Mi nombre es Gerhard y mi historia empieza después de la primera guerra mundial para ser exactos en 1925 para ese entonces tenía 16 años y padre había servido en la gran guerra en el cuerpo aéreo alemán siendo un piloto caza, gracias a el me empezó a gustar la aviación pero a causa del tratado de Versalles no podía volar en aviones motorizados.
Padre un día entro a mi cuarto a las 5 de la mañana y dijo "–vístete salimos en 5 minutos" yo desconcertado y con sueño obedecí, en eso llega una camioneta color rojo y mi padre se subió y me subió también pero en la parte de la cajuela.
No sabía quién era ese señor o a dónde íbamos lo único que sabía es que padre ya conocía al señor, estuvimos viajando aproximadamente una hora apenas eran las 6 y yo seguía con sueño y desorientado.
La camioneta se detuvo, padre dijo casi gritando "FELIZ CUMPLEAÑOS", me quede desconcertado y poniéndome a razonar era siento hoy era mi cumpleaños, no podía creer que se me había olvidado, en fin mire para todas partes y solo veía un edificio y unas torres con antenas, el señor que nos trajo se hacerlo y me dijo – hola me llamo Manfred y volé con tu padre varias veces– padre sonrió y dijo –estamos en unos de los pocos aeródromos que quedan– a lo que le contesté –¿ Que no volar es ilegal actualmente?– se me quedó mirando unos instantes y me contestó –esta prohibido volar aeronaves con motor sin enbargo no planeadores– Manfred se me acerco y con voz suave me dijo "hoy vas a aprender a volar" padre corrigió en forma de burla –querras decir a planear– no podía ocultar mi sonrisa de oreja a oreja de la emoción y me dispuse a entrar al aeródromo.