14. 2020

Después de todo aquello que pasó aquel día en el entrenamiento, Hugo y su novia estaban bien y Jorge y yo creo que también. Todo iba bien, todo volvió a la normalidad excepto que cargaba un cuerno más. 

En la universidad me ha ido bien, tengo buenos amigos que además me halagan, no como en la preparatoria. 

Aquí en donde vivo la pandemia llegó más o menos por abril, así que se suspendieron las clases y continuamos con clases en línea, luego llegaron vacaciones y de nuevo a la escuela. Había estado ocupada, sumándole que daba clases de ajedrez los sábados. 

Ahora después de tanta paz viene la tormenta, hace poco recibí un mensaje en Facebook de nada más y nada menos que Emilio, el chico con el que tuve una aventura hace como tres años. 

Era un mensaje "equis",  me mandó un emoji y yo le contesté de la misma forma, después él se disculpó y me dijo que se había equivocado. -no te preocupes- le dije. De ahí no contestó hasta después preguntándome en qué semestre estaba de universidad, simplemente contesté pero yo sabía, creo que era obvio, que era un pretexto así que simplemente después de contestarle le dije "ya no hablas", luego de intercambiar pocas palabras me pidió mi número y se lo di, de ahí comenzamos a hablar por WhatsApp. Primero era una conversación normal, pero poco después se convirtió en las pláticas viejas que teníamos, donde quería verme, tener sexo, que le mandara fotos y cosas así. Sinceramente yo sí quería pero he estado muy ocupada con la universidad así que solo eran promesas vacías.

Casi todo el tiempo que hablamos no decimos nada, al parecer ambos estamos ocupados por tanta tarea y exámenes.

Me siento un poco mal por de nuevo traicionar a Jorge pero peleamos mucho y parece que no le importo, casi no me dice cosas lindas, no parece preocuparse por mí, no me pregunta cómo estoy, qué hago, no me dice que me extraña o que quiere verme o por lo menos que vaya a verlo, son pequeñas cosas que a cualquier mujer le encanta, o al menos a mí, el que él no demuestre un mínimo interés hace que me sienta vacía. Sé que no es excusa pero tampoco hay intimidad, no me toca, no me dice cosas lindas de mi cuerpo, no me manda ni pide fotos ni nada relacionado, me contesta siempre con stickers y nuestras pláticas siempre son así, solo mandando eso sin decir nada o diciendo muy poco.

Quizá soy yo, estoy muy ocupada para ver qué debo decir.

Con Emilio la plática ya es una conversación normal, pronto se volvió plana, no nos decimos nada interesante y se ha convertido en algo aburrido. Yo pensé "al diablo, está mejor así".

Luego hace unos días crearon un grupo de la escuela con algunos compañeros para hacer un pequeño convivio, somos quizá unos 10. En ese grupo hice un comentario a un compañero, era algo sexual pero inocente y en tono de broma, sin embargo, ese mismo día el chavo me mandó mensaje preguntando cualquier otra cosa de la escuela, pero pronto salió en la conversación el tema.

Descubrí que le gustaba y tenía que confesarle que a mí también. Es atractivo y es normal que alguien así llame tu atención.

Después de ese día hemos hablado mucho, diciéndonos de todo y contando todo, hasta que se convirtió en algo sexual y lleno de pláticas que me mantenía con la temperatura elevada.

Me mandó fotos y yo a él y nos deseamos. Decidimos vernos algún día para tener sexo. Claro que le dejé en claro que jamás tendría algo serio con él, y lo aceptó.

Él es muy lindo y si yo no estuviera con Jorge seguro estuviera con él, además está bien equipado. Es un tesoro.

Al parecer nos veremos en una semana en el convivio, espero al menos poder darnos un beso. Lo deseo con ansias, aunque también vergüenza pero estoy desesperada y aburrida.