10:30 AM...
nos levantamos hoy muy temprano para alistarnos y salir a plantar nuestro árbol, estoy muy emocionada. sé que este día en unos años será muy especial, ver cómo va creciendo año tras año será una de las cosas más lindas que veré.
Aparte hacer esto junto a la persona que más quiero en este momento, será inolvidable, no sé cómo en tan poco tiempo una persona se puede convertir en tu mundo entero, es sentir como poco a poco nuestras almas se unen convirtiéndose en una sola y ahora este árbol será un recuerdo de nuestro amor.
—vamos mi luna, se nos hace tarde— pronuncia Dimitri sacando el árbol.
-— voy, mi sol— digo empacando las demás cosas de jardinería.
En verdad estoy muy emocionada, aunque sé que va a ser demasiado difícil plantarlo, ya que es un árbol muy pesado, pero sé que valdrá la pena.
— oye, hermosa — me dice con una sonrisa.
— ¿Qué quieres? — digo con una mirada picara.
— sí que te gusta dañar el momento ¿no?, en fin, te quería decir que quiero que este árbol sea una prueba de nuestro amor— JA ya lo había pensado, pero no quiero dañarle la ilusión.
— claro, mi sol— digo un poco sarcástica.
Empezamos a caminar hacia el sendero, mientras el Jala el carrito, yo tengo el árbol para que no se caiga, pero es inevitable no verlo a él, no sé porque mi mente siempre piensa que esto va a terminal mal, porque abecés no todo lo que brilla es oro, Dimitri es un ser tan social, que lo más probable es que encuentre a alguien mejor, no sé porque mi mente juega tan sucio, mientras mi corazón me dice que será todo lo contrario, que será como un cuento de hadas, bueno si tendremos nuestros altibajos y todo pero estaremos siempre juntos, que esta será la típica película de romance, que será bello, todo color de rosas, es difícil tener la mente y el corazón descoordinados, porque no sé cuál de los tiene la razón.
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Entrando en el sendero, el camino era más difícil, llevar el carrito era casi imposible, pero esta era la única forma de llevarlo, es que en verdad es demasiado pesado, aparte solo somos dos, talvez si alguien más nos ayudara sería más fácil, pero no, es mejor que lo hagamos nosotros dos, primero por el recuerdo y segundo porque no quiero que nadie aparte de nosotros sepa de este lugar. Cada rama, cada roca, cada raíz, hacia el camino aún más difícil.
Fue casi un milagro llegar hasta el final del sendero, ahora el problema era subirlo hasta la sima, sacamos una botella de agua para hidratarnos, empezamos a empujar el carrito, pero el peso del árbol era tanto, que subíamos un poco y el arrito se nos devolvía, juro que cada vez que lo empujaba sentía que me iba a salir una hernia.
40 minutos después...
Estábamos agotados y aún faltaba cavar el agujero para plantarlo. Decidimos descansar un rato antes de empezar, mientras mirábamos la ciudad, pudimos notar que en verdad este lugar tenía algo especial, es un lugar tan tranquilo que hasta parece irreal, es como estar en otra dimensión donde no importan los problemas o simplemente todos desaparecen.
—¿de verdad me quieres? — pronuncie mirando hacia el horizonte.
Es una pregunta, un poco... idiota de mi parte, ya que si no me quisiera no estaría haciendo esto, simplemente hubiera rechazado mi idea, pero es algo que también me genera duda, mi mente aún sigue pensando que algo está mal con él, pero aún no sé qué es.
—¿por qué la pregunta? — me dice un poco serio.
—solo quiero saber — pronuncio un poco triste, él me toma de las manos, pero aun así no lo miro.
—creme que si no te quisiera no estaría aquí haciendo esta locura — me dice, sus palabras suenan tan sinceras, lo miro a los ojos, me abalanzo contra el para darle un abrazo.
—tengo miedo de perderte — respondo, el solo me mira y niega con la cabeza.
Nos levantamos del piso, Dimitri tomo una pala y empieza a cavar un hoyo, mientras tanto yo empiezo a quitar una bolsa que había en las raíces del árbol, la gran incógnita era, ¿Cómo vamos a pasar el árbol del carrito al hoyo?
Dimitri termina de cavar el hoyo, entre los dos se nos ocurrió la idea de alzar el árbol desde el tronco, primer intento, lo levantamos, pero no fue lo suficiente para poder pasarlo, segundo intento, esta vez lo levantamos más alto y lo logramos sacar del carrito, pero no lo logramos colocar en el hoyo, a la tercera es la vencida, ¡LO LOGRAMOS!, ahora lo que teníamos que hacer, es rellenar el hoyo con la tierra, el abono y las vitaminas.
Al terminar, notamos que hicimos una buena elección, nuestro árbol resalta sobre todos los demás, es como el punto diferente, entre todos, es como nosotros, una pareja con millones de diferencia, pero aun así se mantienen juntos, aparte le da más color a este lugar, de alguna manera le da más vida, este árbol es como un punto de alegría, un lugar donde mirar y te sientes bien, te sientes como en un hogar.
—hemos terminado mi luna— me dice Dimitri, su cara esta manchada de tierra.
—si mi sol, ven tienes la cara sucia— me acerco a su cara para intentar limpiarla, él me toma de la cintura, y me da un beso corto.