Capítulo 3

Dos días habían pasado desde su encuentro con Luna, una sonrisa saltó de sus labios al recordar lo mordaz que ella se comportó. Si ella creía que con ese comportamiento lo alejaría estaba muy equivocada. El poco interés de Luna por su título lo llenó de gozo. El Duque de Greenwich tenía pleno conocimiento de sus virtudes, habían sido cientos de mujeres que lo perseguían. Casadas, casaderas, viudas... Él era uno de los pocos "Buenos partidos de la aristocracia". Tenía la reputación intacta, aunque eso no evitó especulaciones de porqué los  Brilles lo habían rechazado semanas antes de su boda. Ningún rumor fue de peso para que se acercara a la realidad.

Luna BitTorrent sería su esposa y no estaba dispuesto a recibir otro rechazo. Jugaría con todas sus cartas para lograrlo. Se dirigió a la casa de los BitTorrent.

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Dos días sin noticias de ese odioso Duque. Algo andaba mal. Sintió como el vello de su nuca se erizó.

-Buenas tardes, MiLord, MiLady - Luna no dió crédito a lo que sucedía en la sala de descanso de la casa BitTorrent. No podía ser posible. Este sería su fin. ¿Pero a qué estaba jugando cuando se atrevió a encarar a ese hombre? Ahora sí la echarían a la calle. Nadie más la acogería.

-Oh, es mi Duque en persona. Tome asiento. Ya iremos a llamar a nuestra hija. - Saludó el hombre haciendo una leve inclinación y haciendo una seña a que fueran por Abbie - Como entenderá, no esperábamos su visita y en estos momentos nos encontramos de salida con mi esposa, pero puede ver a nuestra pequeña. Es un placer contar con su presencia. Siéntase como en casa. - Luna abrió su boca y ahogó un grito. Decidió salir de su escondite sin ser descubierta. Necesitaba llegar a la habitación de Abbie. Corrió del modo más silencioso posible por las escaleras.

- ¡Luna! El Duque vino a verme, digo a verla. - Habló intentando mantener la compostura. - Él no se puede enterar que le mentimos, no ahora. Mis padres me castigaran y no podré volver al bar. Así que usted se va a poner uno de mis vestidos y va a fingir ser yo. Si llega a hacer algo que me delate estará de papitas en la calle antes de que te atrevas a abrir la poca. Rápido, rápido. - Luna quedó con el semblante perplejo. Sabía que las mentiras tenían muchas patas, pero pronto cogean. No reprochó, después de todo jugar a ser una Lady era muy entretenido, es como si estuviera viviendo el sueño de pequeña. Un Duque, pero ¿Quién lo diría?.

Luna no era nada fea, tenía el cabello rubio, piel blanca, ojos claros. Atributos que todos juntos le iban genial, tenía un rostro angelical, que si no fuera por sus manos rasposas y leves bolsas que se habían bajo sus ojos tendría el porte de toda una dama. Abbie ayudó a Luna con el vestido y el peinado. Le echó un poco de polvo de arroz bajo las ojeras y le pellizcó las mejillas para que tomarán color. La señorita BitTorrent fue la primera en bajar, querían asegurar que no fueran descubiertas. Despejó la casa del personal, ella no confiaba en nadie más. Ya estaba arriesgando mucho con esa criada. Luna la siguió 2 minutos después, tomó un fuerte suspiro y entró a la sala.

Greenwich sonrío y se puso de pie e hizo una reverencia. - Lindo vestido. - Luna se quedó en shock, cualquier otro aristócrata le hubiera hecho un comentario de su físico, que era hermosa, bella, comentarios por el estilo. Pero este Duque le hablaba del vestido, claro que era lindo, llevaba un estampado de piedrecitas de fantasía puestas a mano una a una, pero ella quería que él le dijera que estaba bonita no él vestido. Lo miró e intentó sonreír, pero no se salió más que una mueca burlesca.

- ¿Usted qué busca? - Habló Luna manteniendo su compostura este hombre imponía y mucho, pero ella no se dejaría hacer menos.

- Ya le dije, quiero hacer un cortejo. Busco una esposa y usted aunque bella está en su última temporada. Necesita un marido. - Le contestó y el tomo asiento nuevamente y ella hizo lo mismo tomando distancias con él.

- No soy lo que usted necesita, por favor no vuelva con sus visitas inoportunas - Luna estaba decidida a cortar comunicación con el Duque, se levantó de su siento e hizo una reverencia en forma de despedida, pero  Greenwich tenía otros planes y la sujetó de la mano.

-Está usted muy equivocada si  piensa que la dejaré escapar, he oido que la Srt BitTorrent tiene una lengua filosa, pero eso no me importa. Mírame, No-Te-Dejaré-ir, serás mía, preciosa. - Luna abrió los párpados, pero puso cara de póker y levantó la mirada quedando fija en la de él.

- Usted está muy equivocado si piensa que soy una propiedad, o un modo para su fin. No soy quien usted piensa y no quiere averiguarlo, así que salga de la casa antes de que empiece a gritar.

- No lo haría - Contestó el Duque sujetando con más fuerza, dejarla escapar no era una opción. Ella era a quien quería, no estaba dispuesto a buscar otro reemplazo. No, esta vez la casaría así tuviera que utilizar influencias.

- Por supuesto que sí, nada más piense en el escándalo que sería si usted, un hombre de mundo, se intentara sobrepasar con una joven inocente. - Habló de modo convincente - Ya puedo imaginar el primer plano "Duque de Greenwich vuelve a atacar, cuiden a sus hi... - Mattew se tensa y la calla con un beso.

Los labios de Luna se sintieron mejor de lo que esperaba, eran suaves y delicados, con esa perfecta curva. Tiró de la jugosa carne inferior con sus dientes. Ella protestó, pero en vez de alejarlo se acercó más a él. Iniciaron una danza peleando por quién llevaba la voz cantante, fue el primer beso de Luna, sin duda este fue mil veces más intenso de lo que pensó que sería. Subió sus manos a la espesa cabellera del hombre, Sólo Dios sabía los deseos que ella tenía de quitarse los guantes e internar sus dedos entre cada hebra, un Duque. Mattew Williams la estaba besando. Sentía que tocaba el cielo con las puntas de los dedos.

Luna se tensó, perdería el trabajo.  Se separó bruscamente se él y le dió una cachetada como advertencia y salió casi que corriendo de allí. El Duque sonrío, ella besaba como los Ángeles. Su falta de experiencia la hacía más increíble aún.