El viento desapareció desde que pusimos un pie en la acera, las nubes grises cubrían en su totalidad al sol sin dejar pasar un solo rayo a pesar de esto la rubia está agitando sus manos frente a su rostro Cómo si el calor fuese insoportable.
—Estas hermosa— un elogio para calmarla — estamos cerca quita esa cara
—Parezco un cerdo yendo directo a su muerte —se detuvo mordiendo sus uñas — esto es una pésima idea
—Está es la oportunidad para que hablen, aclarar su situación
—No hay ninguna situación Issy — refunfuño escupiendo el esmalte verde con asco— es una salida de amigos
—Cómo diría una amiga,"reacciona es solo un hombre hay cientos como él por todo el mundo, puedes con esto y más" — repetí lo misma que ella me aconsejó en más de una oportunidad con mis conquistas
—Tu amiga es muy sabía — se enderezó viendo la entrada del local
—Lo sería aún más si siguiera sus propios consejos — acepte detallando los arreglos en la heladería
La entrada se llena de todo las colores como un arcoiris bañado en chocolate y chispas, las puertas de cristal permitían ver el interior igual de colorido que su fachada, las mesas con un mantel bordado lo hacía lucir hogareño en el fondo justo detrás del mostrador las máquinas se distribuyen cada una con un función.
Chocolate, ese es el olor que vuela en el aire alentando a que entres más rápido a probar las delicias azucaradas, ajena a los olores exquisitos Kell revisaba su teléfono sin dejar de mordisquear lo poco que queda su uña.
—Deberíamos entrar — no responde sólo escanea la entrada multicolor con recelo — ¿Le dijiste ese donde sería la cita ?
—Por supuesto Issy — contestó con obviedad — ¿Los esperamos aquí?
—Adentro estaríamos más cómodas —《cerca de la comida para ordenar algo》 pensé — allí los esperamos Kell
—Tienes razón, no ordenaremos nada hasta que lleguen
Resople indignada
—¿Por qué? — alce las manos al cielo
—Es de mala educación — me señaló juguetona
—También es de mala educación señalar — le seguí el juego al ver cómo olvidó sus preocupaciones — en la mesa de allí ,tu te sientas junto a la ventana
Entramos con la campana avisando nuestra llegada, en cada mesa se veía un postre distinto y ni hablar del mostrador no sabia que mirar exactamente cada manjar se veía mejor que el anterior.
—No podrás correr si los nervios te ganan — estando ahí impediría su huida — lo agradeces después
No ordenamos nada, la parte más difícil esperar
Unos minutos después la cotorra no pudo cerrar el pico más tiempo.
—Se arrepintió, te lo aseguro no va a venir — en la siguiente uña descargó toda su frustración — ¿fui muy intensa?, no debí hacer esto
La senté a la fuerza cuando se levantó
—Te sientas,esperas y te actúas como una persona normal — le di una sonrisa a la mesera que miraba la escena con una ceja arqueada — no llevamos ni cinco minutos aquí
—Tienes razón —la mesera se acercó a preguntar si estaba bien— Si, no te preocupes no me tiene secuestrada ni nada por el estilo
—¿Son de chocolate estos pasteles de allá? —No me resisti a preguntar
—No, son de arequipe —se podía sentir más simpatía en la muchacha — con permiso
La única distracción era mi celular así que el antiguo juego de la serpiente se encargó de dejar en segundo plano los manjares y darle a Kellsy unos minutos con ella misma.
La campana de la entrada sonó acelerando mi corazón de la impresión baje el teléfono, ubicando a dos chicos parados en la entrada mirando las mesas cuando el más alto dio un paso atrás y detecte a la persona que esperábamos.
Le di un golpecito en el hombro a Kell.
—Mira un gato —señale la entrada
Creyó en mis palabras girando la cabeza en busca del animal al contemplar la entrada se quedó pasmada como buscando señal, el desconocido se dio cuenta que lo observaban y volteo junto al afortunado.
—Dios, él está aquí —agitó las manos formando una "o" con su boca — Vamos a estar en la misma mesa
—De eso se trata una salida de amigos Kell
El desconocido se detuvo queriendo dar marcha atrás a sus pasos el bibliotecario se interpuso en su camino con súplica intercambiaron algunas palabras y retomaron el camino.
—Kellsy —saludo inhalado con fuerza, se miraron sin decir nada más
Su amigo carraspeó con fuerza al mismo tiempo que yo estornude para llamar la atención, él pareció no darse cuenta.
—Perdón no se donde están mis modales, les presento a mi amigo Adriel
—Ella es mi amiga Meissa —me presento saliendo de su burbuja de felicidad
Asentí un su dirección
—¿Nos podemos sentar ? —preguntó con inquietud
—Claro —respondí por la rubia que no dio señales de hablar
—Disculpa, ¿Cómo te llamas ? —por cortesía mantuve una conversación
—Michael —la sonrisa decayó unos segundos y se recompuso al instante — ¿Llevan esperando mucho?
Miro a Kell, imposible no hacerlo estaban frente a frente sentados junto a la ventana.
—No mucho —recuperó el habla la brisa contra el cristal acompañaba la incómoda situación
Cómo era de esperarse la conversación no era fluida, el no conocernos sólo dificulta todo mucho más, nadie sabía de qué hablar y escuchar las pláticas ajenas no era interesante.
—¿Ordenaron algo? — inquiere sin mirarme a mí sólo a ella