CAPÍTULO II: BULLYNG.

Salgo del salón, hecha un mar de lágrimas, no puedo entender como alguien es capaz de hacerle algo así a un ser inocente que realmente ni nada le ha hecho, nunca he entendido su odio hacia mi si nunca nos hemos hablado.

-Por Dios, ¿Qué te ha pasado niña?- Pregunta la maestra Theressa al verme el moretón y la sangre correr.

-Nada, solo me golpee con el casillero.

- Vanessa, ¿Quién te hizo esto?-

-Nadie ya le dije, por favor déjeme en paz.

- Vanessa, se perfectamente quien ha sido, tiene que ir a la dirección, esto no se puede quedar así, mírate como tienes el rostro.

-¿Para qué? Para que no le hagan nada, o es que se le ha olvidado quienes son los mayores beneficiarios de esta escuela, los Wills, por tanto a su hijito querido no le pasara nada. Y no se preocupe que este infierno se va a acabar, solo un mes y término todo este maldito infierno.

-Vane, ¿A qué te refieres?-

-No esperare la graduación, ya he sido notificada de Harvard me han aprobado la beca y terminare mis exámenes antes de tiempo para empezar lo más rápido que pueda mi vida fuera de este país, fuera de este infierno que ustedes llaman como escuela.

-Vanessa hija, es que hay algo que no has entendido, no importa donde vayas, si no aprendes a defenderte y darte el valor que mereces nunca vivirás una vida plena, amate a ti misma, respétate a ti misma y veras como los demás harán lo mismo contigo, pero si sigues así entonces todo seguirá igual. Si tampoco denuncias lo que está pasando entonces otros al igual que tu sufrirán lo mismo, aunque todos sepamos como es Wills, si no se tiene pruebas no se puede hacer nada, medítalo y haz lo que tu razón te dicte.-La maestra se va sin más.

-Espere.-Le digo.- Vamos a la dirección usted tiene razón.

-Disculpe director, tiene a la señorita Quezada pidiendo una cita con usted.- Dice la pelirroja secretaria.

-Que pase por favor.- Entro a esa oficina de la mano de la profesora Theressa y mis manos tiemblan hasta mas no poder.

-¿Qué la trae por aquí señorita Quezada?- Pregunta el director un poco anonadado.

-Vengo a denunciar a Wills, él ha sido quien me ha hecho esto, desde hace años me hace bullyng y siempre decían que se necesitaba pruebas, entonces aquí las tiene.

-Entiendo, ¿Pero cómo sé que es verdad lo que usted dice?

-¿Qué?-Grita la maestra-

-Cómo es posible señor que ni siquiera viendo como estoy pueda creerme.

- Usted señor director no sé cómo ha caído tan bajo.

-Modere sus palabras maestra, tienes un golpe, cualquiera pudo ser, cuando tengas como probarlo entonces vuelves aquí, si ya terminaste fuera de mi oficina que no tengo todo el día para chucherías.

Siempre se ha dicho que el director es un títere de los Wills y que estos le han dado una muy buena pasta hasta el dia de hoy para protección de su hijo.

-Mamá  necesito verte en la delegación.- Digo llamando a mi madre por teléfono.

-¿Qué paso?, Vanessa ¿Estas bien?-

-Sí, solo ven pronto.- Luego de salir de la oficina del director me fui con la maestra, denunciare a Wills y pediré revisión de las cámaras de las aulas.

-Y bien jovencita cuénteme los hechos.-Dice el policía.

- Desde que tengo ocho años he sufrido acoso escolar por parte de Wills, todos en la escuela le temen, nadie se atreve a llevarle la contraria y no solo a mí me ha hecho lo mismo, a muchos otros que por miedo al igual que yo callan. Mire el golpe que me ha dado hoy solo por responderle un ‘ok’’ y no un ‘si señor’, fui a denunciarlo con el director de la escuela y este no me ha siquiera prestado atención, alegando que el golpe pudo habérmelo dado cualquiera. Pero si hay pruebas, en todos los salones hay cámaras, podrían ustedes revisarlas y ver que lo que he dicho no es una mentira.

Luego de haber puesto la denuncia ante el oficial mi madre me llevo por emergencias, me tomaron fotos y fueron puestas en el expediente. Mi nariz estaba rota y necesitaría una cirugía de reconstrucción.

Wills fue expulsado de la escuela y sus padres han tenido que costear todos los gastos de mi cirugía.