Una Historia De Amor En El Castillo Belmot

CAPITULO I

Y fue en ese momento en el que me di cuenta que mi vida había dado un giro de trescientos sesenta grados, no sabía qué hacer, si quedarme ahí parada o salir corriendo de aquel bellísimo salón de baile en donde cada dieciocho años después del nacimiento de un príncipe, se realizaba una fiesta de gala, para que el hijo de los reyes eligiera a su futura esposa. Para muchos en el reino, era un honor estar invitados a dicha gala, ya que no todos tenían la fortuna de recibir una invitación para sus hijas. En cuanto a mí, pues, me pase casi todo una vida rezando para que la dichosa invitación no llegara a casa, desde que tengo uso de razón, he vivido enamorada de tomy, el hijo del mejor amigo de mi padre. Tomy y yo prácticamente crecimos juntos, y el amor que ambos sentimos por los caballos es asombrosa, cada vez que se nos daba la oportunidad, aprovechábamos para cabalgar juntos. No es que vivo en una hacienda o algo así, por el contrario amo a los caballos, porque mi padre y el padre de Tomy, trabajaban juntos en el establo real, y es ahí donde prácticamente crecí, permanecía allí por lo menos tres veces a la semana, mientras que mi madre salía a trabajar, pues la situación económica en casa no era muy favorable.

En cuenta a mi relación con tomy, debo decir que a mis cortos diecisiete años, me siento lista para casarme con él, ojala me lo pidiera, llevo esperando tanto tiempo y aun no me ha dado luz verde. Me encuentro soñando en mi tocador, cuando el toque a la puerta de mi habitación me vuelve a la realidad.

  • Samy cariño, estas ahí? Pregunta mamá.
  • Claro mamá, ha pasado algo?
  • Oh, no cariño, nada malo ha pasado, solo que acaba de llegar esta invitación del castillo belmot para ti.

Me quede estupefacta mirando a mi madre, no era posible que aquella invitación llegara a casa, es para la gran fiesta de gala, a donde precisamente no quiero ir.

  • No la quiero, manifesté a mi madre.
  • Cariño, sabes que te apoyo en todo, pero en esta ocasión dejare esta invitación sobre tu mesa, y lo único que te diré es que no tienes opción y lo sabes.

Cuando mi madre se retiró de mi habitación, me quede mirándome al espejo, porque sabía bien que tenía razón, estaba por ley totalmente prohibido faltar a la fiesta de gala si recibías una invitación real. Sentía que mi noche estaba arruinada, sentía ganas de llorar, hasta que luego pensé en Tomy, y todo el panorama se aclaró, no porque recibía una invitación real, significaba que el príncipe Eduardo de belmot me elegiría, además hay tantas chicas lindas en el reino que mueren por él, y pronto Tomy me pedirá que sea su esposa, y toda esta tensión desaparecerá, así que  me levante de la cama, me puse un vestido rosa ajustado a mi silueta y me dirigí al tocador donde me arregle un poco, no es que no me veía bien, pero cuando se trata de Tomy, unos cuantos detalles nunca están de más. Tengo mi cabello largo y negro amarrado en una media cola y mi piel blanca con un poco de rubor no se me veía nada mal.

Cuando baje a la sala, encontré a mi padre conversando con Tomy, mientras que mi madre preparaba la cena.

  • Cielo te ves hermosa, expreso mi padre.
  • Señor Harold, definitivamente tiene una hija hermosa, siguió Tomy.
  • Muchos halagos hará que me ruborice más, pero estoy agradecida. Y todos reímos.
  • La cena ya está lista, podemos pasar al comedor que prepare un pavo al horno que no podrán dejar de comer, aviso mi madre muy orgullosa de ella misma.

Después de la cena con mis padres, nos dirigimos con Tomy a la gran feria organizada por los reyes de belmot, era sorprendente, había luces por todos lados, y era la primera ves que veía así de cerca una montaña rusa, pues para la gente humilde como nosotros no era fácil acceder a este tipo de cosas. Estaba tan emocionada, que olvide todo lo acontecido horas antes, después de divertirnos tanto, me senté junto a Tomy frente al lago que se encontraba en la feria.

  • Me encanta el algodón de azúcar, le dije.
  • A mí también, es muy dulce.
  • Es perfecta.
  • Claro que lo es… como tú.

Me quede mirándolo ante esas palabras, pues eran las palabras más tiernas que pude haber oído por parte de Tomy, no es que no sea tierno y dulce, pero es un chico a quien le cuesta expresar mucho sus sentimientos, lo cual no lo hace malo, lo hace sorprendente.

  • Sabes Samy, estuve pensando en ti, en mí, en nuestra relación, y creo que es hora de formalizar, mi amor y admiración por ti es grande y me gustaría que sean mi compañera de vida… quisieras casarte conmigo...



#19615 en Fantasía

En el texto hay: deseo, desamor, amor

Editado: 03.10.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.