Atenas Ivanov
El inesperado momento donde todo se fue al carajo.
Siento un calor sofocante sobre mi espalda, me remuevo inquieta para alejar lo que sea que está detrás de mí, se escucha el gruñido de un hombre, pero ni Zachary ni yo vivimos con uno, entonces eso me pone alerta, me quedo quieta en mi lugar abriendo los ojos asustada, los vuelvo acerrar porqué la claridad de la habitación me molesta, supongo que son como las nuevo u ocho de la mañana, hago una mueca de dolor por las punzadas en mi cabeza, de repente me entran unas nauseas horribles, las manos me comienzan a temblar un poco, mi corazón late demasiado rápido, tanto así que siento los latidos en mis oídos, ¡es molesto!.
¡Que mierda había hecho!
Mientras rezo porque el hombre a mi lado no se levante, intento recordar cómo había llegado a esta situación, de lo único que me acordaba era de hablar con el camarero mientras bebia de mis margaritas, luego de eso es muy confuso, no puedo acordarme de nada más, la habitacion huele a sexo y a perfume de hombre.
¡Mierda! ¡Porque tuve que embriagarme!
¡No me acuerdo de nada!
¡Estoy desnuda! ¡En no sé dónde! ¡Con un puto desconocido!
¡PUTA MIERDA!
Mi respiración comienza agitarse, no soy se emborracha y se termina acostando con cualquiera, quiero llorar pero me contengo, tomo un respiro cual suelto por la boca para luego tomar la mano del chico que está en mi cintura la levanto con suavidad, me hago un poco hacia al frente sobre cama despegando me de su cuerpo y con calma para que no despierte, deposito la mano sobre la cama con el corazón que me quiere salir por la boca, me salgo por completo de la cama, estoy de espaldas a él, comienzo hacer un pequeño bailecito de triunfo, pero me detengo nerviosa al escuchar cómo se mueve sobre la cama, primero miro por encima de mi hombro, luego me volteo por completo.
Me quedo embobada mirándolo, él se encuentra acostado boca-bajo, deposito mi mirada desde donde se encuentra la sabana tapándolo, comienza su espalda ancha y musculosa, tiene exactamente dos tatuajes, a su lado derecho está cubierto por una serpiente que esta enredada entre sí, creo que es una Boa , está cubierta con algunas sombras que hace que se vea espeluznante ese tatuaje, el tatuaje es completamente de color negro excepto por los ojos de la serpiente que son rojos, en su lado izquierdo solo tiene una frase escrita en la parte superior dice en ingles ¨Under Your Spell¨ en letras grandes y escrita en es cursiva, también es de color negro, termino viendo su cabello, parece sedoso, me pican las manos por pasar mis manos por su cabello.
Sigo mirándolo por un rato, cuando creo que es ya suficiente de deleitarme de lo hermoso que se ve ese hombre en la cama, no es un chico como había dicho anteriormente, es un hombre grande y hermoso, cuando me quiero dar la vuelta para buscar mi ropa me enredo con sus zapatos y los míos caigo de bruces al suelo, había caído sentada, suelto un pequeño grito de dolor, cierro los ojos con fuerza, llevo mi mano a mi trasero sobándome el área afectada, estoy tan enfuscada en el dolor que tengo en el trasero, que no me doy cuenta que el hombre se encontraba ya despierto por mi descuido, hasta que carraspean detrás de mí.
Me levanto con rapidez asustada, me volteo para hacerle frente al hombre detrás de mí, pero no me agrada para nada como me está mirando, primero con confusión luego se le nota la molestia, noto asco me gustaría estar equivocada pero no, me está mirando con asco, también noto desagrado, sus facciones cambian muy rápido, ahora me mira con dureza, cohibida me tapo rápidamente con las sábanas de la cama, nunca me habían mirado como él lo está haciendo en estos momentos, él se lleva los dedos al puente de su nariz, luego esa misma mano la pasa por su cabello alborotándolo como en forma de frustración, lo hace verse rebelde, como un jodido pecado capital, se voltea dejándome ver nuevamente los tatuajes de su espalda.
Me mantengo callada en mi lugar, quiero vestirme y salir corriendo de aquí, cuando hago el movimiento de recoger mi ropa el me mira, el se voltea con brusquedad, me enderezo lo más rápido posible sin soltar las sabanas de mi cuerpo, el muy cabrón me mira con burla y arrogancia, eso me hace enfurecer.
- ¿Te pague para que te acostaras conmigo? – se burla.
Lo miro con absoluta sorpresa.
- ¿Que mierdas acabas de decir imbécil de mierda?
Conteste en una pregunta con voz incrédula, el me mira con algo de sorpresa, él se repone en segundos, como si no me diera cuenta, sus facciones ahora son serias parece un puto limón agrio, no puedo creer que el muy maldito me esté preguntando eso.
No me acuerdo de nada, pero yo jamás pagaría por acostarme con alguien y menos con un imbécil como este, sin duda alguna estaba bien borracha cuando me metí con esta escoria, lo miro ahora yo con enojo, estoy muy enojada, cabreada y lo que le sigue.
- Digo...pregunto porque claro está que jamás me acostaría con una mujer como tu – habla con arrogancia mientras me observa de pies a cabeza – Tal vez me embriagaste en el club anoche para acostarte conmigo y sacarme dinero, si, sin duda es la última opción, es que mierda mírate eres gorda, pareces herma de free-Willy, saliste del acuario del centro o que...
Al escuchar la basura que dice siento el enojo triplicarse por mis venas, pero comienzo a reír, suelto grandes carcajadas me sostengo de mi estomago cuando me doblo de la risa, una lagrima cae por mi mejilla, no puedo respirar de lo divertido que encuentro sus palabras.
Me enderezo mientras limpio la lagrima que me callo por mi mejilla, luego paso mi mano por mi pecho calmándome un poco.
- ¿De verdad estas diciendo una mierda como esa?, Cuando fuiste tú el que se quiso acostar conmigo, mira arrogante de porquería – Suelto un suspiro, lo miro con gracia - Si te acostaste conmigo fue porque así lo quisiste, no tengo porque pagar para acostarme contigo, cuando caíste tu solito
Editado: 14.11.2024