Una huella en la oscuridad

Capítulo 16: Naja

En cuanto amanece nos ponemos en marcha de nuevo, aún nos queda un largo camino hasta el reino de Sikar, que está en la otra punta de Kewan. Mientras caminamos, hablo con Oshan sobre magia y Shunaxx me enseña algunos hechizos de fuego. Aunque todavía me duele verlos juntos intento fingir que no pasa nada. Tendré que aceptarlo tarde o temprano, Oshan no está interesado en mí. Pero aún así sé que podremos seguir siendo amigos

Alexa camina por delante de nosotros, sin fijarse ni un segundo en los hechizos de Shunaxx.

—¡Hey, Alexa! Mira esto —le digo, pero ella sigue sin girarse.

—No me interesa la magia.

Estoy a punto de replicar pero Lucas me coloca un brazo sobre los hombros.

—No te esfuerces en llamar su atención, le da miedo la magia. De cualquier tipo.

Alexa se gira entonces y lo fulmina con la mirada. Lucas se esconde detrás de mí, temiendo que ella se le lance encima. Pero ella solo vuelve a mirar hacia el frente y murmura algo para sí.

 

Pasan varias horas en las que paramos en algunas aldeas a descansar y cuando ya empieza a atardecer, paramos junto a un río. Lucas le pide a Oshan que le ayude a capturar peces para la cena ya que tiene poder sobre el agua. Él acepta con un aire aburrido y Claudine pone una mueca de desagrado. Ray y yo nos sentamos debajo de un árbol junto con Shunaxx. Mi mejor amigo parece llevarse muy bien con él, han estado hablando durante casi todo el camino.

—¿Launeex ya puede transformarse? —nos pregunta Shunaxx de repente.

Yo me quedo mirándole dubitativa, ¿a qué se refiere con transformarse?

—¿No lo sabes? Los maagilyns pueden transformarse en dragones gracias a su magia, así es como consiguen huir y defenderse, aparte de con sus púas.

No tenía ni idea de que los maagilyns pudiesen hacer eso. ¡Son impresionantes! Es una pena que ahora nos teman y no se quieran acercar a nosotros; me gustaría ver el cielo lleno de dragones, seguro que son fantásticos.

—Creo que Launeex aún es muy pequeña para saber cómo transformarse —contesta Ray, sacándome de mis pensamientos.

—Tienes razón… Pero si vamos a ir a la Torre Oscura tiene que aprender a defenderse —dice Shunaxx mirando hacia Launexx—. O al menos a huir...Haré lo que pueda para enseñarle a transformarse.

Se levanta y le hace un gesto a Launexx para que se acerque. Ella se acerca a nosotros alegremente y nos observa con esos grandes ojos azules tan mágicos. Shunaxx se acuclilla para estar a su altura

¿Qué pasa?”

—Aún no sabes transformarte, ¿verdad?

No. Mi padre nunca pudo transformarse y por eso tampoco pudo enseñarme a mí”

—Pobrecita... Quizás yo pueda enseñarte, no puedo transformarme en dragón pero si puedo crear uno para que te sirva de referencia.

Enseguida Shunaxx cierra los ojos y se concentra para hacer un hechizo. Siento como el ambiente se calienta a nuestro alrededor y una pequeña llama aparece frente a él. La llama empieza a crecer y a tomar forma, convirtiéndose en un pequeño dragón de fuego no más grande que Aliska. Sus ojos brillan como el sol y el fuego que forma su cuerpo parece estar vivo.

—No es muy grande, pero espero que pueda servirte de ayuda.

El dragón de fuego empieza a volar y su cuerpo alargado serpentea a nuestro alrededor. Ray y yo nos quedamos observándolo maravillados. Es como si tuviese vida propia a pesar de estar hecho de fuego.

 

Launeex parece estar analizando los movimientos del dragón ya que lo mira con mucha atención. Entonces cierra los ojos y parece concentrarse, los tres la miramos impacientes por saber si lo conseguirá o no. Pasan varios minutos, sin resultado. Parece que aún es muy pequeña para lograrlo...Pero algo parece estar a punto de pasar.

Su gema comienza a brillar levemente, pero finalmente el brillo se desvanece, sin ningún resultado. Launeex parece estar algo frustrada ya que da fuertes pisotones en el suelo.

Lo siento” dice cerrando los ojos.

—No te preocupes, Launeex —la tranquiliza Shunaxx—. Algún día lo conseguirás.

Miramos hacia el dragón de fuego, que se ha vuelto a posar en el suelo a una distancia segura para no quemarnos. Es un ser tan magnífico y peligroso a la vez...No puedo apartar la mirada de él. Alexa parece mirarlo con miedo, parece que Lucas tenía razón y le teme a la magia.

En cuanto Shunaxx se acerca al dragón, desaparece formando una nube de vapor en el lugar donde ha estado segundos antes. El hechicero parece estar bastante cansado, mantener a aquel ser de fuego debe de haberlo agotado.

 

Lucas se acerca rápidamente a nosotros con varios peces en las manos, Oshan viene detrás de él.

—¡¿Qué ha sido eso?! ¡Ha sido impresionante! —dice Lucas entusiasmado.

—Me parece fantástico que estés practicando, Shunaxx —le dice Oshan cuando se acerca—, pero… ¿por qué has creado un dragón de fuego? Podrías haber quemado el bosque.

—¡He tenido cuidado! —replica él—. Además no estaba practicando, intentaba ayudar a Launeex a transformarse en dragona.

Launeex ignora la conversación y se va a jugar con los animales, que la reciben encantados. Observo como Oshan retira toda el agua de su capa con un gesto de sus manos. La capa se queda completamente seca, como si no hubiese tocado el agua del río.

—Pues deberías practicar más —insiste—. Yo llevo menos tiempo que tú en la Torre y ya estoy varios niveles por delante de ti.

Shunaxx cruza sus brazos fingiendo molestia y luego se acerca a él con una expresión divertida en el rostro.

—Pero acabas de decirme que podría quemar el bosque, así que…

Antes de que pueda seguir hablando Oshan le lanza a la cara el agua que había sacado de su capa momentos antes. Shunaxx le lanza una mirada molesta con la cara empapada y a Oshan se le escapa un risa. Ray y yo acabamos riéndonos también, Shunaxx ha puesto una expresión bastante graciosa.



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En el texto hay: amor, amistad, fantasia magia

Editado: 08.12.2020

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