Cierro mis ojos con fuerza para que ninguna lágrima se escape y apoyo mi cabeza en su pecho, yo no pongo resistencia y dejo que Yesung me acurruque entre sus brazos, mientras me sostiene y me abraza de manera protectora.
Y es que en los últimos días no me he sentido emocionalmente bien. Me siento tan frustrada y llena de odio con todo mi alrededor y con todo el mundo.
Antes de que descubriera que Kyuhyun me había engañado en unos de sus viajes "familiares", él era mi todo. Aun cuando todo a mi alrededor se desmoronaba, aun cuando me sentía rota y patética, aun cuando mis padres querían separarse, cuando me sentía sola y triste, él estaba ahí.
Y es ahí en dónde me pregunto, ¿Qué cambió entre nosotros? ¿Qué había cambiado para que él me engañara de esa manera?. No salia del escepticismo y me negaba ha hacerlo, me negaba a aceptarlo.
Siento como si todo el mundo se hubiese caído a mi alrededor.
-Todo pasará. - murmura Yesung cerca de mi oreja y pasando sus manos por mi espalda de arriba hacia abajo para consolarme. - No te preocupes, todo pasará...
Ya no puedo retener por más tiempo las lágrimas y el fuerte nudo en garganta que me impide respirar, así que me desahogo soltando un sollozo. Yesung ni siquiera se inmuta por las miradas de pena y de curiosidad que nos dan las personas, en su mayoría mujeres, que me escuchan llorar al pasar por nuestro lado.
¿Cómo es que un hombre podía engañar así a su novia? ¿Cómo podía salir con dos personas a la misma vez? ¿Cómo podía hacerlo?
Todos esas preguntas rondaban en mi cabeza cada día desde que terminé con él.
Me siento tan dolida que estoy decidida a vengarme de él. Tengo sed de venganza y quiero hacerlo como a de lugar, quiero que Kyuhyun sufra, que sintiera lo mismo que yo en estos malditos momentos, que le doliera por haberme engañado con otra. Quería hacerle lo mismo pero aún no sabía cómo.
Tengo que tener un plan para vengarme.
Yesung acaricia mi cabello de manera cariñosa y me da pequeñas palmaditas en la espalda sin dejar de abrazarme. Trato de alejarme porque estoy abusando de su confianza y además estoy mojando y ensuciando su camiseta con mis lágrimas pero él no me suelta, me impide hacerlo. Sé que él lo hace por gratitud por ser la prima de una de sus mejores amigas, y que también lo hace para que me sienta mejor.
¿Algo bueno que puedo encontrar en Yesung en esto momentos?
Que en las pocas veces que nos habíamos visto, a pesar de ser un maldito engreído y portarse de la pésima manera en algunas ocasiones conmigo, se mostraba como un buen amigo.
Tal vez...debería confiar en él.
Llevo mis manos detrás de su espalda para reforzar su abrazo.
Bien dicen que los abrazos pueden ayudarte a cambiar tu estado de ánimo, a que puede ayudarte a disminuir la angustia. Estoy comprobando esa teoría al sentir sus brazos rodearme, su abrazo me reconforta a pesar de todo.
Tomo una fuerte respiración para retomar las pocos fuerzas que me quedan y eso hace que mis fosas nasales se inunden de su varonil y exótico perfume, que mis manos sienten detalladamente como los músculos de su espalda se mueven al respirar y de que como una de sus manos se enreda en el pelo detrás de mi cuello para acercarme a él y depositar un beso en mi frente.
Sus delgadas y largas manos rozan de casualidad el espacio entre mi cuello y hombros, ese pequeño toque hace que se me erice la piel y me estremezca. Eso hace que todo en mi se alborote, a que se me acelere la respiración, a sentir una pequeña presión y sensaciones extrañas en mi pecho.
Ansiosa, deshago el abrazo y sitúo mis manos sobre su pecho arrugando su camiseta. Levanto la cabeza y Yesung me queda mirando fijamente, luego sus manos limpian el rastro de lágrimas de mis mejillas. Esquivo su mirada, avergonzada de que él me vea en este estado, mientras él observa el lento recorrido que hacen mis manos dirigiéndose detrás de su cuello, cierro los ojos con fuerza y vuelvo a esconder mi rostro en su pecho. Él corresponde a mi abrazo.
Respiro profundamente.
Esto es una locura...
Esto es incorrecto...
Me dice la consciencia, pero ya no me importaba nada, siempre había hecho lo correcto y terminé mal. Estoy cansada de hacer las cosas bien...
Necesito algo que me haga olvidar o tal vez a alguien que me haga olvidar...
Y lo voy hacer...
Me alejo sin despegar mis manos de su cuello, me pongo de puntitas para estar a su altura y de manera suave y sin besarnos, rozo nuestros labios. Seguimos unos segundos así, tentándonos a que uno de nosotros sea el que dé el segundo paso hasta que Yesung no se resiste, echa la cabeza hacia un lado y me besa. Atrapa mis labios de manera lenta y rodeo su cuello para profundizar el beso.
-Gracias -susurro sobre sus labios y tratando de recuperar la respiración. Lentamente me aparto de él sin poder mirarlo a los ojos, avergonzada.
¿Por qué lo había besado?.
¡Dios! ¿Por qué lo hice?
Paso una mano por mi cabello. Yo no soy así.
¡Rayos, no!. Yo no soy así, yo no ando besando a algún chico que no sea mi novio.