5º Capitulo
Llorando me dirigí corriendo a mi cuarto, yo no podía más era demasiado para mí como mi padre nos va a dejar, nosotros somos su todo sus hijos.
De tanto llorar no me di cuenta que me quede dormida hasta que mi madre me levantó para alistarme para ir al colegio. Pasaron tantas cosas ayer que me siento sola, sin que nadie me apoye.
No sé que pasará a partir de hoy, no me siento yo. Mi padre es todo para mí siempre fue la persona que me protegió de mi madre cuando ella descargaba toda su furia en mi.
¿Cómo le haré a partir de ahora?
¿Cómo me voy a proteger de todos? No lo sabía, así que tendré que descubrirlo por mi cuenta.
Nunca eh entendido porque Dios están cruel con algunas personas.
¿Porque nos hace sufrir?
Salgo del baño ya lista con el uniforme puesto, este es una falda plisada cuadrada con los colores negro, tinto, blanco y gris, también porto una camisa con el escudo de la escuela, llevo unas calcetas blancas hasta las rodillas con unos zapatos negros. Mi cabello sujeto en una cola alta y de este caen las ondas de mi cabello ondulado, me coloco un moño blanco ya que es obligatorio.
- Mamá, ya estoy lista
- Ayúdame con tus hermanos
Le ayudo, al terminar nos dirigimos a la escuela mi madre nos deja primero a mi hermano y a mí ya que los dos cursamos primaria, para después ir al edifico del kínder y dejar a mi hermano menor.
Al llegar me dirijo a mi salón el cual se encuentra en el último piso por ser el ultimo grado de primaria.
- Hola - me saluda mi amiga Ana Elsa. No somos tan cercanas, pero como hemos estado juntas desde que iniciamos la primaria nos sentimos cercanas al igual que todos los demás compañeros.
- Hola - le regreso el saludo
Mi grupito realmente no es el mismo de ella pero si me junto con su circulo. El mio esta conformado por Dafne, Grace, Nathaly, Kibel y Miriam.
Al momento del recreo platicamos de cosas triviales, no me anime a decirles lo que pasaba ahora en mi vida.
Cuando llegue a casa me dirigí a mi cuarto a llorar, no podía seguir así llorando pero no podía dejar de hacerlo es lo que más quería hacer.
Tocan mi puerta y creo saber que se trata de mi madre.
- Montserrat
No volteo, no me importa quién es, solo quiero estar sola llorando.
Yo solo quiero desaparecer, ya no quiero vivir, no puedo seguir.
- Montserrat
Vuelven a llamar así que le quito el seguro a la puerta y la abro. Siento que me rodean con unos brazos y sé que es mi prima Perla ella es de mi misma estatura, su cabello rubio cenizo se combina con el color castaño del mio.
Ella a sido mi ancla desde niña. Realmente no somos primas de sangre pero nuestro cariño es tan grandes que junto con su hermana nos consideramos familia.
Nos separamos y veo sus ojos cafés también con unas lágrimas y solo con eso sé que tengo a una de las personas que siempre va a estar ahí.
- ¿Quieres hablar?
Me quedo callada sin saber que decir solo derramo más lagrimas. Ella vuelve abrazarme. Decidimos entrar y me empece a desahogarme, ella solo se queda callada viéndome.
- Montse
No digo nada solo la observo. A pesar de saber que siempre va a estar ahí para levantarme me siento sola, vacía con un sentimiento jamas antes vivido en mi.
- Montse, tienes que ser fuerte por ti y por tus hermanos
- Es… es…es que no sé como serlo -siento mas lágrimas caer por mis mejillas y ahí es cuando por primera vez me permito llorar hasta que me deje de doler.
Perla me abraza y me permite llorar hasta que no pueda más.
¿Cómo la persona que siempre te protegió te va a dejar sola?
¿Porqué hay padres que abandonan a sus hijos?
Nunca lo sabré. Los adultos son muy difíciles de entender.
En la noche mi mamá entra a mi cuarto, Perla ya se había ido a su casa y después de jurar ser fuerte me quede sola viendo una película en Netflix.
- Prepara tus cosas -me dice mi madre muy tranquila-. Nos iremos a Guadalajara para ir a la consulta con la neuróloga
Nunca eh entendido porque vamos Rogelio y yo con una neuróloga, pero me gusta ir ya que falto a clases y de pasada visitamos a nuestros tíos que viven ahí, salimos a varias partes de la ciudad o simplemente vamos a la casa de mis tíos y jugamos en el parque de la privada.
(…)
Al llegar a la ciudad de Guadalajara, Jalisco mi mamá se dirige al hotel para poder descansar después de 6 horas por carretera.
El hotel Holiday Inn es de los hoteles que más me gustan, es nueva esta experiencia para mí quedarme en este hotel, ya que nunca nos hemos hospedado en la sucursal de Guadalajara. Es un edificio beige estilo minimalista, su vista es hacia la ciudad ya que esta ubicado en el centro, al entrar a el es muy clásico, se encuentra el recepcionista, en frente la sala de estar, al fondo el restaurante igual minimalista.
- Disculpe - madre le habla al recepcionista -, tengo una habitación al nombre de Ana Quiñones.
- Si, aquí se encuentra registrada - dice el recepcionista muy respetuoso -. Es la habitación 365, la cual se encuentra en el tercer piso, si gusta que le ayuden con las maletas y pueden utilizar el elevador
- Si, me gustaría que nos ayudaran con las maletas
El botones nos ayuda y subimos al elevador. Al llegar a la habitación, el señor deja nuestras cosas y se despide deseando buenas noches.
Así que aquí estamos al día siguiente con la neuróloga. El lugar es colorido, tiene plantas, una sala de estar con los colores morados y verdes, el piso es duela y las paredes son de un color beige.