cap 29

Narración

Y el ambiente se pone un poco tenso, Aleja por un lado no recordaba a aquel sujeto que no le quitaba la mirada de encima, trataba de hacer memoria, pero no.

-perdone nos hemos visto en algún lado? - la expresión del aquel hombre cambio a una sombría - mucho gusto Alejandra Shey - extiende su mano a la espera de ser correspondida.

-Draco ferrey - esperó a que aquella mujer que no había salido de su cabeza lo reconociera, no vio cambios en su expresión y claro! Se dio cuenta de que solo él se había emocionado con dicha casualidad- contestando a su pregunta no, no nos conocemos solo me dieron su nombre.

-haaaa claro que boba soy- dios que pena- me dijeron que estaba interesado en adquirir una de mis pinturas- una de mis pinturas? Jajajaja es la única que está exhibida.

-es una obra de Arte bellísima- si! Me duele saber que ni siquiera se acuerde de mí, pero bueno sé que solo fue un momento de saludos en una de las empresas del que era uno de sus socios Erick Castiblanco, que ahora sé que es su esposo, fruto de ello hasta un hijo tienen, pero aún sigue viéndose igual de bella y ese cuerpo voluptuoso ese cabello que dan ganas de ... Bueno me desconcentre, iba a comprar esta bella pieza de arte pero no soy masoquista, eso sería tener un recuerdo permanente de una mujer que no se acuerda de mí - solo quería conocer a la Artista y felicitarla- hablo lo más seco y formal posible.

-haaaa me comunicaron otra cosa - enserio? ¿este tipo que? Si es verdad que es un hombre verdaderamente sexi, pero me mira con desagrado y prepotencia ¡Osea!!! No necesito sus felicitaciones, en fin, otro riquillo que se cree la gran cosa-  bueno agradezco su apreciación me alegra que le haya gustado- me giro para irme rápidamente ¿No les ha pasado que siente que una mirada o que pasan en medio de muchos hombres y comienzas a caminar raro? Pues si eso me pasa, como si de un momento a otro tus piernas se volvieran torpes.

-si como sea- es mejor así, me sorprendió verla y más con lo hermosa que está, pero no me dejaré engañar, ver su cara de enojo no me perturbó pues ella es feliz y yo pues...

Me quedo como un tonto viendo ese trasero, creo que mejor me marcharé no quisiera verme con una escenita de la parejita feliz. Salgo con los ánimos por el suelo y con un temperamento de los mil demonios, la alcanzó a ver de lejos y es notable que se lleva todas las miradas  de los hombres, apreto mis manos en un puño tengo ganas de golpear a todos esos imbéciles, definitivamente Erick es el más grande de todos, mira que dejar a tremenda mujer sola.

-oye donde estabas me dejaste sola- me habla Susy una buena amiga.

-perdona me distraje con la galería de arte, vámonos ya!

-oh pero qué genio, que tienes.

-ya me aburrí, vamos y comemos algo afuera.

-enserio? Genial vamos- me agarra el brazo emocionada, es una buena amiga.

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Aleja

¡Rayos ahora que, al parecer me quedaré en la calle, el taller de arte no es suficiente para pagar mis deudas y resulta que ya me acordé del tonto ese que por venganza o qué sé yo! Se retractó de la compra de mi pieza de arte, creo que el que no lo recordara le dolió e en su ego.

Creo que me tocará pintar desde mi pequeño apartamento y buscar un nuevo empleo, ¡rayos como odio toda esta situación! Busco en los titulares trabajo de oficina, tal vez me sirva la experiencia que obtuve trabajando con Erick y Adam, selecciono varios para empezar a llamar.

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Una falda tubo negra, una blusa vino tinto junto a un blazer acompañados de unos tacones - que horror- es como estoy vestida para la entrevista, estoy en la espera de ser llamada porque al parecer el mismo jefe la hará. Hace un rato que veo los diferentes aspirantes salir de aquella oficina con cara de perros regañados, ha de ser un viejo gordo y amargado.

-señorita Alejandra shey- me llama una joven, me levanto me acerco a la joven- mucha suerte- me sonríe y en parte eso me ayuda a disipar los nervios, le agradezco e ingreso. La oficina carece de color o vida, es gris pero tiene una vista maravillosa de la ciudad... pero me quedo inmóvil al ver aquel sujeto sentado con sus codos sobre el escritorio y sus dedos entrelazados, su mirada está perdida en el ventanal a lo cual saco fuerza para lo que se viene...

- buenas tardes- saludo con voz firme, quiero demostrar que no me afecta.

-oh vaya señora Alejandra- Señora? Que le pasa a este tipo, aún estoy joven- en que le puedo ayudar.

- vengo a la entrevista para el puesto de secretaria.

-jajajajaja enserio? - se ríe sin gracia- no pensé que usted fuera de ese tipo de personas que se deja manipular.

-De que ...

-dígame, es usted fácil de manipular?

- discúlpeme tiene algún problema conmigo? - este tipo me está exasperado- no me diga que es de los que les duele el ego, Señor Ferrey.

-ja! Si lo dice porque no se acordó de quién era el día de la gala, déjeme decirle que no es el tipo de mujer que perturba mi mente.

- ¡no puede ser! soy la mujer más desdichada del mundo- mi sarcasmo está por los cielos. Se levanta de su asiento y se aproxima donde me encuentro.