cap 32

Aleja

- ¿si estoy enojada con Draco por el desplante? ¡Claro que sí!  Maldita sea

-pero Boni, no me digas que así de tanto te atrae- me pregunta Sara en burla.

-si búrlate todo lo que quieras, pero en su casa se me confesó, me presento a su madre y fue cuestión de que llegara la entrometida de Susy y se le olvidará todo.

-es que te oigo y no te creo, enserio ese galán tuyo sí que es bien dormido.

- él no es mi galán Sara de que hablas.

-te gusta hermanita y bien que me sorprende- se levanta hacia la cocina- pensé que aún querías a Erick y no me malinterpretes, me alegra que te estés dando una oportunidad.

-lo de Erick es pasado, digamos que fue más costumbre que amor lo que ambos sentíamos y me alegra que tenga su familia, pero lo mío es caso aparte- le digo desanimada.

-porque, no me digas que tú no tienes derecho a ser feliz, si de todas las personas en este mundo tú eres quien más merece la felicidad- se acerca y me brinda un té- dime qué te lo impide.

- mi pasado, si me doy esa oportunidad con él, tendría que decirle todo y no estoy dispuesta a recibir rechazo o miradas de asco de nadie.

- Pero fue algo que te pasó, no fue algo que decidiste ser- se toma un minuto para continuar- yo quiero que seas feliz Boni, quiero que formes tu familia como yo estoy formando la mía- se empieza a sobar la barriga.

- Espera! Me estás diciendo lo que creo? - mi hermana me afirma emocionada- voy a ser tía?

-sí, quería darte la sorpresa, pero te adelantaste y ya que estás aquí, tendrías que saberlo- me acerco y el abrazo muy feliz por ella.

Después de lo sucedido con Draco vine de vista  a donde mi hermana, me sentía mal, triste la verdad ¿Será que me enamoré muy rápido? Si!  Lo estoy reconociendo que  locura no? Llevo una semana aquí con mi hermana, mi celular apagado (ya me imagino el monton de llamadas de Draco) pero cuando vuelva voy a mirar que hacer.

- Quiero de todo corazón hermana que realices tu vida, quiero que lo que yo tengo tu también lo tengas.

- No puedo, tengo miedo - no lo puedo evitar y lloro por todo, mis miedos e inseguridades- y si me rechaza por mi pasado? Y si le doy asco?

-si no cambias por ti, no cambiarás por nadie - me toma de las manos- a quien le importa tu pasado si, lo que debería importarle es tu presente. Dime cuándo vas a salir de ese hoyo que te niegas a salir?

- de que hablas? He salido adelante

-no Boni, vives en negación te apartas de todos, prefieres la felicidad de los demás y dime ¿Dónde está la tuya? Aceptaste que Erick se fuera con Camila y no me malinterpretes ella es una buena mujer, pero ¿Porque no luchaste? Si yo sabía que lo querías si es que no estabas ya enamorada de él. Me da coraje contigo, porque preferiste la felicidad de otros a la tuya.

-no es cierto- digo en lágrimas

-no es cierto maldita sea? Él fue el amor de tu vida

- ya no sentíamos lo mismo

-si claro engañarte a ti misma, pero sé por todo lo que haz pasado...

-No! Tú no tienes ni la remota idea por todo lo que he pasado- digo totalmente furiosa, pero logró calmarme- y cada vez que entrego mi corazón algo pasa, tengo un pasado que no me deja dormir y que más que mi espalda para recordármelo.

-perdóname Boni es solo que...¿Tu espalda? Que tiene que ver

- son las marcas, las cicatrices que me quedaron de las golpizas que me daban, pero en fin...

-perdóname Boni, es solo que me da coraje.

-No tranquila Sara, solo me dijiste lo que yo me negaba a ver- me limpio las lágrimas- pero en algo si tienes razón, ya es momento de que avance, ya no quiero sentirme sucia, triste ni vacía cuando en realidad no lo estoy.

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-oye Linda, creo que no fue buena idea - maldición este plan no es bueno.

-como que no, simplemente estamos desayunando casual.

-en el restaurante de Draco? Seee vaya que casualidad- digo con ironía.

- ohhh vaya relájate y disfruta- maldición, se supone que estábamos en el restaurant desayunando normal, pero es que no sé de  más forma acercarme a él, no encuentro mi celular y no me acuerdo de su número... Así que aquí estoy.

-sabes que?- relajo mis hombros y me acomodo bien en mi silla- tienes razón, es un día normal de desayuno de amigas que malo podría pasar- ahí estaba yo, confiada de mis palabras. Se abre la puerta del lugar pasa él con su gran aire, su cuerpo bien trabajado, su estatura que puede ser intimidante y que decir de su cara que refleja mal carácter, es lo que atrae la atención de todos por no decir de su mayoría al ingresar.

- oh vaya se nota que está de mal humor- me hago la desentendida- demonios se dirige hacía acá- oh demonios sí que da mucho miedo.

- Buenos días señoritas- habla notoriamente enojado creo. Minutos antes me hacía la que revisaba algo en mi celular, así que despegó mi vista del aparato y la guío a él.