Al día siguiente, Liam se despertó de golpe. Había soñado que era un mago, incluso su madre y su hermano Tom. Río un poco, y disfruto de los rayos del sol que inundaban su habitación. Se estiró y sonrió, pero de repente, Tom entro corriendo a su habitación.
-Levántate, rápido, ¡Liam! – le dijo, contento a más no poder – hoy iremos a comprar tus útiles de mago!
-ah, aja, ahora vo… eh? – Liam miro confundido a su hermano – útiles de mago?
-sí, Liam! ¡Rápido! – Tom saltó contento
-pero…
-ya, vamos! – Tom jalo las sábanas de Liam
-jaja, bueno, bueno, ya voy – Liam suspiro con una sonrisa
-rápido! – dijo Tom, y salió corriendo hacia la cocina
-ah, con que no fue un sueño, ¿eh? – Liam negó con la cabeza, y aflojó el cuerpo, cayendo en su colchón
Mejor se levantó y se empezó a vestir, pues sabía que Tom no tardaría en regresar si no lo veía en el comedor. Se quedó pensando, ¿Qué compraría? Tal vez un sombrero de dónde saldría un conejo, o tal vez una baraja mágica.
Bajo tan tranquilo al comedor, y sus padres lo recibieron en el mismo lugar que lo habían hecho el día anterior. La señora Baker, igual de contenta que Tom, lo saludo.
-buenos días, hijo, listo para ir por tus útiles? – le dijo con una sonrisa desbordante, que no se veía mucho en personas de esa edad
-claro, claro, a dónde hay que ir? – pregunto Liam dándole un mordisco a su pan tostado
-ya verás en donde – la señora Baker río, traviesa
Liam y Tom estaban bastante confundidos por el comportamiento de su madre. Sin embargo, su padre veía a su esposa embelesado, Liam no sabía por qué, pero se alegraba de que sus padres se amaran tanto.
Cómo fuera, al terminar de desayunar, la familia se alistó de nuevo para salir. Tom se lanzó de inmediato al auto, Liam entro más calmado, sin embargo, su madre también se lanzó al automóvil, pero entro tan rápido que dejo las piernas afuera. El señor Baker acomodo a su esposa, que estaba más inquieta que el propio Liam.
-veamos, que tenemos por aquí – la señora Baker extendió la hoja de útiles, ya de camino a su destino
“COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA
UNIFORME
Los alumnos de primer año necesitarán:
•Tres túnicas sencillas de trabajo (negras).
•Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.
•Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante).
•Una capa de invierno (negra, con broches plateados).
(Todas las prendas de los alumnos deben llevar etiquetas con su nombre.)
LIBROS
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
•Libro reglamentario de hechizos, primer curso, Miranda Goshawk.
•Historia de la magia, Bathilda Bagshot.
•Teoría mágica, Adalbert Waffling.
•Guía de transformación para principiantes, Emeric Switch.
•Mil hierbas y hongos mágicos, Phyllida Spore.
•Filtros y pociones mágicas, Arsenius Jigger.
•Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Newt Scamander.
•Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentin Trimble.
RESTO DEL EQUIPO
1 varita.
1 caldero (peltre, medida 2).
1 juego de redomas de vidrio o cristal.
1 telescopio.
1 balanza de latón.
Los alumnos también pueden traer una lechuza, un gato o un sapo.
SE RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS.”
-muy bien… – el señor Baker suspiro un poco
-muy parecido a mis útiles – dijo la señora Baker rebosante de alegría
-mamá, estás segura de que vamos a encontrar todo eso aquí? – dijo Liam, nervioso
-jeje, claro, hijo, tu confía en mí – la señora Baker río, traviesa
La señora Baker siguió releyendo la hoja de útiles, muy contenta y entre risitas.
En un pequeño rato, la familia llegó a su destino. La señora Baker salió de un salto del auto, como Tom; Liam y su padre salieron tranquilamente. La señora Baker guío a la familia, y Liam veía varias tiendas, zapaterías, librerías, e incluso una agradable cafetería. Pero no parecía que por ahí pudiera comprar una varita, o un caldero de peltre.
La mujer se detuvo, y la familia también, sorprendida. Entonces se giró, y vio un viejo edificio, Liam no lo había notado, pues la había pasado por alto. La señora Baker se acercó, y abrió la puerta.
-adelante – dijo, con una sonrisa
-ah… – Liam miro dentro, estaba obscuro
-bueno, vamos! – la señora Baker animo a su familia a entrar
La familia entró al establecimiento, temerosa, menos la señora Baker. Tom corrió al lado de Liam, que lo tomo del hombro y lo acercó a él. Había un montón de brujas y magos por ahí, mayores, y probablemente malvados, pensó Liam.
Todos vestían túnicas y ropas raras, de colores grises o muy brillantes. Todos ellos ignoraban completamente a Liam y su familia. El tendero miro de soslayo a la señora Baker, y saludo con un simple movimiento de mano. La señora Baker regreso el saludo con una sonrisa, y continuo su camino.
Llegaron a una puerta, la puerta trasera. La señora Baker la abrió y entro junto a toda la familia. No había mucho del otro lado, solo un muro de ladrillo rojo, y una cubeta de metal vacía. Cómo fuera, la matriarca de los Baker saco la varita de su bolsa, y Liam se sorprendió, pues no había visto ningún rastro de la varita. Golpeó unos ladrillos, y, de repente, todos se empezaron a mover, y un paso abovedado se formó. Enfrente había una calle, larga y serpenteante, que se extendía tanto que Liam no sabía en donde acababa.
-bienvenidos al callejón diagon, mis niños – les dijo la señora Baker, con una sonrisa enorme
-wow! – soltó Tom impresionado
-pero… cómo?! – dijo Liam sorprendió
-los milagros de la magia – río la mujer – aquí compraremos todo, hijo