(Información extra: La muerte.)
La muerte no es el final de la vida, hay tres destinos diferentes para el alma.
El primero y el mejor de todos: El paraíso. Un lugar en donde las personas muertas se reúnen con sus seres queridos ya fallecidos. El único requisito para entrar, es solo que hayas hecho más cosas buenas que malas. No importa si mataste o violaste, si hiciste más bien que mal, puedes entrar. Es por eso que, incluso si un millonario resultó ser un pedófilo o un asesino serial con más de 100 asesinatos en su historial, si hizo muchísimas cosas buenas, o si sus acciones por parecer bueno y no un psicópata benefició a miles, o incluso millones de personas, no se irá al infierno, irá al paraíso. Algo bastante injusto, pero es una realidad. Después de todo, la mayoría de Dioses ven a los humanos como una simple fuente de energía, no les importa tanto su bienestar.
El segundo y el que casi todos piensan que es el peor destino: El infierno. Un lugar en donde las almas de los pecadores sufren las consecuencias de las malas acciones que hicieron mientras estaban vivos. Si hiciste más daño que bien, sin importar que seas un pequeño niño malcriado que golpeaba a otros niños porque sus padres eran malos con él, te irás al infierno, y no tendrán piedad contigo.
Y el tercero, el que es, sin duda alguna, el peor de todos los destinos: Ser un alma en pena.
¿Por qué ser un fantasma es peor que ir al infierno? Por dos simples razones.
Número 1: Dejas de ser tú y te conviertes en un demonio sin la capacidad de razonar.
Número 2 y lo peor de todo: Cuando un cazador de fantasmas elimina tu alma, sufrirás un castigo peor que ir al infierno. Dejar de existir para siempre.
En el infierno, después de un tiempo (que depende totalmente de tus pecados), eres liberado y te dan la oportunidad de reunirte con tus seres queridos o reencarnar con ellos si ellos ya reencarnaron.
Igual el paraíso. Puedes vivir para siempre en ese lugar, pero si te aburres o algo así, puedes reencarnar.
En ambas opciones pierdes tus recuerdos, no recordarás tu vida anterior, pero seguirás existiendo.
Pero, cuando el alma se destruye, dejas de existir para siempre.
Un eterno sueño, del que no se puede despertar.
CAPÍTULO 16- La mentalidad de una viuda. Parte 6.
(Pov- Yuki.)
¡Ahhhhhhhh! ¡Con solo recordar todo ese dolor, me hace temblar de miedo! ¡Sentía como si me hubiera aplastado un elefante y saltado varias veces sobre mí, rompiendo la lógica y realidad, solo para hacerme más daño, mientras se reía de mi sufrimiento!
¡Saik, eres un mentiroso...! Pero te perdonaré porque me darás una gran y deliciosa recompensa... Ay, eso se escuchó mal.
Ah... No puedo enojarme tanto con él, después de todo, si no nos quitamos de encima a los cazadores de fantasmas, ¡podrían eliminarme! ¡No quiero desaparecer para siempre!
Fufu. ¡Soy lo suficientemente madura como para saber que eso era necesario! Después de todo, tengo 15 años, ¡ya no soy una pequeña niña inmadura!
Pero, Saik, ya sabes, podrías, bueno, me entiendes, ¿no? Tal vez me hubieras dicho que, bueno... ¡¡Que eso me iba a doler muchísimo!! ¡¡No estaba preparada mentalmente para tanto dolor!!
¡¡Tienes suerte de que solo haya durado menos de un segundo, porque si hubiera durado más, te habría costado un ojo de la cara comprar mi perdón, idiota!!
Ah... Respira profundamente, Yuki. Ya pasó, ya pasó. Lo mejor será ignorar eso y seguir adelante, ¡con la frente en alto! ¡Sobreviví al ataque de los cazadores de fantasmas! ¡Cazadores de mierda, 0. La sexy, hermosa y perfecta Yuki, 1. No, ¡100! Fufu. No cualquier fantasma es capaz de presumir que logró engañar a esos cazadores. ¡Por mi gran logro, merezco los 100 puntos!
¿Qué? ¿Que Saik hizo todo el trabajo? No, no, no. Muy mal, muy mal. Estás equivocado, amigo. Muy equivocado. ¡Yo fui la que sufrió, yo merezco los puntos por ser la carnada! ¡Ahhhhhhhh! ¡Saik, eres un...!
No, no, Yuki, no olvides relajarte.
Ah, sí es cierto... Pero, bueno, mientras los puntos sean para mí, no me enojaré más.
Miren, miren, mi hermosa sonrisa en mi rostro. ¡Ya no estoy enojada! Solo un poco resentida.
Fufu. Algún día me vengaré, Saik.
...
...
...
Ah... Mmm... Que aburrido.
Está muy silencioso el ambiente. ¡Voy a animarlo un poco!
—Saik, Saik, ya no estés tan serio. ¡Ya no estoy enojada!
Pero si amaneces con las cejas rasuradas, no es por estar enojada, es simple venganza. ¡Muahahahahaha!
Además, nadie se dará cuenta gracias a tu cabello. Oh, soy tan generosa, lo sé, lo sé.
...
...
...
¡¡Habla!!
—En serio, ya no estoy enojada, no te preocupes. Mira.
Le di un pequeño beso en la mejilla. Siéntete agradecido, acabas de recibir un beso de la perfecta Yuki. ¡¡Muy pocos mortales tienen el privilegio de presumir haber sido besados por una Diosa como yo...!! Bueno, solo he besado a mi madre y a Saik... Malditos traumas de la niñez.
—Oye, oye. Saik, oye. Hey, Saik. Oye... ¡¡No me ignores!!
Saik suspiró. ¡Por fin una reacción!
—Ah... Yuki, ¿alguna vez te dijeron que no es normal hablar solo cuando caminas en la calle?
—¡Pero no hay nadie!
—Pero hay cámaras de seguridad.
Bueno... Supongo que eso es cierto. Si descubren a Saik hablando "solo", los cazadores de fantasmas podrían volver a sospechar de él.
Ah. Que aburrido.
No puedo hablar con Saik en la calle... ¡¡Odio ser un fantasma!!
Desearía estar viva. ¡Y también odio tener esta apariencia!
¡Mi madre tenía pechos grandes! ¡No es justo, yo también iba a tener pechos grandes! Solo tengo los malditos pechos de una pequeña niña de 10 años. Tabla, tabla, como una mesa. Ah, la vida nunca es justa conmigo.
... Bueno, aunque eso no es del todo cierto. Tuve la buena suerte de conocer a Saik. Gracias a él, puedo salir de casa, comer comida deliciosa... Vivir de nuevo una vida normal... Aunque no puedo hablar con nadie más, hablar con Saik es suficiente para mí.