14 de febrero de 2022
Escucho sonar la alarma, y refunfuñando la apago. Me tallo los ojos y me estiro. Me quedo mirando hacia un punto fijo de mi pared, empiezo a divagar porque ciertamente no sé que estoy pensando. Sacudo mi cabeza y hago mi rutina de todos los días en la ducha. Mientras lo hago me la paso bostezando.
Hoy no es mi día
Cuando salgo del baño con una blanca puesta de Karl Lagerfeld, son esas típicas blusas sencillas que saca la marca. En pocas palabras blusa de diario. Me abrocho mi pantalón de mezclilla azul marino, skinny y tiro alto. De tenis me pongo unos Dolce and Gabanna blancos y con dorado detrás en la suela. Me dejo mi cabello suelto que se seque al aire natural. No aplico nada de maquillaje, me gusta como me veo sin él.
En eso que me estoy alistando recibo un mensaje, me apuro en juntar el reguero de ropa que tengo esparcido en mi cuarto. Si, soy como todas las chicas, sacan toda la ropa que tenia pensada y al final se decide por algo que no tenia pensado.
Pero esta vez es un outfit para la escuela, ya que es 14 de febrero, decidieron lo siguiente:
Blanco: Soltero
Rosa: Ligue
Rojo: Novios
Con eso los deje callados.
Rio ante el recuerdo. Creo que los deje pensando, aunque por las pistas ya dedujeron que es un personaje ficticio.
(…)
Saliendo de la escuela quede con unos amigos para ir a comer. Tengo tiempo sin verlos, desde que me cambie de escuela solo me e comunicado con ellos mediante WhatsApp. Los extraño mucho, son mi segunda familia. En pocas palabras son esos amigos que conoces de hace mucho y que con el tiempo se fueron ganando un lugar en tu corazón.
Entrando al restaurante veo a una masa de gente, así que decido mandarle mensaje al grupo para saber dónde están y como registraron la mesa.
Venenosos
Ana: Rafita, así lo registramos.
Montserrat: ¿Por qué sera?
Jimena: Quién sabe.
Río internamente por las locuras de ellos, en pocas palabras pusieron el nombre de Rafa, ya que es del que siempre le damos carrilla amistosa.
Al llegar a la mesa donde se encuentran, saludo a todos; uno por uno. Voy a la silla que esta desocupada, la jalo y me siento en ella. Coló mi bolsa en el perchero que un mesero amablemente lo coloco a lado de mí. El mesero toma la orden y se retira con un “con permiso”.
La maestra de Química de tercero de secundaria nos puso el apodo al grupo de nosotros, dado el echo que estábamos reunidos en una mesa criticando cuando la maestra llego y nos pregunto “¿Qué hacen?” A lo que nosotros contestamos a unísono “platicando”. La maestra se quedo para escuchar nuestra platica y sé unió, se dio cuenta que nuestras criticas eran fuertes y es así como terminamos siendo los venenosos.
¿Por qué son tan dramáticos?, medio restaurante se entero.