Trilogía de Mundos.

 En la sala de shock del hospital de aquella cuidad, en aquel gran país, Esther Viuda de Viquez, ex maestra de primaria y poeta empírica dejaba a pocos el plano terrenal, las luces de la lámpara de cirugías atestiguaban el dolor, los doctores que iban y venían trataban de traerla de vuelta a la vida, no lograban detener las hemorragia y sus caderas eran prácticamente un rompecabezas, mientras que las pulsaciones mermaban con cada segundo, en esa sala del servicio de emergencias entre el desdén de todos uno de los doctores y varios enfermeros no podían contener sus lágrimas, muchos bellos recuerdos se arremolinaban en sus mentes, muchas situaciones dramáticas se habían presentado en esa vieja sala de shock pero pocas habían despertado el lado más humano de quienes las atendían como sucedió con la trágica escena de aquella senil dama, esa vetusta señora había sido maestra de muchos de aquellos médicos y enfermeros hacia muchos años atrás, una mujer que había marcado sus vidas con la calidez de su voz, con su romance por enseñar, por su abnegación por inculcar amor junto con educación, muchas veces vista como una segunda madre por muchos. Todo sucedía rápido allá en un ominoso largo y corto viaje a las vez, entre el todo y el nada Esther perdía la batalla mientras en sus elucubraciones esa vieja señora se marchaba a otro plano , ahí entre el bien y el mal, con su ultimo aliento veía el destello de los tres led blancos de aquella lámpara sobre su cuerpo mientras la electricidad de electro shock recorría todo su organismo, se descubrió en su adiós, en pocos minutos, mientras se rompía el lazo intrínseco de su alma, corazón y mente, pudo crear la historia de su vida, una trilogía de mundos, en los cuales ninguno acababa feliz.

Fin.