Un Verano Diferente

5. Reprimendas y recordatorios.

Si bien la fiesta de Yuri era escandalosa por si sola, ahora lo era aún más, cuando Elizabeth diviso la casa se encontró con la sorpresa de que alrededor de aquella casa se encontraban dos coches de policías estacionados, la música ya no se escuchaba y había un montón de gente viendo lo que pasaba.

—¿Estás segura de querer ir allí? —pregunto Oliver a Elizabeth.

No quería, pero al ver el a Des junto a Douglas hablando con un policía ahora era un poco difícil negarse a ir.

—No, pero tengo que ir, ahí esta Des y su padre, asi que se darán cuenta que no estoy. —contesto.

—Tus decisiones. — Oliver se encoje de hombros. — Vamos, te acompaño.

Tras esas palabras Oliver toma la mano de Elizabeth para acercarla a la multitud, algo que la sorprendió, no había chispas ni momentos electrizantes en cámara lenta, solo pudo sentir el calor de su mano. Cuando más se acercaban se notaba que unas personas se encontraban molestas por que la diversión de la fiesta se había acabado y porque los habían atrapado bebiendo sin tener mayoría de edad.

Al momento de estar a escasos pasos, Douglas se separo de Des para ir corriendo hacia ella, si bien sus intenciones era abrazarla, noto como ella se escondía detrás de la espalda del chico que la acompañaba, por lo que mejor mantuvo su distancia.

—Por dios Elizabeth, pensé que algo te había pasado cuando Des me dijo que no te encontraba en ningún lado pensé lo peor. —dice Douglas. —Si tu madre se entera que te has perdido estando conmigo me mata, y a ti te castiga de paso.

—Si ella se entera es por que tu se lo abras dicho. — argumenta Elizabeth, saliendo asi detrás de la espalda de Oliver. — Y no me he perdido, he regresado, solo acompañe a una amiga a un lugar, no podía dejarla sola, estaba borracha, bueno, esta borracha.

Douglas ve a Oliver de arriba debajo examinándolo.

—¿Una amiga? —pregunta señalando a Oliver.

—Si bueno, que te puedo decir ahora en día todo el mundo puede ser todo lo que quiera ser…

La sonrisa de Elizabeth sin duda desconcertó a Douglas. Por su parte Oliver trato de aligerar el ambiente.

—Disculpe, soy Oliver. — se presenta estirando su brazo hacia Douglas. — lamento el malentendido, Elizabeth acompaño a una amiga mía a un lugar seguro, me dijo que no tenia como contactar con nadie aquí, así que me asegure de traerla de vuelta a la fiesta.

—Gracias, eres muy amable. — Douglas le da una sonrisa agradecida, pero su mirada cambia en cuanto ve a Elizabeth. — en cambio, tu y yo hablaremos en cuanto lleguemos a casa.

Tras decir eso va de nuevo con los oficiales con los que se encontraba hablando para explicarles que su hija adolescente desaparecida había regresado de nuevo a la fiesta.

—Viendo que tu padre se encuentra aquí y que probablemente seas castigada, mi deber aquí se ha acabado, fue bueno conocerte Elizabeth. —se despide Oliver con una sonrisa.

—Lo mismo digo. —le sonríe de vuelta.

—Mi consejo de esta noche es que dejes de lado a las borrachas y procures tener un numero de emergencia que viva en la misma ciudad en la que te encuentras, eso ayudara mucho en el futuro. —se burla.

—Lo anotare en las cosas que tengo que hacer en el futuro. — ella se ríe. — cuídate de regreso a casa.

—Siempre.

Y con eso los dos se separaron, Elizabeth realmente esperaba que ambos se volvieran a encontrar, él era realmente agradable, su manera de hablar y como se comportaba eran relajadas, pero tu mostraba su interés en la conversación que era algo que a ella le gustaba.

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El camino de regreso a la residencia de los Smith se encontraba envuelto de un silencio incomodo, al menos para Des, su padre se notaba tenso mientras manejaba, y Elizabeth ni siquiera quitaba su vista de la ventana. Seguro estaba molesta con ella por haberle hablado a su padre, pero cuando no la encontró por ningún lado en la fiesta pensó lo peor y no tuvo más remedio que hablarle a su padre para que la ayudara.

—Eli… lo siento. —murmura Des.

—No hiciste nada malo Des, solo me informaste que algo estaba mal, así que hiciste lo correcto. —dice Douglas desde en frente.

—Si Des, hiciste lo correcto. —repite Elizabeth.

El hecho que ni siquiera volteara a verla cuando dijo eso, o su falta de emoción en su hablar le hicieron entender que realmente no es que no le importara que lo haya hecho, si no más el hecho que su padre haya dicho aquello. Cuando llegaron a la residencia Smith, Des bajo de manera apresurada con lagrimas en sus ojos por haberse equivocado con su hermana, dirigiéndose a su habitación.

Al momento en que Elizabeth iba a subir las escaleras Douglas la llama.

—Elizabeth, tu y yo debemos hablar, no creas que lo que hiciste se quedara sin castigo.

—¿Estas hablando en serio?

—Por supuesto, lo el haberte ido del lugar de donde te di permiso, y que sobre todo no conoces, te pone en peligro, no avisaste ni siquiera a Des a donde ibas o con quien, si algo te pasaba seria mi responsabilidad, estas bajo mi cuidado, debo protegerte.

—Yo ayude a una chica desorientada, no avise a Des por que no sabia donde estaba, ni tengo sus celulares para llamarlos, y si tanto te molesta que sea una responsabilidad hablare con mi padre para regresar. —habla Elizabeth molesta. — Yo no tengo tu conciencia, a mi me carcome por dentro ignorar a alguien que me necesita.

—No creces la línea Elizabeth, soy tu padre.

—No, TU no cruces la línea, no eres mi padre, solo eres un infiel que se acostó con mi madre y que por ello nací yo, pero quien si decidió ser mi padre no eres tú, así que no te hagas llamar de esa forma.

—¡Elizabeth!

—¿Qué? ¿Esperabas que te dijera papi? Ya déjate de estupideces, eso no pasara.

—Estas siendo una irrespetuosa y caprichosa en este momento.



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Editado: 21.11.2023

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