Un Trago Amargo 1º

Separaciones

Primeras semanas de Septiembre 2019

 

  • Tío… Tío - grito con lagrimas en mis ojos -. No te vayas, no me dejes. ¡TÍO JAVIER!

 

Me levanto de una, ¿Qué… qué fue eso? Desde que mi madre me dijo la realidad del accidente de mis tíos, no paro de tener sueños con ellos, porque a demás Ana no solo soltó la verdad de como fue esta desgracia, sino que mi tía esta viva.

 

Mis primas sufriendo porque no tienen a su mamá, porque no crecieron con ella. Y todavía no puedo superar que nos hayan mentido. Ósea si éramos unas niñas, yo siendo la mayor de todos los nietos tenia tan solo 6 años.

 

Siento algo recorrer mis mejillas, me las limpio con mis manos y estoy empezando a llorar. Tomo mi teléfono y le mando un mensaje a Alice y Ana. Normalmente ellas me ayudan con mis problemas, yo se tengo que ir con un psicólogo pero deje de ir hace unas semana. A parte con hablarlo me siento mejor. Ellas siempre han estado ahí para mí, así como mis demás amigos.

 

Salgo de la cama y me dirijo hacia el baño, donde me despojo de mi pijama y hago la misma rutina de todos los días. Hay veces en las que pienso que soy como un robot, hago lo mismo todos los días no cambia nada, bueno sí mis sueños.

 

Al terminar de abrocharme la falda de monja, vuelvo al baño y tomo el cepillo para desenredar mi pelo. Me coloco unas gotitas de aceite para que no se me esponje tanto pero mi pelo es tan raro que no es ondulado ni chino; más bien es una mezcla. Pero es lo que me identifica, es parte de mi personalidad.

 

(…)

 

Llego a la escuela antes de la 7:00, así que me pongo a ver Instagram, en eso mandan un mensaje en el grupo de WhatsApp que tengo con mis amigos de mi escuela anterior.

 

Venenosos

 

Alice: Montserrat.

 

Ana: Montserrat.

 

Rafita: Montserrat.

 

                                      Montserrat: ¿Por qué tan temprano? Que no ven la hora carajo son casi las 7:00, que les pasa cabezotas.

 

Alice: Es sobre Jesús.

 

Me quedo en shock, ¿qué pasó con él?, desde que me cambie de escuela nuestra amistad parece que desapareció, porque hablamos así de vez en cuando.

 

Jimena: Contesta, Montse. Es por tu bien.

 

 

                                                                                 Montserrat: Mande.

                                                                                 Montserrat: ¿Qué paso con él?

 

Alice: Te lo dire sin tacto. Ya todos aquí decidimos

que seria lo mejor para ti.

 

                                                      Montserrat: Wey habla claro no tiendo ni una mierda.

 

Rafita: Es mejor que te separes de Jesús.

 

Jimena: El ya te cambio wey, como te

trataba a ti, así trata a la nueva.

 

Alice: Le hace trenzas, se la pasa con ella. En pocas palabras

como se comportaba contigo.

 

Listo con esto presiono el botón de la bomba. No puedo creerlo, en serio siempre pensé que… que él iba a estar ahí. Era mi mejor amigo carajo. Pero claro todos los hombres en los que e confiado terminan haciéndome daño. Ya no le puedo decir nada por qué en eso llega la maestra.

 

  • Ey, Madrid.

 

Volteo hacia donde se escucha la voz y es Cristian. Me ve fijamente a lo que yo hago una mueca

 

  • ¿Por qué me llamas por mi apellido? - susurró.
  • Porque hay otra Montserrat en este salón, casi por nada y tú eres la nueva, además con un apellido único.
  • Okay.

 

Estoy a punto de tomar mi teléfono cuando me vuelve a llamar.

 

  • Mande.
  • ¿Por qué lloras?
  • Yo no estoy llorando, estas alucinando - trato de ignorarlo, no quiero darle explicaciones a nadie de aquí, aunque mis amigos saben que estoy llorando sé que me van a decir: “Es lo mejor para ti, no es bueno tener amistades falsas”.
  • Ay, por favor, Montserrat - volteo a verlo con una mueca -. ¿Qué? De lejos se nota que estas llorando.

 

Me limpio las lagrimas, le sonrió pero en vez de una sonrisa sale como una mueca. Pero me vale tres kilos de camote. No estoy ahorita para darle gusto a la gente. En eso la maestra explica el trabajo que haremos. Pongo manos a la obra para terminar más rápido y poder ponerme a pensar sobre esta noticia y poder a hablar con Jesús de esto.

 

- El que vaya terminando se acerca a qué le revise el trabajo.

 

Hago lo que pide cuando termino y mientras hago fila divago en mis pensamientos. Y con la musica que suena en mis audífonos, los cuales me coloque antes de ponerme a trabajar.

 

Si me preguntan por ti (oh, oh)

Diré que es mentira

Que toda una vida he soñado contigo

Yo sueño contigo

 

Si me preguntan por ti (oh, oh)

Diré que no es cierto

Que duele por dentro que no estés conmigo

Te quiero conmigo

 

Suena por los audífonos y yo sigo el ritmo con el dedo anular y pegándole a la libreta. Cuando por fin llego con la maestra, coloco mi libreta en su escritorio y sigo el ritmo con mi pie. Confirmo soy imperativa, pero ahorita necesito distraer mi mente para no ponerme a llorar como María Magdalena.

 

Llego a mi lugar y me siento. No quiero hablar con las amigas que ya hice, ahorita no quiero nada. Me pongo a leer, es la única forma que encontré para poder salir de mis problemas. Estoy tan concentrada en la lectura que ya me aven te tres capitulo en un ratito y por eso pego un saltito cuando alguien me toca el hombro. Es Cristian.




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