Capítulo 4

 Caro

  "Perdón por la arrogancia en el almuerzo, hermosa. Perdón por todo. Por ocultarte cosas. Por el sarcasmo (aunque yo sé que lo amás). Ya vas a saber que te oculto, lo juro. Mientras tanto, te traigo este heladito de chocolate blanco (que es tu favorito). Nunca olvides que te amo con toda mi alma y que daría mi vida por vos ya sea que hayas matado a alguien. Te amo hermosa.

  Para: Mi amada y hermosa Caro.

  De: El maldito pedazo de basura.''

  Me río ante la procedencia del presente y obvio empiezo a comerlo después de cerrar la puerta detrás de mí. Me dispongo a agradecerle y aclararle que sigo enojada, así que voy hacia mi escritorio y escribo un ''Gracias imbécil, pero eso no quita el hecho de que tengo ganas de romperte la cara'' para después salir de mi habitación y dejar la nota en la cama de Jason. Una vez que estoy de regreso en mi habitación, me dispongo a escuchar música en mi teléfono hasta que sea la hora de cenar.

(***)

  Después de unas horas, salgo de mi habitación y voy hacia la cocina -aún escuchando música- en busca de algo para morfar. Cuando llego me encuentro con Jason tomando jugo y decido hacer como que él no esta ahí, incluso cuando siento su mirada neutra clavada fijamente en mí.

  Hasta que habla- Quiero que hablemos -. de casualidad lo escucho ya que justo había terminado la canción, así que pongo pausa a la música, lo miro, y hablo con una sonrisa que gotea falsedad.

  - Yo no -Y vuelvo mi vista a lo que es el interior de la heladera, que en este momento parece lo más interesante.

  - Quería hacerlo de una forma cortés, pero no me dejas elección -Habla y lo miro de la forma mas incrédula posible hasta que siento un par de manos alrededor de mis brazos y alguien alzándome a sus hombros como bolsa de papas.

  - ¡¿Que carajos haces, imbécil?!

  Me las vas a pagar, pedazo de traitor.

Jason

Unas horas antes

  Caro acaba de irse a su habitación a causa de mi drama y me dispongo a hacer la fase 1 de mi plan así que me levanto y busco en el freezer su helado de chocolate blanco previamente envuelto. Llego a mi habitación y hago a las apuradas una nota para después pegarla en el paquete.

  Una vez que estoy frente a la puerta de Caro, dejo el paquete en el piso y golpeo la puerta dos veces antes de salir corriendo y volver al comedor a seguir comiendo mi pasta. Je,je, soy un genio.

  Cuando voy a mi habitación -luego de comer-, me encuentro una nota con la perfecta caligrafía de Caro: ''Gracias imbécil, pero eso no quita el hecho de que tengo ganas de romperte la cara''. Que raro de parte de ella.

(***)

  Luego de horas de mi fantástica escena de astucia, me dispongo a hacer la fase 2 de mi plan ''Recupera a Caro'' DESPUES de tomar un juguito, por supuesto. Me dirijo a la heladera de la cocina y me sirvo jugo de naranja para después darle un sorbo y ponerme a pensar apoyado en la mesada. Qué voy a decirle para convencerla de hablar conmigo. Apuesto a que tiene ganas de matarme, pero se está conteniendo. En caso de que no quiera hablar conmigo, la voy a llevar a la fuerza a mi habitación. Mis pensamientos se alejan cuando veo a Caro cruzar la puerta escuchando música con auriculares puestos, es mi momento. Me ignora totalmente y se acerca a la heladera. En el momento que escucho la música detenerse (la canción terminoy), la miro y hablo.

  - Quiero que hablemos.

  Pone pausa a la música y lentamente gira su cabeza hacia mi antes de poner una sonrisa que gotea falsedad.

  - Yo no -expone, y vuelve su vista a la heladera nuevamente.

  Sabía que iba a ser difícil.

- Quería hacerlo de una forma cortés, pero no me dejas elección -confieso. Caro me da la expresión mas incrédula que puede existir alguna vez.

  La agarro de los brazos con la fuerza suficiente para levantarla en mis hombros cual bolsa de papas y suelta un grito.

  - ¡¿Que carajos haces, imbécil?!

  No le respondo y me dirijo a mi habitación después de taparle la boca para que no se escuchen sus delatadores gritos. Entro, entramos, a mi habitación y cierro la puerta con seguro. Soy completamente consiente de que si quiere se va a escapar de una. La siento en la cama, por fin se calla, me pongo de espaldas a la puerta y pregunto.

  - Ya, me hartaste hermana, ¿por qué estás tan enojada?

  Tiene los brazos cruzados y mira muy lejos de mi. Una lágrima se desliza por su mejilla y me acerco para limpiarla con mi pulgar.

  - Ey, ¿qué tenés, hermosa?

  Finalmente me mira con una expresión llorosa pero aun así enojada hasta lo mas profundo de sus huesos. Suelta una risa carente de humor.

  - ¿En serio preguntas? -reclama una vez termina de reír- La persona a quien le cuento y le conté todo, sin excepción, resulta que no me cuenta algo extremadamente importante, sabiendo perfectamente que jamás en la vida voy a juzgarlo. Pero, parece que no piensa lo mismo de mi, parece que no soy tan confiable. ¿No te parece injusta esa persona?  ¿Ya puedo irme? Para qué pregunto, me importa un carajo lo que respondas.

  Se levanta mientras sorbe por la nariz dirigiéndose a la puerta para destrabarla y agarrar la manija, la baja y abre la puerta para antes de salir mirarme sobre su hombro y aclarar-: La única forma de hacer que te perdone es contándome la verdad, así que si no tenés intenciones de contármela, dejá de tratar y directamente olvidate del nosotros -para después salir de mi habitación y cerrar la puerta.

  ¿Ahora qué hago? Tengo que pasar a la fase 3 directamente. Pero prefiero hacerlo mañana, ya tengo sueño, jeje.

Caro

  No puedo creerlo, ¿qui tinis, hirmisi?, e incluso me llevó a la fuerza a su habitación y me encerró. La próxima que lo haga voy a matarlo. Ya me voy a dormir. Al final no comí nada por culpa de él. Una lija tengo, pero no voy a salir después de lo que paso.