisa burlona. Me reí un poco, mientras seguía tallando uno de mis ojos.

–Debiste tener el sueño muy pesado para dormir hasta estas horas, hijo –señaló el papá de Kate, mirando su reloj.

–Un poco. Aun no me acostumbro al horario, además, tuve una llamada de Namjoon en la madrugada.

–¿Pasó algo malo? –preguntó Kate preocupada, a lo que negué con la cabeza, sentándome a su lado.

–Nada, sólo un pequeño problema que creo que ya resolvió.

–Ah, eso es bueno.

–¿Sabes algo, Jin? –me llamó Bahar, girando a verla –. Es impresionante verte recién levantado. Haciendo de lado tus ojos un poco hinchados y cabello revuelto, no te ves mal, de hecho, te ves igual o más atractivo que siempre.

–Te agradezco el comentario, Bahar, pero no puedes esperar menos de mi –presumí, guiñándole un ojo.

–Algunos chicos se ven como idiotas y patanes cuando hacen eso de presumir, pero en él luce de manera encantadora –murmuró la prima de Kate, Fátima, suspirando un poco –. Tienes mucha suerte, prima, él es divino.

Kate sólo se ríe, pero creo que el más afortunado soy yo, para lograr que es bonita y pecosita pelirroja me amará como yo la amo. Sé que la mayoría del tiempo me la pasó burlándome de sus ocurrencias, fastidiándola y molestándola, pero juro por dios que ella provoca dulzura, ternura y un amor profundo cuando la veo o me sonríe.

Cuando conocí a Kate, algo me decía que iba a poner de cabeza mi mundo, intente alejarme porque toda esa chispa que emanaba llamaba mucho mi atención y curiosidad, porque a pesar de lo mal que me sentía, ella me hacía sentir en paz. Aquí aplica la típica frase cliché de: no era lo que soñaba, pero si lo que necesitaba. Con paciencia, me enseñó y dio motivos para creer de mi de nuevo, a dejar mis miedos y dudas, a reconocer, saborear y experimentar los toques dulces de la vida, momentos que me hicieron sonreír, reír y soñar despierto.



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En el texto hay: esperanzas, amor, bts

Editado: 02.02.2021

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