Vi que se estaba abriendo la puerta de esta habitación, y cuando vi que por esa puerta entraba Alec casi me vuelvo a desmayar, pero no del susto sino del corazón porque verlo aquí a mi lado es muy difícil controlarse, se quedó mirándome y cuando me mire se ve que estaba con una camiseta corta roja que era de él, y en ropa interior, me estaba mirando con una cara de sorprendido, que me levante y le dije:
-Donde está mi ropa?-pregunte superdesesperada porque no siguiera viéndome así como estoy.
-Está para lavar porque estaba llena de sangre del pelotazo que te dieron- me digo recordándome lo que paso ayer.
-Gracias por recordarme lo que paso ayer- le dije con un poco de rabia y tranquilidad
-Si quieres te puedo dejar unos pantalones a no ser que quieras bajar así a desayunar por mi podrías bajar así- me dijo con esa sonrisa tan perfecta en su cara.
-Mejor dame unos pantalones, pervertido-le dije estresada.
-Ahora soy un pervertido, no era el chico de tus sueños?- cuando me dijo eso me quede parada mirándole, como sabía eso él, como lo había descubierto.
"Alec quiero que sepas que eres el chico de mis sueños y que quiero estar contigo"
Madre mía, no puede ser, ayer le dije que era el chico de mis sueños, como puedo ser tan inútil como para decir eso en voz alta en sus brazos anoche.
-Puede ser que eso ya haya cambiado, la gente cambia de opiniones mutuamente-le respondí con una sonrisa pintada en mi cara.
-Pero eso no era una opinión, son tus sentimientos, porque, que sientes por mí?- me acaba de preguntar, que siento por él, que hago lo ignoro o se lo digo.
-Si quieres saberlo tendrás que darme ya los pantalones para bajar abajo a desayunar- espero que me haga caso si quiere saber la verdad.
-Vale, toma aquí tienes, unos pantalones cortos- me dio los pantalones y se quedó mirando.
-Que estás mirando?- le pregunte confusa.
-Estoy mirándote, algún problema?-cuando hace esa sonrisa con estas frases me vuelve loca.
-No- dije súper rápido.
Se acercó a mí lentamente sentándose en la cama, notaba su aliento escalofriante rodeando mi piel y poniéndola de punta, yo me puse muy tensa, cuando iba dejando besos suaves en mi cuello y cada vez más abajo, mi boca soltó un grito de alegría y placer, puso una de sus manos encima de mi pierna sentía el calor de su cuerpo contra el mío, cada vez más cerca, hasta que yo me ponía cada vez más contra él, diciéndole que yo si quería, y todo lo que me susurraba en el oída cada vez me ponía más caliente, necesitaba notar su cuerpo contra el mío haciéndome suya en ese momento, él cada vez bajaba más la mano hacia mis pechos y los masajeaba con placer, con ganas hasta que llego un momento que él se despegó y me digo:
-Venga, vamos que nos están esperando- todo supertranquilo como si no él no hubiera hecho nada.
-Están!- dije confusa
-Sí, mis hermanos y mis padres- dijo confuso.
En ese momento no sabía que decir ni que hacer, así que hice lo que me dijo, me levante y lo seguí hacia abajo donde estaban todos muy serios al verme, en la mesa estaban, Alexis Himston el hermano mayo de Alec y Abel Himston que es el más pequeño, y sus padres también estaban, cuando me senté en la mesa, Abel me dijo:
-Que hacías allí arriba, por curiosidad?-me digo con todo el entusiasmo del mundo.
-Ella ha venido conmigo- respondió Alec todo serio, no sabía que decirle, porque no quería molestar a nadie con lo que digiera.
Alec en ese momento me dijo:
"No tengas vergüenza, si quieres nos podemos ir a otro lado"
Yo en ese momento no sabía que hacer porque tampoco quería hacerles el feo a los demás, así que decidí irme porque también tenía que volver a mi casa.
A sí que Alec cogió las llaves de su coche y me llevo hacia mi casa tan tranquilamente, cuando llegamos a la puerta de mi casa, el mismo me dijo:
-Mira, aquí tienes mi número por si quieres volver a hacer alguna de esas cosas conmigo- cuando mi corazón escucho eso sé, pues a acelerar mucha más, pero no por miedo sino por amor.
El amor es una cosa muy valiosa en esta vida, pero también es como los pensamientos, unos vienen y otro se van, y yo creo que este es uno que viene.
Alec Himston
No puede ser acabo de dejar a esa chica en su casa tan tranquilamente sin que pasara nada, bueno voy a ir a mi casa porque no quiero escuchar a mi madre gritar, y mi padre chillando como un loco en el salón, así fui conduciendo hasta mi casa, nada más entrar por la puerta ya están diciéndome de todo menos bonito, y esto es inaguantable, subí las escaleras pensando en todo lo que paso hoy, y no sé que hacer, acabo de perder a una chica perfecta, pero yo nunca he tenido un a relación, y es eso lo que ella quiere, pero ella me hace sentir algo diferente a las demás, nada más llegar a la segunda planta me encontré con Abel mi hermano menor y me dijo:
-Eyy, Alec ven un momento-yo me quede pensando otras cosas que en lo que me dijo mi hermano.
-Eyyy, Alec!-me dijo chillándome, hasta que me di cuenta de que me estaba llamando.
-Ya voy- dije con la cara de que era un pesado.
Y me llego a enseñar...
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Nota de la autora: Este capítulo es un intenso por Bia y Alec, estaré escribiendo el tercer capítulo, si queréis saber qué pasara en esta magnífica historia, tendréis que ir al próximo capítulo, que pronto lo publicaré, espero que os guste mucho esta historia...😜