una estrella muerta.

insomnio.

dulce vino de Jamaica

mientras más viejo, mejor.

no le digas a nadie cariño,

que sea nuestro secreto.

amargo vino tinto,

que dolor me das.

¡responde mi llamado

o mírame a los ojos antes de dejarme morir!

cariño, te lo estoy suplicando,

jamás he amado a nada ni a nadie

no realmente.

pero ahora estoy de rodillas ante de ti.

mi manzana de la discordia

por ti vendí mi alma...

¡oh señor, he pecado!

he pecado y mi alma está sumida en los abismos

y tengo frío

porque ya no estás junto a mi en esta maldita cama.

amor

ojalá ya te guste el café

porque cuando te conocí lo odiabas

ojalá ahora te guste y lo odies porque te recuerda a mí

a mí, sentada en la cocina

a las 4 am

sin dormir,

con insomnio,

con mis demonios despiertos,

y tú, mi vino de Jamaica,

ahí en la entrada

viéndome tomar mi café negro y puro como yo.

¿sabes, tienes ideas de todo lo que me arrebataste?

te regodeas en tu compasión

maldito egoísta

¿¡sabes lo que me quitaste!?

sí, yo te lo ofrecí

pero, seamos claros amor,

tu eras el responsable de mí estabilidad,

y aún así

te aprovechaste de mi nobleza

y ahora mis demonios tienen tu cara,

y tengo insomnio,

y estoy tomando un café frío y con leche,

y ya no estás.

no estás porque te corrí

pero comprendeme, te estabas volviendo indispensable para mí

y, cariño

estoy cansada de vivir para los demás.

amor, tengo sueño y no puedo dormir. 

 



#31568 en Otros
#10102 en Relatos cortos

En el texto hay: problemas adolescentes, poesias, diario real

Editado: 20.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.