Una cita, el alcohol me dio el gramo valor que necesitaba para invitar a ese chico a salir todo iba de maravilla hasta que los nervios me traicionaron enredaron mi lengua y lo único que soluciono el incómodo momento fue aclarar que la salida era de amigos.
Las horas en las que llamé lo alertaron de una posible broma más aún sabiendo dónde y en qué condiciones me encontraba, no balbuceaba al hablar eso desmentio sus acusaciones de ebriedad.
Los consejos de Issy me ayudan demasiado, muy pocas veces en mi vida he sentido vergüenza para realizar algo pero con él todo se vuelve contradictorio y eso me apena a niveles galácticos.
No me imagine estar sentada en una heladería esperándolo para una reunión de amigos como le denomine en esa llamada, él tenía derecho absoluto de negarse no lo trate muy bien el rato que estuvo en la fiesta acompañándome.
El silencio me ayuda a meditar las posibles respuestas a su comportamiento aunque no le he dado la razón a Meissa la tiene si él está aquí es porque quiere aclarar la situación cómo ella lo llamó minutos antes, estar preparada para todas sus posibles reacciones es mi mejor plan.
—Mira un gato —volteo en la dirección que señaló buscando al animal
Mi respiración se corta al ver a Michael parado en la puerta de entrada tan galán como siempre su estrato social se distingue con solo verlo unos segundos.
—Dios,él está aquí —me cuesta hablar sólo puedo verlo a él caminar con indecisión— Vamos a estar en la misma mesa
—De eso se trata una salida de amigos
Dejo de escuchar las palabras de mi amiga, sólo observo cómo camina, con cada paso se acerca más a mi y mi corazón lo sabe pues no deja de bombear más rápido con cada pisada.
Su cabello todo para atrás con gel suficiente para no dejar escapar más que hebras pequeñas y traviesas nunca más que eso.
El saco formal gris con líneas verticales diminutas casi imperceptibles, una camisa de botones con los dos últimos sin abrochar dejando a la vista una poco de su piel pálida, unos vaqueros oscuros, lo único casual de todo su atuendo no me extraña desde que lo conocí esa ha sido su manera de vestir una muy forma para mi gusto.
—Kellsy —cansado soltó un suspiro me observó detallando mi rostro
Presentó a su amigo obligándome a hacer lo mismo con mi acompañante que contenía la risa con leves miradas a un costado.
Cuando Issy preguntó por su nombre la ilusión desapareció de sus ojos, se recuperó al instante y continuó la charla como si nada.
Él esperaba que le contará a mi mejor amiga sobre él más nunca lo hice con profundidad y puedo asegurar que él tampoco le ha hablado a Adriel de mi cómo algo más que una conocida.
Solo somo eso, me reprendí por mis pensamientos
—¿Ya ordenaron algo?
—No — respondió mi amiga al ver mi silencio
El silencio se prolongó, nadie sabía qué decir, pocas palabras se intercambiaron.
Acuérdate quien es, me repetí para despertar de la hipnosis.
El pellizco en mi pierna lo logró en pocos segundos, oculte la mueca de dolor, la mesera llegó escribiendo nuestros pedidos.
—Una porción de tarta de mora —evite mirarlo más
—Una malteada de durazno con avellana — aun estando nervioso por la salida no deja esos gustos exóticos
—Me sorprendió tu invitación —su tono inquieto cambió radicalmente — tan repentina de hecho creí o más bien me dejaste claro que no te interesaba
Un sabor amargo cubrió mi paladar con su tono formal, uno que muy pocas veces utilizo conmigo, nuestros acompañantes abandonaron la mesa.
—No soy una mentirosa —le aclaré sin perder la compostura— fui sincera, no puedo fingir, ¿o eso quieres?,¿que finja?, y te de las respuestas que tanto esperas
—Ni una pizca de cariño sientes por mi, ¿tu corazón sólo alberga lástima por mi?
—No soy una insensible Mick, pero tampoco siento lo tu esperas
—Porque todo contigo tiene que ser tan complicado —me reprocho sentándose mejor en la silla— nada es sencillo contigo Kellsy
—Las cosas son fáciles, tu las cómplicas porque quieres Michael —le recordé con un resoplido— quiero diversión y para eso no es necesario ser algo oficial, las etiquetas arruinan todo.
—¿Eso es lo único que buscas de mi?, placer
—Sabes la respuesta
—Quieres mucho más que eso sin embargo te da miedo decirlo
—No te imagines tantas cosas
Se recostó estirando las piernas rozandolas con las mías descubiertas por el vestido blanco y negro.
—Estas hermosa el día de hoy Kell —un sonrojo involuntario se apoderó de mí— una conquista más en tu lista no tendría ese efecto en ti
—No lograrás nada —lo dije más para mi
—Se que lo haré no eres tan indiferente después de todo
El tiempo pasó volando, en menos de nada nos estábamos despidiendo a las afueras del establecimiento colorido que Michael no detalló o juzgo cómo imagine.
—Veremos quien tiene la razón —fueron sus palabras antes de dar unos pasos atrás, esa fue su despedida
—Un gusto conocerte —le di un apretón a la mano de su amigo
Él nunca contestó, sólo me soltó la mano caminando en dirección opuesta con la misma expresión con la que llegó la única diferencia era un Michael más relajado a su lado.